«EN MI PRIMER DÍA DE TRABAJO ESTABA MUERTO DE MIEDO» por Ioana Bulmaga, Laura Morales y Víctor Gracia

El Director Rafael Martínez.

Rafael Martínez, director de nuestro centro, es un hombre activo, aficionado al deporte y responsable. Nació en un pueblo de Burgos y ha vivido gran cantidad de experiencias en sus viajes y trabajos.

La Voz del Elaios- Sabemos que usted es de un pueblo de Burgos, ¿le gustaría volver allí?

Rafael Martínez- Mi mujer y yo somos de un pueblo grande, casi como Huesca y tanto ella como yo hemos estado viajando. Ella estuvo en Bélgica, yo en Palencia, Burgos, Salmanca, Murcia… y nos juntamos en Madrid. Acabamos viviendo aquí, en Zaragoza, cuando a mi mujer le dieron trabajo aquí. Durante un tiempo nos planteamos volver, para tener a la familia cerca, pero mover dos trabajos era difícil. Además, nuestra hija es de aquí y dicen que los padres son de donde los hijos son.

LVE- ¿Del trabajo en Madrid que nos cuenta? ¿Qué tal su experiencia como pizzero?

RM- Trabajé de varias cosas en Madrid: montando cuadros en una galería de arte, como creativo en un periódico, repartiendo pizza, como encargado de una tienda… Cuando me presenté a las oposiciones, después de todas las situaciones que había vivido iba bastante tranquilo, la verdad, porque había vivido y visto varias cosas. Entre ellas atracos, problemas al contar la caja de la tienda… gracias a esto había adquirido experiencia y me ayudó a superar los exámenes. También me enseñó a no pedir nunca en el Telepizza, la organización de un negocio con varios contratos de diferentes horas y  diversidad de  trabajadores.

Los redactores: Laura Morales, Ioana Bulmaga y Victor Gracia entrevistando al Director

LVE- Viaja a menudo al extranjero,¿tiene familia allí?

RM- No, mi mujer estudió en Bélgica, hizo la carrera allí y vamos muchas veces. Además, nos gusta Francia. Ella se encarga de la parte francófona en sus trabajos y eso nos hace estar en contacto con ese país.

LVE- Usted va al instituto en bicicleta y se interesa por el deporte. ¿Qué hace para mantener esa rutina?

RM-  Juego al tenis, voy al gimnasio y corro, pero menos que antes. Mi trabajo lleva mucha dedicación, aunque mi reto actual es poder dedicar tiempo a mi familia y al mismo tiempo ser capaz de trabajar bien. El deporte nos permite estar todos juntos, y a día de hoy para mi es más importante que el cine o cómic.

LVE- ¿Cuál fue su primera impresión al acabar la carrera?

Rafael Martínez.

RM- Cuando la acabé tenía bastante claro que no iba a ser profesor. Para entonces había sido monitor de natación y de arte en escuelas municipales. Tras un par de años haciendo un posgrado, la crisis me llevó a interesarme  po la docencia; empezó a gustarme y nada más sacar las oposiciones en Murcia,  me puse a trabajar. Mi primer día no fue sencillo y estaba muerto de miedo. No sabía si organizaba bien las clases, porque lo sepáis o no, cuando una clase entera  te está mirando, impresiona. También había cosas en la educación que me gustaban, como cuando te encuentras con alumnos que no son como tú y que no tienes su modelo. Yo pienso en la gente que es como yo, pero hay que explicarlo de manera para que todos lo entiendan. Si eres capaz de motivar y enseñar a gente que no es como tú, entonces es cuando te sientes un profesor. Poco a poco llegué a tener esa sensación y luego ha habido momentos geniales en la educación, pero al principio, sobre todo, miedo.

LVE- Respecto al Elaios, ¿encuentra colaboración con el equipo directivo?

RM- Sí, cuando yo me presento a director, lo hago creyendo que las condiciones son buenas. Es un centro con buena tradición y con las cosas bien organizadas gracias a los directores y equipos directivos anteriores. Algunos de los que forman parte del equipo directivo actual ya tienen experiencia y me aprovecho de ello. Me abrigo de las experiencias y cuando me presenté, todos me aceptaron. En cuanto a los profesores, yo estoy muy contento. Hay mucha gente que tiene ganas de hacer cosas, que quieren trabajar.

