EL PASADO 20 DE FEBRERO LOS ALUMNOS DEL IES ÉLAIOS TUVIMOS EL PLACER DE RECIBIR EN NUESTRO CENTRO AL ESCRITOR ARAGONÉS DAVID LOZANO, QUIÉN VINO A HABLARNOS SOBRE SU TRAYECTORIA PROFESIONAL Y SU LIBRO «DESCONOCIDOS», UNA NOVELA QUE LE LLEVÓ A GANAR EL PREMIO EDEBÉ DE LITERATURA JUVENIL EN 2018.
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EL BARRIO DE LAS LETRAS: UN VIAJE POR EL MADRID LITERARIO Por David Navas
EL NOMBRE DEL BARRIO ES UN HOMENAJE A LOS GRANDES ESCRITORES QUE HICIERON VIDA EN SUS CALLES DURANTE EL SIGLO DE ORO ESPAÑOL. CERVANTES, LOPE DE VEGA Y QUEVEDO DAN NOMBRE A ALGUNAS DE SUS CALLES MÁS SEÑALADAS. CITAS LITERARIAS DE SUS MEJORES OBRAS Y DE OTROS AUTORES ADORNAN EL PAVIMENTO PEATONAL CON LETRAS DORADAS.
En la actualidad, el Barrio de las Letras es uno de los espacios con más encanto y mayores atractivos de Madrid. Su oferta comercial y gastronómica es amplia y muy peculiar. A esto se suma la tranquilidad y recogimiento de un entorno peatonal libre de tráfico rodado.
Empezamos nuestro recorrido en la Plaza de Santa Ana, centro neurálgico del Barrio de las Letras. Existe desde que se demolió el convento de Santa Ana, durante la expansión de Madrid a principios del XIX. Sus lados están repletos de restaurantes que llenan el espacio central con sus terrazas. En un extremo está el Teatro Español y en otro, el Hotel Me Reina Victoria. Las estatuas de los dramaturgos García Lorca y Calderón de la Barca adornan la plaza.
La calle Huertas es uno de los espacios más concurridos del Barrio de las Letras. Su nombre se debe a que aquí se cultivaban unas huertas, como se ve en la placa. A ambos lados encontramos bares, restaurantes y comercios con mucho sabor. Por ejemplo, Vi Cool, la taberna que fundó el chef Sergi Arola en el 12; Casa Alberto, una taberna centenaria, en el número 18; o el gallego Maceiras en el 66. En la esquina con Príncipe está el Palacio de Santoña, reformado por Ribera en el siglo XVIII, hoy Cámara de Comercio. A la derecha se abre la plaza de Matute, un buen lugar donde tomar algo sentado en una terraza.
En paralelo a Huertas discurren dos calles fundamentales en este recorrido. Una es Lope de Vega, que sólo por su nombre ya es digna de la visita. Pero además acoge el Convento de las Trinitarias Descalzas de San Ildefonso, del siglo XVII, donde se enterró a Cervantes. Aquí también profesó sor Marcela, hija de Lope.
La otra calle imprescindible es Cervantes. En la esquina con León una placa nos recuerda el lugar donde vivió y murió el autor del Quijote.
Un poco más abajo está la Casa Museo Lope de Vega. En esta casa con jardín vivió Lope hasta su muerte. Hoy se puede visitar y recrea el despacho donde el dramaturgo escribió sus obras y las estancias que habitó.
Sin duda, esto fue lo que más me encanto del barrio de las letras y una de las mejores cosas que hicimos en Madrid. A pesar de tantos años transcurridos, la casa, aunque reformada, seguía teniendo ese aire y aspecto de la España Barroca. Poder ver con mis propios ojos, por ejemplo, su dormitorio o el jardín detrás de la casa son cosas que nunca olvidaré.
Entre las calles Cervantes y Lope de Vega, discurre la pequeña calle Quevedo. Una placa en una fachada nos recuerda el lugar donde estuvo la casa del “poeta eminentísimo”.
Desde Plaza Canalejas también podemos seguir por la calle de la Cruz. En la primera a la derecha está la Antigua Pastelería del Pozo, fundada en 1830. Este establecimiento conserva su mobiliario original, con su mostrador de madera y mármol, máquina registradora y balanza de platos.
Siguiendo por la calle de la Cruz nos encontramos con el callejón del Gato. Uno de sus muchos bares es Las Bravas, donde sirven las patatas bravas más famosas de Madrid. En su fachada encontramos dos espejos, uno cóncavo y otro convexo, donde nos vemos deformados. Estos espejos evocan la obra esperpéntica Luces de Bohemia, de Valle Inclán.
