¡DESCUBRE TU ESPÍRITU COMPETITIVO! Por Nicolae Borta

¡BUENAS, LECTORES! ¿ALGUNA VEZ OS HABÉIS PLANTEADO PRACTICAR ALGÚN DEPORTE O HASTA COMPETIR? CON ESO OS VOY A AYUDAR YO, ME HE TOMADO EL TIEMPO DE ENTREVISTAR A UNOS Y UNAS AUTÉNTICOS/AS COMPETIDORES/AS SOBRE SUS EXPERIENCIAS PARA QUE NOS HAGAMOS UNA IDEA DE LO QUE SIGNIFICA ESO. SI OS INTERESA, ATENTOS Y ATENTAS A LAS RESPUESTAS DE ESTOS EXPERTOS.

Voleibol: Darío y Rubén

Rubén López y Darío González, dos compañeros del mismo equipo practican voleibol de forma competitiva. ‘¿En qué consiste? Pues, en básicamente un un campo de 18 x 9 con una red de por medio de altura variable, según la edad y el género, en no dejar caer el balón en tu campo y hacer que caiga en el campo adversario o que el adversario saque el balón fuera de tu campo, «grosso modo», nos explica Darío sobre el deporte.

Ambos están inscritos en la liga de Aragón y se enfrentan a otros equipos, teniendo un partido o dos por fin de semana, ya que ambos están en tanto el equipo juvenil como el senior.

«Lo juego por diversión, pero ya que además participo en torneos se puede considerar que lo practico de forma competitiva también. Un día simplemente me encontré en la cancha y empecé a jugar, y aunque mi deporte principal era el baloncesto, acabé en un equipo de voleibol.»,nos cuenta por otra parte Rubén.

‘Empecé a practicarlo en la tercera evaluación de cuarto de la ESO, porque dejé el violín por falta de tiempo para ensayar y pensé en hacer algún deporte para hacer algo. Empecé en el PIEE (Élaios) y ahora estoy en un equipo más ‘profesional’.’-Nos cuenta sobre su historia Darío. Lo cual puede dar una idea de como empezar alguien a quien le pueda interesar.

Al preguntarle si se ve haciéndolo en diez años, Darío nos cuenta de forma cínica que entonces tendrá 28 y quién sabe si no habrá muerto para entonces. Sin embargo, afirma que no le importaría aunque tampoco lo ve muy seguro. Darío piensa perseguirlo solamente como un hobby, ya que el voleibol está muy infravalorado y habría que ser MUY bueno para poder vivir de él.

Rubén López en un partido de voleibol

Por otra parte, Rubén afirma con total seguridad de que en diez años se ve haciendo todo tipo de deportes: «Como soy una persona muy deportiva, me veo incluso haciendo fútbol, aunque no me guste el fútbol, pero seguiré practicando voleibol y baloncesto.». Está claro que Rubén es una persona deportista y le veremos en canchas y partidos dentro de diez o hasta veinte años. Sin embargo, él no piensa perseguirlo de manera profesional, ya que lo ve como algo muy complicado, y aunque afirma que si surge la oportunidad quizás la tomaría, no es algo que él busque.

Finalmente, directamente a los interesados, nuestro jugador local del Élaios recomienda: «Si a alguien le gusta el volley, que se apunte, ¿sabes? Yo recomendaría que empezara en algún equipo tipo liga PIEE si estás en un instituto, para aprender, y si ves que te interesa y tal, que te apuntes a un equipo más serio. Y, sobre todo, la constancia, porque como empieces a entrenar y luego faltes a entrenamientos, no vas a mejorar nada y te vas a frustrar hasta faltar más y acabar dejándolo. Constancia sobre todo

Mientras que su compañero igualmente lo recomienda por los beneficios físicos variados que otorga el practicar este deporte. Y como consejo a los principiantes es «Paciencia, porque no todo se logra de golpe, como en todo deporte, tienes que ir poco a poco porque paso a paso mejorarás. Hay momentos en los que te estancas, pero siempre hay cositas que puedes ir puliendo, para dejar de estar estancado».