LVE- ¿Y con los alumnos?

RM- Voy echando de menos el aula, ya que poco a poco voy conociendo menos a los chicos por las pocas horas de docencia. Por supuesto, si soy director es porque me gusta, pero echo de menos esa relación con vosotros que a veces resulta trabajosa y difícil, pero la esencia de mi trabajo es eso. Mi motivación es intentar establecer un ambiente cómodo y organizado.

Antonio Poves y Rafael Martínez en Grecia

LVE- ¿Qué le animó a apuntarse al viaje de Grecia?

RM- Creo que es una actividad muy chula, que organiza Antonio Poves desde hace muchos años y que conviene conocerla de cerca y cuidarla. También voy con la intención de ver cómo se planifica para darle continuidad. Me parece interesante que el viaje de estudios del Elaios no sea Benidorm o a las islas a beber. Antonio habla griego y lleva muchos años haciéndolo y es difícil estar a su altura.

 

LVE- El primer profesor que supo de su intención de ser director fue Antonio Poves, ¿mantiene una cierta amistad con él o es la relación laboral que se ha formado durante años?

RM- Tú puedes tener un compañero y tener una relación cordial. Con Antonio han sido muchos años juntos en el Departamento y pienso que cuadramos bien. Aunque tenemos opiniones diferentes, respetamos nuestras decisiones y acuerdos.

Rafael Martínez en la Gala de la Gola dando a conocer uno de los premios del concurso de microrrelatos.

LVE- Respecto a la política, ¿Qué opinión tiene en cuanto a la ley de Educación que ha causado tanta polémica?

RM- Esa ley está en cuestión y se está revisando por la situación política actual. El problema es que estamos empezando a funcionar sin seguridad ni estabilidad legislativa, ya que cada año es diferente, se tienen condiciones nuevas….

Es un desastre para los alumnos, porque es difícil darles una información que dura dos minutos. Estos cambios constantes creo que no son favorables, pienso que la situación es como un terremoto. Estáis viendo cambios cada dos por tres, buscando el camino para llegar a vuestro objetivo por encima de la ley. Lo que yo opino  es que lo que necesitamos es un pacto por la educación.

LVE- Y para finalizar, ¿qué le parece el proyecto del periódico? ¿Cree que alcanzaremos nuestro objetivo o no tiene muchas expectativas?

RM- Tengo muchas expectativas por vosotros, por las profesoras que lo llevan, y porque es un proyecto del centro que está apoyado y que tiene antecedentes de otros periódicos y revistas.

El proyecto es ambicioso ya que mezcla niveles, roles, y los interesados sois vosotros y los profesores. Sois la esencia y aprenderéis con el tiempo.

LA EDUCACIÓN DE MIS SUEÑOS, por Raúl Cruz

Antes de comenzar con este artículo de opinión, quiero comentar la razón fundamental por la que me he decidido a escribirlo.

Un ejercicio de discusión entre un grupo de alumnos de 1º de bachillerato, entre los que me encuentro, es proponer sistemas educativos alternativos al que tenemos actualmente en España. Partimos del punto  de que no está nada mal, pero que se puede mejorar enormemente.

Para entender cómo debe ser una educación superior adecuada, tenemos que analizar cómo son las bases, y cómo sería mejor que fuesen.

En primer lugar, consideramos que la educación infantil debería considerarse obligatoria. No únicamente en aras de la formación de los niños (cosa que apenas ocurre), sino de las relaciones sociales de amistad que se establecen en esta temprana edad y que son fundamentales para el desarrollo de su identidad. Hacerla obligatoria permitiría conseguir una mejor igualdad de base para toda la población.

Imaginemos a unos padres que deciden recluir a su hijo en casa hasta los 6 años. Cuando lo integres de lleno junto a sus quintos no va a partir en igualdad de condiciones. Es una decisión que no toma el niño y que le va a marcar durante toda su vida de forma clara.

En cuanto a la educación primaria también tendría que reformarse, sobre todo apartándose de la línea que se propone con la LOMCE. La educación primaria, sobre todo hasta 3ero, tiene que ser una etapa para desarrollar en los niños sus capacidades básicas, tanto intelectuales -lectura, escritura, y comprensión lectora, aritmética sencilla, conocimiento básico de su medio y, muy importante, idiomas- como de sus aptitudes físicas. Es más importante explicarle qué pasa si se rompe un hueso, que saber que es una ecuación o una rima asonante.