Tanto nos motivó a todos esta visita, que dos compañeros de la revista no pudieron resistirse y evocaron el fragmento más conocido de «D. Juan Tenorio».
BIBLIOFOBIA Por Isabel Nieto
La bibliofobia es la aversión patológica o enfermiza a los libros, es decir, un miedo irracional a estos. Esta fobia suele iniciarse en las personas a edades tempranas, sobre todo si se ha sufrido alguna experiencia desagradable respecto a la lectura. La principal causa de su origen es la experiencia traumática, impulsada por la falta de comprensión del texto, la baja autoestima, distintos trastornos de aprendizaje o la burla por no leer correctamente.
Este tipo de fobia es una que muchos niños desarrollan durante su infancia, arrastrándola hasta la edad adulta. Sin embargo, ¿todos los jóvenes que afirman no tener un hábito de lectura sufren de ella?
Actualmente, el no ser fan de la lectura o el ni si quiera leer un simple libro parece ser lo más común, mientras que años atrás el tener un volumen en las manos era el mayor de los privilegios. ¿Cómo hemos llegado a ese punto? Muchos dirán que es culpa de las nuevas tecnologías, otros, del poco interés de la juventud, y otro pequeño grupo acusará al gobierno por no darle a la cultura literaria la importancia y el reconocimiento que realmente se merece. Hay muchas opiniones al respecto, pero lo cierto es que todos están en lo correcto, de alguna forma, claro.
La tecnología ha ido sustituyendo al papel poco a poco, al igual que ha dado lugar a nuevas formas de entretenimiento (videojuegos, películas, series, redes sociales…) que, finalmente, han conseguido alejar la lectura de nuestros ojos, ocasionando el poco interés de la juventud en ella. Asimismo, el gobierno no trata de promulgar la literatura tanto como se debería, apoyando de forma indirecta (o no tan indirecta) el abandono de este hábito tanto en niños como en adolescentes. Sin embargo, no todo son aspectos negativos: estos nuevos pasatiempos creados pueden acabar conduciendo a la persona a algún libro, puesto que muchas películas o series se inspiran en obras ya escritas, al igual que algunas redes sociales animan a muchachos como nosotros a hundirse en el mundo de la literatura, como por ejemplo aplicaciones como Wattpad, Archive Of Our Own (más conocida como AO3) o WebToon, que atraen tanto a amantes de la literatura como a seguidores de películas o series populares con la excusa de descubrir algún dato nuevo o ver como una pareja que tanto deseabas que acabara junta se hace realidad en los llamados fanfics. Parece una tontería, pero muchas personas han llegado a construir una rutina de lectura gracias a estos pasatiempos, que han conseguido despertar a ese pequeño monstruo que llevamos dentro, avivando ese hambre de letras y nuevos mundos.
No obstante, no funciona con todos los jóvenes, y con los que sí, prefieren esconderlo y fingir que su tiempo libre es invertido en otras actividades. La gran pregunta es, ¿por qué? La respuesta es simple: por miedo. Pero, ¿a qué exactamente? Desarrollemos.
La sociedad de hoy en día se rige por unas normas muy marcadas, a pesar de no ser diferenciadas a simple vista. Debes vestir de tal forma, te deben gustar cosas concretas, debes asistir a determinadas actividades, participar en otras… y, sorprendente mente, aunque no lo parezca, debes leer lo menos posible. Si bien ahora la lectura está volviendo a normalizarse, los rastros del rechazo que había sido infundido siguen siendo notables.
Todos tenemos algún amigo al que le encanta leer. El típico que tiene en su habitación una estantería dedicada únicamente a sus libros. Ese que se ha leído todos los títulos que se te pasen por la cabeza, incluidos los menos conocidos. ¿Cuántas veces lo has oído hablar de ello en público? ¿Cuántas veces le has visto interrumpir una conversación porque otras personas se acercaban? ¿En cuántas ocasiones ha dicho «no» cuando era un obvio «sí»? Estoy segura de que has sido testigo de todo ello, por lo menos una vez. ¿Nunca te has preguntado por qué hace eso? ¿Por qué las personas que disfrutan tanto leyendo no hacen más que esconderse de los demás?
Todo se remonta a la presión social. El miedo a no encajar, a ser rechazado.
A lo largo de nuestra vida nos han enseñado lo importante que es la lectura y lo mágico de cada uno de esos mundos plasmados en letras, pero al llegar a una edad determinada es como si algo en nuestra cabeza hiciera «click», cambiando nuestro punto de vista sobre una actividad tan simple pero que nos ha acompañado durante la infancia. En vez de ser algo atractivo, pasa a convertirse en una actividad aburrida, carente de interés para nosotros. Sinceramente, desconozco el por qué de ese cambio en algunas personas, pero debo admitir que me siento afortunada de no haber sido víctima del «click».