Atletismo: Sergio y Ada

Otro deportista local de nuestro instituto, Sergio Alvira, nos cuenta su experiencia practicando y a vez compitiendo en atletismo. El atletismo es un deporte con muchas disciplinas, pero todas consisten en usar tus capacidades físicas al máximo. «Yo hago carreras de velocidad (distancias entre 60m y 400m), aunque también hay fondo y medio fondo, saltos y lanzamientos, lo que hace que sea un deporte para muchos tipos de deportistas.», nos explica el atleta en cuestión. Aunque esta temporada lo practica solo de forma recreativa, o para mantenerse en forma, en otros años ha participado en competiciones.

Sergio y su amiga, Ada, entrenando

«Este es el tercer año que hago atletismo, comencé porque no hacía ningún deporte y sabía que era importante para cuidar mi salud física y también mental. Es un deporte que me gustaba y que siempre se me había dado bien en educación física y como mi amiga ya lo practicaba desde antes tuve claro el apuntarme», nos cuenta Sergio sobre sus inicios. Sin embargo, afirma que no se ve haciéndolo dentro de 10 años, ya que es un deporte muy orientado a la competición, y dentro de una década quizás practicarlo solo de forma recreativa ya no tenga tanto sentido para él, pero tiene claro que seguirá haciendo algún deporte similar. Por lo tanto, no piensa perseguirlo de forma profesional y desde su punto de vista nos cuenta que conseguir vivir de un deporte, el que sea, es muy difícil y duro y que solo unos pocos ‘privilegiados’ a veces pueden hacerlo.

Al preguntarle si se lo recomendaría a otras personas, respondió con «Se lo recomendaría a todo el mundo, porque es un deporte que te cambia por completo. A parte de la evolución física, si lo practicas de forma correcta, sin ‘excesos’ como algunos de los atletas más laureados, es muy beneficioso para tu salud, correr siempre va a ser mi principal liberación del estrés. Además es un deporte en el que tienes que tener mucha actitud y aprendes a conocerte mejor al trabajar tus capacidades al máximo.

Por otro lado, Ada Andrea, compañera de Sergio en tanto este deporte como en clase de instituto, nos cuenta que antes lo practicaba de forma competitiva y, sin embargo, ahora lo practica solo de forma recreativa. «Empecé a practicarlo en tercero de primaria porque yo me apuntaba a carreras por mi cuenta y no me iban mal. Por lo cual decidí hacer atletismo», nos cuenta Ada. Sin embargo afirma que no se ve haciéndolo dentro de diez años y que ahora solo lo ve como un hobby.

Para los aspirantes a este deporte, esta atleta veterana anima a ver las pruebas que se les den mejor o más les gusten para practicarlas y especializarse en ello.

Buenos consejos e historias por parte de ambos, espero que hayan inspirado a otros a probarlo.

Kárate: Inés

Inés Durango lleva practicando kárate desde los ocho años; ahora tiene quince. Decidió empezar gracias a los ánimos de sus amigos y a los beneficios del kárate, como la capacidad de autodefenderse. Admite que tampoco sabía mucho de este arte marcial hasta que empezó a practicarlo, que fue cuando sintió una verdadera pasión por ello.

Inés Durango durante alguna práctica de kárate

«Es un deporte en el que fundamentalmente te enseñan a practicar un arte marcial, pero siempre desde el respeto y la humildad. Practicas un arte marcial en el que también haces ejercicio físico, por supuesto, pero…te enseñan muchos más valores como el respeto, la humildad y el compañerismo», nos explica ella.

Compite en kárate aunque también disfruta mucho haciéndolo, por lo que lo considera como algo recreativo también. Se ve haciéndolo dentro de diez años, «Es mi pasión, es mi vida, la verdad. El kárate es lo mejor que me ha pasado en la vida y aunque ahora esté lesionada, que llevo tres meses y medio sin hacer kárate porque me operaron, y si no me lo impiden las lesiones, en diez años seguiré dándole duro.», nos comenta con emoción nuestra karateka.

Inés admite que el kárate no se le da mal y prefiere la modalidad de ‘katas’ (palabra japonesa que describe un conjunto de movimientos practicados solo o en pareja.) y que le gustaría poder algún día ir a competiciones de más alto nivel como campeonatos de Europa, ya que ya ha estado en campeonatos de España y le gustaría ir más allá. Sin embargo, afirma que si no puede, seguirá practicándolo como un hobby porque le encanta.