Congreso de los Diputados, donde se aprueban las leyes educativas

Desde mi punto de vista, el problema surge cuando se intenta que los niños apliquen el método de estudio de los adolescentes y adultos a una escala menor; el método de aprendizaje tiene que ser diferente. No soy quien para dictaminar cual es este método, pero lo que sí que tengo claro es que se debe consultar a los profesionales educativos de nuestro país, y olvidarnos de una vez de decretazos, dependiendo del color del gobierno.

Siguiendo con esta idea llegamos a la educación secundaria obligatoria (ESO), polémica ya desde sus inicios hace más de 20 años. Considero que el hecho de que se extienda la educación obligatoria hasta los 16 años es un aspecto clave para defenderla. El carácter básico y universal  es extremadamente importante, y que no se debe atacar, sino reforzar y trabajar por mejorar.

La ESO, tal y como está planteada ahora mismo, se trata más o menos de una habitación que te abre muchas puertas, de muy diverso tipo. Este es otro aspecto clave fundamental, siendo además uno sobre los que ha atentado la LOMCE.

Los frecuentes cambios legislativos en materia educativa repercuten negativamente en la educación

De nuevo, propongo que los legisladores, a menudo distanciados de la comunidad educativa, pregunten a profesores, padres, alumnos, personal no docente, ciudadanos… Una idea de muchos es mucho más poderosa que un papel redactado en un despacho y firmada por nuestro querido presidente, y por el ciudadano Felipe de Borbón.

Respecto al bachillerato sí que tengo una idea que se distancia bastante de la realidad actual. A mi juicio, esta etapa, previa a los estudios superiores,  es en  la que   se adquiere la especialización que no se había conseguido con la ESO. En efecto, esa idea es fundamental.

La actual división de los bachilleratos me parece más o menos correcta. Tres troncos: ciencias, letras y arte. Los cuales se subdividen en 6 ramas; tecnológico, biológico, humanidades, sociales, artes escénicas y artes  gráficas. A esto habría que añadir la formación en estudios musicales.

Podemos comprobar que la oferta de bachilleratos en nuestro país es bastante amplia, y  creo que cubre todas las necesidades del conocimiento, tal y como lo entendemos a día de hoy .  Pero hay un gran problema, en mi opinión: la especialización no es suficiente.

Hablo desde mi conocimiento, el bachillerato científico tecnológico. En la EVAU (antigua PAU), nos examinamos de 4 asignaturas troncales obligatorias. Una de ellas es Lengua y literatura castellanas, y otra Historia de España, ambas muy alejadas de las opciones universitarias a las que nos queremos encaminar.

Realizando la EVAU

En ningún momento quiero decir que estas asignaturas sean menos importantes que otras más propiamente científicas. Mi argumento ronda la idea de que si es una prueba para entrar en una opción científica no tiene sentido evaluar tus conocimientos en una disciplina que no lo es. No obstante, considero que su obligatorio curso durante el bachillerato es fundamental. Desde mi punto de vista, la educación no es para formar personal cualificado, sino personas, ciudadanos del mañana de un país y de un mundo que aún no nos aventuramos ni a soñar.

El siguiente paso lógico, según cree la mayoría de la gente, sería matricularse en un grado universitario cualquiera, sacárselo y trabajar de lo que has estudiado. Esto es una idea completamente errónea. El objetivo de los estudios superiores es formar a personas en el campo del saber que más les gusta y para el que disponen de más aptitudes. No se trata pues de un mero convencionalismo social para producir profesionales.

La educación superior está tomando una peligrosa tendencia a depender de la demanda del mercado. Si necesitamos ingenieros, se favorecerán esas titulaciones en detrimento de otras. Esto sería lógico si fueran pequeñas facilidades, y no un ataque sistemático a grandes campos del conocimiento, como ocurre fundamentalmente con las letras. No hay duda de que nuestra sociedad es científica, pero no podemos tener una población que no estudie el resto del conocimiento. Aunque no parezca importante, lo es, mucho más de lo muchos creen.

