BIBLIOFOBIA Por Isabel Nieto

La bibliofobia es la aversión patológica o enfermiza a los libros, es decir, un miedo irracional a estos. Esta fobia suele iniciarse en las personas a edades tempranas, sobre todo si se ha sufrido alguna experiencia desagradable respecto a la lectura. La principal causa de su origen es la experiencia traumática, impulsada por la falta de comprensión del texto, la baja autoestima, distintos trastornos de aprendizaje o la burla por no leer correctamente.

Este tipo de fobia es una que muchos niños desarrollan durante su infancia, arrastrándola hasta la edad adulta. Sin embargo, ¿todos los jóvenes que afirman no tener un hábito de lectura sufren de ella?

Actualmente, el no ser fan de la lectura o el ni si quiera leer un simple libro parece ser lo más común, mientras que años atrás el tener un volumen en las manos era el mayor de los privilegios. ¿Cómo hemos llegado a ese punto? Muchos dirán que es culpa de las nuevas tecnologías, otros, del poco interés de la juventud, y otro pequeño grupo acusará al gobierno por no darle a la cultura literaria la importancia y el reconocimiento que realmente se merece. Hay muchas opiniones al respecto, pero lo cierto es que todos están en lo correcto, de alguna forma, claro.

La tecnología ha ido sustituyendo al papel poco a poco, al igual que ha dado lugar a nuevas formas de entretenimiento (videojuegos, películas, series, redes sociales…) que, finalmente, han conseguido alejar la lectura de nuestros ojos, ocasionando el poco interés de la juventud en ella. Asimismo, el gobierno no trata de promulgar la literatura tanto como se debería, apoyando de forma indirecta (o no tan indirecta) el abandono de este hábito tanto en niños como en adolescentes. Sin embargo, no todo son aspectos negativos: estos nuevos pasatiempos creados pueden acabar conduciendo a la persona a algún libro, puesto que muchas películas o series se inspiran en obras ya escritas, al igual que algunas redes sociales animan a muchachos como nosotros a hundirse en el mundo de la literatura, como por ejemplo aplicaciones como Wattpad, Archive Of Our Own (más conocida como AO3) o WebToon, que atraen tanto a amantes de la literatura como a seguidores de películas o series populares con la excusa de descubrir algún dato nuevo o ver como una pareja que tanto deseabas que acabara junta se hace realidad en los llamados fanfics. Parece una tontería, pero muchas personas han llegado a construir una rutina de lectura gracias a estos pasatiempos, que han conseguido despertar a ese pequeño monstruo que llevamos dentro, avivando ese hambre de letras y nuevos mundos.

Logo de Wattpad
Logo de AO3
Logo de WebToon

No obstante, no funciona con todos los jóvenes, y con los que sí, prefieren esconderlo y fingir que su tiempo libre es invertido en otras actividades. La gran pregunta es, ¿por qué? La respuesta es simple: por miedo. Pero, ¿a qué exactamente? Desarrollemos.

La sociedad de hoy en día se rige por unas normas muy marcadas, a pesar de no ser diferenciadas a simple vista. Debes vestir de tal forma, te deben gustar cosas concretas, debes asistir a determinadas actividades, participar en otras… y, sorprendente mente, aunque no lo parezca, debes leer lo menos posible. Si bien ahora la lectura está volviendo a normalizarse, los rastros del rechazo que había sido infundido siguen siendo notables.

Todos tenemos algún amigo al que le encanta leer. El típico que tiene en su habitación una estantería dedicada únicamente a sus libros. Ese que se ha leído todos los títulos que se te pasen por la cabeza, incluidos los menos conocidos. ¿Cuántas veces lo has oído hablar de ello en público? ¿Cuántas veces le has visto interrumpir una conversación porque otras personas se acercaban? ¿En cuántas ocasiones ha dicho «no» cuando era un obvio «sí»? Estoy segura de que has sido testigo de todo ello, por lo menos una vez. ¿Nunca te has preguntado por qué hace eso? ¿Por qué las personas que disfrutan tanto leyendo no hacen más que esconderse de los demás?

Todo se remonta a la presión social. El miedo a no encajar, a ser rechazado.

A lo largo de nuestra vida nos han enseñado lo importante que es la lectura y lo mágico de cada uno de esos mundos plasmados en letras, pero al llegar a una edad determinada es como si algo en nuestra cabeza hiciera «click», cambiando nuestro punto de vista sobre una actividad tan simple pero que nos ha acompañado durante la infancia. En vez de ser algo atractivo, pasa a convertirse en una actividad aburrida, carente de interés para nosotros. Sinceramente, desconozco el por qué de ese cambio en algunas personas, pero debo admitir que me siento afortunada de no haber sido víctima del «click». 

Debido a eso, como he dicho antes, muchos adolescentes comienzan a ver la lectura como algo que no merece la pena, e inconsciente o no tan inconsciente mente, los comentarios ofensivos, discriminatorios o de rechazo hacia ello y las personas que realmente disfrutan de la actividad se hacen presentes. Esa es la razón por la que los lectores, los verdaderos amantes de las historias escritas, deciden esconderse y pasar desapercibidos. El rechazo que reciben a diario por parte de personas no lectoras ocasiona miedo, temor a no ser aceptados en un grupo social, a no pertenecer a ningún lugar. Pavor a la soledad. Y nadie desea estar solo.

¿Te gustaría ser rechazado por lo que te gusta? ¿Que todos interrumpan tu conversación con la excusa de que a nadie le interesa? No necesitas responder. Todos sabemos que dirás no.

Los adolescentes se esconden, esperando integrarse en la sociedad siguiendo las normas dictadas por esta, dejando de lado pasiones que los llenaban y les hacían ser ellos mismos. Con los aficionados a la lectura ocurre lo mismo.

Respecto a la primera pregunta formulada en este artículo, la respuesta es no. No todos los jóvenes sufren bibliofobia, pero si se sigue motivando la no lectura y los comentarios despectivos hacia ella, puede que las generaciones futuras desarrollen este tipo de fobia. Entonces será cuando nos preocupemos y nos cuestionemos: ¿cómo hemos dejado que esto ocurriera?