Debido a eso, como he dicho antes, muchos adolescentes comienzan a ver la lectura como algo que no merece la pena, e inconsciente o no tan inconsciente mente, los comentarios ofensivos, discriminatorios o de rechazo hacia ello y las personas que realmente disfrutan de la actividad se hacen presentes. Esa es la razón por la que los lectores, los verdaderos amantes de las historias escritas, deciden esconderse y pasar desapercibidos. El rechazo que reciben a diario por parte de personas no lectoras ocasiona miedo, temor a no ser aceptados en un grupo social, a no pertenecer a ningún lugar. Pavor a la soledad. Y nadie desea estar solo.
¿Te gustaría ser rechazado por lo que te gusta? ¿Que todos interrumpan tu conversación con la excusa de que a nadie le interesa? No necesitas responder. Todos sabemos que dirás no.
Los adolescentes se esconden, esperando integrarse en la sociedad siguiendo las normas dictadas por esta, dejando de lado pasiones que los llenaban y les hacían ser ellos mismos. Con los aficionados a la lectura ocurre lo mismo.
Respecto a la primera pregunta formulada en este artículo, la respuesta es no. No todos los jóvenes sufren bibliofobia, pero si se sigue motivando la no lectura y los comentarios despectivos hacia ella, puede que las generaciones futuras desarrollen este tipo de fobia. Entonces será cuando nos preocupemos y nos cuestionemos: ¿cómo hemos dejado que esto ocurriera?
ÉXITOS DEL POP DE LA DÉCADA DE 2010, por Nicolae Borta
Los primeros años de oro
David Guetta y Sia con Titanium y She Wolf, Adele con sus primeros temazos como Rolling in the deep y Someone like you o Katy Perry, Taylor Swift y muchos más nos han dado canciones que siempre escucharemos con un toque de nostalgia de esos tres primeros años de la década que quizás no nos damos cuenta de que son el periodo originario de estos temas legendarios.
Nuestras queridas divas americanas del pop
Katy Perry definitivamente es una de las ganadoras a nivel mundial en estos años gracias a su segundo álbum «Teenage Dream», con el que alcanzó y batió varios récords en su país y a nivel mundial, incluido algunos del mismísimo Michael Jackson en su tiempo. Algunas obras maestras como ‘Firework‘, ‘Last Friday Night T.G.I.F.’, ‘E.T.‘, ‘I kissed a girl‘, ‘California Gurls‘, ‘Part of me‘ y ‘The one that got away‘ reinaron en las radios en la infancia de muchos de los que leerán esto y la juventud de otros.
A continuación tenemos a la que hace poco considerábamos como la rival y enemiga de Katy Perry, Taylor Swift. Estoy seguro que nadie leyendo esto no ha escuchado alguna vez los éxitos de principios de décadas como «We are never getting back together» o «I knew you were trouble» de esta gran artista en sus años de transición de la música country a la música pop. Y aunque dominó el resto de la década con sus siguientes álbumes como «1989», «Reputation» y el reciente «Lover», he decidido incluir esta etapa de su vida en este artículo ya que estoy seguro que para muchos es la más significativa y nostálgica.
La llegada a la fama de unos genios en las sombras
Sia Kate Isobelle Furler, o más conocida como simplemente Sia, alcanzó la fama mundial con su sexto álbum «1000 Forms of Fear» en 2014, con el gran éxito «Chandelier», del que nadie ha podido escapar en la radio hasta el día de hoy. A pesar de ello, Sia ya estaba creando obras de arte sin que casi nadie lo supiera. Antes de Chandelier, ella ya tenía cinco álbumes con un estilo vanguardista y cargado de simbolismo y arte; tan extraño y poco habitual era su estilo que no sorprende que la audiencia «mainstream» no la haya descubierto antes. Además de sus propios trabajos, Sia es más famosa como una solicitada compositora, escribiendo «hits» para otras y otros artistas como «Pretty Hurts» de Beyoncé, «Let me love you» de Ne-Yo, «Passenger» y «Perfume» de Britney Spears, «Diamonds» de Rihanna y muchos más. También se le conoce por ser la vocalista y co-compositora de los éxitos de música electrónica de David Guetta como «Titanium» y «She Wolf».