Recomienda al 100% hacer kárate ya que no solo se hace mucho ejercicio físico porque ‘meten mucha caña’, según ella, sino que también enseña unos valores que otros deportes no te van a enseñar, la mayoría relacionados con el respeto y la humildad por el contrincante. Como consejo para alguien que quiera empezar: «Que sea constante, porque el kárate poco a poco se mejora y aunque al principio veas que estás un poco perdido, lo que sea, enseguida te pones en marcha y empiezas a mejorar y es un cambio brutal. Y sobre todo disfrutar cada movimiento.»

Inés Durango durante alguna competición

Creo que su historia se puede decir sin duda alguna que emocionaría a cualquiera y hasta a mí me haría recomendárselo a la gente.

Salto con pértiga (atletismo): Ángel

Antes hablamos del atletismo y como tiene distintas modalidades, pero esta vez nos vamos a centrar en una específica que llamó la atención a nuestra entrevistado actual, Ángel Alonso Rodríguez. Practicante de salto con pértiga, una disciplina del atletismo que consiste en superar una barra horizontal a la mayor altura posible con una pértiga o garrocha.

Aunque compite, Ángel nos explica que ya le motiva competir y que disfruta haciéndolo más de lo que podría si fuera solo por diversión.

En sus inicios, le dio una ‘venada’ de hacer atletismo, según nos cuenta, y empezar corriendo, hasta que un día vio a otros practicar el salto con pértiga y le llamó la atención, le dijo a su entrenador que quería probar y él le enseñó. Ángel resultó ser bueno y siguió practicando la disciplina. Aunque le gustaría seguir haciendo este deporte durante los próximos años, admite que no sabría decir ya que para él el saber pesa más, es decir el aprendizaje y la literatura, pero si consigue compaginarlo, lo hará. Le gustaría practicarlo a un nivel profesional, pero si por causas externas como lesiones o preferencias que le podrían surgir con el tiempo no pudiese, lo mantendría como un hobby.

Por último, a los posibles interesados les aconseja que si tienen miedo y no confían en si mismos, que no lo intenten, porque no lo conseguirán. Pero si consiguen sobrellevar eso, que disfruten. También aconseja tener un buen entrenador y mucha paciencia, ya que se necesitan horas y años de práctica para llegar a ser verdaderamente bueno.

Ángel durante una de sus prácticas de salto con pértiga

Danza: Letizia

Letizia Selva, una ex-alumna de intercambio italiana de nuestro instituto, es una cuádruple amenaza en cuanto a baile ya que hace ballet, danza moderna, claqué y heels (baile sensual con tacones que usa elementos como por ejemplo de vogue).

Letizia en una actuación de danza moderna
Letizia en una actuación de ballet

Nos explica que claqué y heels lo practica de forma recreativa, para ballet hace exámenes mientras que para danza moderna hace competiciones.

Esto último empezó a practicarlo en 2010, a los 9 años, porque lo que hacía antes, natación, la aburría. Por eso, su abuela y sus amigas la convencieron para que se apuntara a danza moderna. Frente a la pregunta de si se ve haciéndolo dentro de diez años nos comenta: «Sí, aunque creo que en el futuro no voy a seguir haciendo competiciones y va a ser solo un momento para relajarme y divertirme un poco. No me veo haciéndolo de manera profesional porque no tengo tanto talento como para poder vivir de esto y además ya tengo otros planes para mi futuro. Nunca lo he visto como algo que se podría transformar en un trabajo

Sin embargo, afirma que se lo recomendaría a cualquiera que le interesase, y sus consejos son intentar dar lo máximo siempre, porque así se verán los resultados, y tampoco desmoralizarse si no sale todo perfecto. «Todos sabemos hacer una cosas mejor que otras y así podemos divertirnos también y disfrutar de la danza y de las emociones que te da», añade finalmente la asombrosa bailarina.