Tras «1000 Forms of Fear», Sia continuó embelleciendo el panorama musical del pop durante el resto de la década con sus siguientes álbumes «This is Acting», incluyendo mayoritariamente canciones suyas que otros artistas rechazaron, «Everyday is Christmas» un álbum de Navidad alternando canciones tristes y alegres y, por último, «LSD», un álbum que creó en conjunto con su grupo del mismo nombre, formado por ella, Labrinth y Diplo.
Adele, la célebre cantante y compositora británica, sacudió el mundo dos veces esta década, con cada uno de sus dos álbumes lanzados en este periodo de tiempo. «21». Su segundo álbum, publicado en 2011, trajo a la fama su estilo característico de canciones amorosas melancólicas con éxitos como «Rolling in the deep» y «Someone like you», que seguramente haya escuchado la mayor parte de la población a través de la radio o Internet. Su tercer álbum, «25», pareció invadir el mundo con su sencillo «Hello», que a día de hoy estoy seguro que muchos lo recordamos como si fuera reciente por el impacto que tuvo y sigue teniendo. Nadie dudaría de que Adele es una verdadera genio de la música.
De Nickelodeon a Fama Mundial
Muchos la pueden recordar como Cat, la divertida amiga pelirroja de la protagonista de la serie «Victorious» de la productora «Nickelodeon»; sin embargo, ahora el mundo la conoce como Ariana Grande, una de las más famosas divas americanas del pop actual, sacando éxito tras éxito en las listas musicales. Su fama mundial como una cantante y no como actriz surgió con su colaboración con la rapera Iggy Azalea «Problem» en 2014. Con ese sencillo, Ariana dio a conocer su faceta más adulta y completamente distinta a la que mostraba en su fase de Nickelodeon, quería distanciarse de eso, y vaya si lo consiguió. Pues su siguiente álbum «Dangerous Woman» o «Mujer Peligrosa» conquistó el mundo en 2016 con sus letras más maduras y sensuales, y sobre todo con su colaboración con la famosa rapera estadounidense Nicki Minaj, «Side to Side».
Sin embargo, el «boom» más reciente que nos ha otorgado Ariana puede que haya sido el más importante y significativo para su carrera hasta hoy. Dos álbumes seguidos en dos años, 2018 y 2019, inspirados tanto por dolor como por alegría por su nueva vida de estrella internacional. Uno de estos álbumes siendo «Sweetener», con éxitos como «God is a Woman», «Breathing» y «No tears left to cry», cuyas letras hablan de su vida amorosa con su ex-prometido Pete Davidson y su manejo del dolor y tristeza por eventos como el ataque terrorista durante un concierto suyo en Manchester. Esto es ampliado en lo que casi parece una continuación de este álbum, «Thank u, Next», publicado en 2019. Con éxitos como la canción con el mismo nombre que el álbum, en la que habla de sus ex-novios y lo que aprendió de cada relación con ellos, hablando incluso de la muerte de su ex-novio rapero Mac Miller, por la cual sufrió mucho. Otros éxitos de este álbum fueron «7 rings» y «Break up with your girlfriend, I’m bored», mostrando un lado suyo más alegre y «fiestero». Aunque según muchos fans, el resto de las canciones de este álbum tienen un mensaje triste tapado con una melodía alegre, simbolizando la dificultad que viene con convertirse en una persona famosa frente a los ojos del todo el mundo que pueda criticarte o juzgarte.
Simplemente Billie Eilish
Es difícil describir a Billie Eilish o meterla en una categoría, ya que ha logrado cosas que no se habían visto jamás, desde simplemente los temas profundos de sus canciones y su imagen innovadora en el ámbito «mainstream» hasta sus récords musicales y logros a tan temprana edad.
Estando involucrada en proyectos artísticos tanto musicales como de baile desde pequeña, a ella y a su hermano mayor, Finneas O’Connel, siempre les ha apasionado la música, lo cual los ha llevado a componer y publicar canciones juntos, cantadas habitualmente por Billie. Es el caso de su primer éxito «Ocean Eyes», que Billie publicó en 2016 con solo quince años y subió un videoclip para la canción en YouTube, que la lanzó a la fama formando un fiel conjunto de fans que la siguieron apoyando. Gracias a esto, grabó más canciones y sacó el EP «Don’t smile at me», incluyendo canciones como «Ocean Eyes», «Bellyache» y «idontwannabeyouanymore». Mostrando letras profundas con melodías habitualmente lentas o tristes, tratando temas como el odio propio o la soledad.