Letizia en una competición de danza moderna

Rugby: Diego

Diego Artigas es un ex-alumno del Élaios y una persona amante de una gran variedad de deportes, desde pádel y fútbol sala hasta rugby. Sin embargo, esta vez vamos a contar su historia con el rugby, que ha visto en la tele desde pequeño y que ha empezado a practicarlo prioritariamente de forma competitiva desde que su entrenador de fútbol sala (que también entrenaba rugby) se lo recomendó cuando él tenía 13 años. El rugby es un deporte de 15 contra 15, en el que no se distinguen posiciones de atacar o defender: todo el equipo ataca cuando tiene el balón y se basa en plantar la pelota por detrás de una línea de marca del equipo rival y evitar que lo hagan en el tuyo, y luego tirar a palos como puntuación extra.

La pasión por los deportes de Diego surgió de sus inseguridades de pequeño, que lo llevaron a entrenar su cuerpo hasta estar contento con su aspecto, y la variedad de personas que encontró en los entrenamientos de rugby lo hicieron estar a gusto y a querer formar parte de eso: «Mi entrenador me dijo que fuera a probar y vi que había un montón de gente mucho más flaca que yo, mucho más gorda que yo y que todos eran súper felices, súper amigos, no había complejos de ningún tipo, ni de si eres rubio o negro o flaco u hombre o mujer…Y fue eso lo que me llevó a meterme más en ese deporte», nos cuenta él su emocionante historia.

No obstante, no se ve haciéndolo a nivel competitivo hasta dentro de diez años ya que prioriza los estudios, el trabajo…Causas como bachiller y selectividad le hicieron incluso dejar temporalmente el deporte. Además, sabe que es imposible para él ganarse la vida de ello. Y encima, nos cuenta que ha sufrido una dolorosa lesión: «Hasta hace medio año te hubiera dicho que sí, y ahora pues te digo que no. Porque me rompí el cruzado posterior, rotura parcial con desgarre en Navidad, y la recuperación está siendo medianamente mala por el tema de la pandemia y tal, la rehabilitación. Y pues no me veo sosteniendo un dolor en la rodilla diez años.» Sus razones son más que válidas, pero igualmente seguirá disfrutando de los deportes que tanto le apasionan, tal y como nos confirma en la entrevista: «Siempre va a ser mi hobby, soy muy de venadas, me gustan tanto los deportes (rugby es el deporte de mi vida pero me gustan muchos más) y el rugby practicado a nivel profesional te imposibilita el resto, porque es una fuente de lesiones, aparte de que no tengo el nivel técnico para ser un profesional.»

Finalmente, Diego recomienda el rugby, además de cualquier deporte, por el tema de los valores: «Si es un deporte individual te ayuda a mejorarte a ti mismo y a tener una ética de trabajo contigo mismo espectacular; si es a nivel equipo es eso y además a nivel cooperación. Cualquier deporte es tremendo, pero el rugby es especial, pues aún estando en 2020 se guardan unos fundamentos básicos que se llama respeto: por el rival y por el árbitro. Mis rivales no son mis enemigos, la diferencia es que un rival es un amigo que deja de serlo durante 80 minutos.» Después del partido hay un ‘tercer tiempo’ obligatorio que consiste en que ambos equipos van a comer y a beber algo.

Diego y un compañero del equipo contrario, como muestra del respeto que abunda en el rugby

Tal y como pudimos ver en kárate anteriormente, muchos deportes tienen una base fundamental que son los valores y el respeto, y el rugby además parece poner especial énfasis en ello, hasta teniendo una fase obligatoria para mostrarlo.

«En cuanto al respeto al árbitro, se le ve casi como un padre, él sabe mejor y no tienes potestad para protestarle, hacerlo te invita a una cartulina amarilla, tu capitán te mete una hostia y te vas a tomar por culo. Se acata lo que dice el árbitro, porque se entiende que todo el mundo amamos tanto ese deporte que estamos pendientes 80 minutos de jugar, más que de protestar o fingir, golpes…Más bien se finge que no te han dado el golpe para poder seguir jugando», elabora el jugador de rugby en su explicación.

Personalmente, creo que este deporte y la historia del entrevistado son admirables y demuestran una fuerza de voluntad y una fortaleza y determinación envidiables. Esperamos que la gente aprenda a apreciarlo y a darle una oportunidad a este deporte.