Más tarde, lanzó su primer álbum «When we all fall asleep, where do we go?», alcanzando ya una fama internacional y posiciones altas en las listas de las radios y revistas musicales. Los éxitos mas notables del álbum son «Bad Guy» que rompió varios récords en los Estados Unidos y en el resto del mundo con solo 17 años, «All the good girls go to hell» , que trata el tema de la contaminación y el calentamiento global, «Xanny» tratanto el tema de las drogas en adolescentes y «When the party’s over», sobre una relación complicada con sus amistades. En 2020 recibió seis nominaciones a los premios Grammy y ganó cinco de las seis, con lo que se convirtió en la artista más joven en ganar dicho galardón, superando a Taylor Swift.
K-Pop
K-Pop o pop coreano es un fenómeno que ha tomado el mundo por sorpresa, y para la mayoría de los fans de la música como una sorpresa agradable. Este estilo de música que combina canto, coreografías complejas y una estética única, todo pulido al máximo desde el principio, ha sido como un soplo de aire fresco para la música occidental. Y los pioneros de este género a nivel internacional han sido en gran parte el grupo masculino BTS, seguido en fama internacional por el más reciente grupo femenino Blackpink. Aunque otros artistas como el grupo Big Bang o el cantante PSY hayan tenido éxitos mundiales, ninguno alcanzó el mismo éxito en logros y dedicación de fans como BTS, un grupo formado por siete chicos coreanos, cuyos nombres de escena son: V, Jungkook, Jimin, RM, Jin, J-hope y Suga.
El éxito mundial de este grupo comenzó con sus álbumes «Wings» y «Youth» en 2016, con hits masivos como «Blood Sweat and Tears» y «Save me». Desde allí su fama no hizo más que aumentar, lanzando álbumes nuevos cada año , alcanzando fama «mainstream» en Estados Unidos apareciendo incluso en programas de televisión nacionales gracias a su álbum «Face Yourself», encabezado por los sencillos «DNA», «Best of me» (colaboración con el grupo estadounidense The Chainsmokers) y Mic Drop (colaboración con el DJ Steve Aoki). Tras estos logros musicales acompañados de colaboraciones con artistas occidentales, BTS han conseguido colaboraciones con artistas cada vez más reconocidos como Nicki Minaj, Halsey y Sia.
Y lo mismo se puede decir del grupo formado por cuatro chicas: Jennie, Jisoo, Rosé y Lisa: Blackpink. Aunque es un grupo más reciente y con menos historia musical, han conseguido unos logros sorprendentes y una fama internacional, colaborando con artistas como Dua Lipa y Lady Gaga.
Todas sus canciones hasta el momento han sido unos éxitos excepcionales, como «Boombayah», «Whistle», «DDU-DU DDU-DU», «Kill this Love» o «Kiss and Make Up».
EL FUTURO CON EL SFUMATO Por Carmen Bosqued
¿Qué es el futuro? Pues la verdad, y para ser sinceros es una mierda. Y para nosotros, los adolescentes, es la peor mierda del mundo. Es eso que nos atormenta, que nos acecha, que nos obliga a estar cuerdos. Pero no cuerdos de estar en nuestras plenas facultades mentales, más bien todo lo contrario. He utilizado la palabra cuerdos por que al saborear su sonido, sientes las cuerdas que nos atan bajando por la garganta. Las sientes, y queman. Nunca dejan de quemar. Es por esto por lo que no me equivoco al decir que el solo recuerdo de la palabra “futuro”, su simple susurro, nos asusta. Su constante emisión hacia nuestros oídos hace que este ominoso término caiga sobre nuestra espaldas como el peso de una vida. Una vida que se va a ver presionada por preguntas sobre algo que a duras penas existe.
¿Que vas a querer estudiar? ¿Que puesto de trabajo vas a conseguir? ¿Vas a tener hijos? ¿No crees que deberías currártelo para el día de mañana?
Deberíamos convertir estas palabras en algo flébil, y no en algo digno de felicidad. Porque al fin y al cabo, ¿que es realmente el futuro? No es nada, y lo es todo. Es algo que pasa, pero que antes ha venido. Es algo que vivimos pero que no sentimos. Algo que no merece todas las connotaciones negativas que nos hace sentir. Ya que, después de todo el futuro es ahora. Y es que el siguiente segundo, ya es otro momento. Un momento que se esfuma delante de nuestras narices y nos quedamos mirando como idiotas, pensando que cuanto más hablemos de el, que cuanto más lo admiremos y valoremos, más tardará en irse. Por desgracia esto no pasa, y el presente se convierte en un pasado, al cual le sigue el futuro. Porque por desgracia, el tiempo es fatal, inexorable y no atiende a las peticiones humanas. Así que creo que deberíamos resignarnos al presente, y dejar de pensar en que podemos mantener y preparar algo que ni el más afortunado de los hombres podría controlar.
Carmen Bosqued González 2º Bachillerato C