Si alguien de los que lee esto está pensando qué grado estudiar, que por favor no priorice la demanda del mercado. ¿Te imaginas dedicar tu vida y tus esfuerzos a algo que no te apasiona?

Imagen relacionada
Alumnos del IES Élaios en un examen

Otro asunto muy controvertido en los estudios universitarios son los másteres. Llegaron a nuestro sistema con el plan Bolonia, y están decididos a quedarse. La idea que se propone con los másteres como complementos de los grados es buena, estudiar algo general y culminar tu formación de una forma más específica.

El problema surge cuando vemos el coste monetario de la jugada, un año de máster cuesta aproximadamente lo que 3 años de grado. Mucha gente acaba el grado y se tiene que poner a trabajar para poder pagar el máster, lo que provoca en muchas ocasiones que no se reenganche a los estudios. En definitiva, va a tener una titulación inferior al que se lo ha podido pagar inicialmente. Esto crea ya una diferencia que depende de las posibilidades económicas.

No tengo que argumentar apenas ya mi opinión sobre el fallido, por suerte, decreto conocido como 3+2; que proponía aumentar a 2 años los másteres que ahora eran de 1, y reducir los grados de 4 a 3 años.

Es importante remarcar la existencia de esa gran olvidada, que es la Formación Profesional, tanto media, como superior.  Muchos piensan que la FP es para los “tontos que no pueden con el bachillerato y con la universidad”, creencia totalmente falsa y que trunca, desgraciadamente, las aspiraciones profesionales de muchas personas.

Cursar una FP media en vez de un Bachillerato es una opción perfectamente válida, y no eres menos “listo” por tomar ese camino; sino todo lo contrario, eres capaz de enfrentarte a los convencionalismos sociales  y decidir qué es lo mejor para tu futuro.

Puedo hablar desde mi experiencia personal con la situación de algunos amigos míos. Acabaron la ESO a la par que yo y se matricularon en  bachillerato con el malvado convencionalismo social en mente. Poco tiempo después de empezar el curso se dieron cuenta de que se habían equivocado; el resultado fue que habían perdido un año de formación en plena flor de la vida. Los estereotipos sociales se habían vuelto a equivocar.

A continuación quiero hablar sobre la formación práctica. Una de las carencias de nuestro sistema educativo es este tipo de instrucción  demasiado teórica.

Apoyándome en testimonios de amigos y profesores puedo asegurar que lo que se enseña en los grados universitarios no te permite trabajar en ningún sitio. Todos mis conocidos han tenido que aprender su profesión sobre el campo. Este uno de los aspectos por los que reivindico una vez más la FP; si lo quieres es trabajar, aprende a trabajar.

Resultado de imagen de laboratorio escolar
La Formación Profesional, esa gran olvidada

Todos tenemos claro que dentro del sistema en el que vivimos si queremos hacer algo tenemos que gastar dinero. En el caso de la educación sería más correcto emplear el término «invertir». Esta diferenciación no es a menudo tenida en cuenta por los responsables de decidir cómo financiar la formación.

Mi opinión es clara, la educación no es un negocio, y por lo tanto debe ser pública y gratuita para todos los ciudadanos. Los otros modelos de financiación que encontramos en España son por medio de conciertos o totalmente privadas.

Mi crítica hacia la concertada es bastante áspera. El argumento principal que se puede plantear es, “si quieren llevar a sus hijos allí, todo correcto, pero que se lo paguen ellos”. En efecto, esta afirmación tiene toda la razón, sin embargo no es el único argumento que voy a exponer.

La mayoría de escuelas concertadas pertenecen a órdenes religiosas. Es una contradicción que entre todos paguemos una educación que no es igual a la pública y que además permite mantener a una institución que tanto mal ha hecho al saber en nuestro mundo.

Esta educación la pagamos todos

Mi crítica hacía la Iglesia es poderosa. Es por ello por lo que considero que se debe eliminar la religión de cualquier tipo de las aulas, cualquiera que sea su modelo de financiación. La religión en la aulas, también en las públicas, lo único que hace es alimentar a la institución conservadora. Quiero mencionar que estoy hablando de la Iglesia todo poderosa que controla estos aspectos educativos; la labor de las parroquias y organizaciones benéficas me parece muy respetable al margen del dogma que intentan difundir.

Otro argumento a favor de la pública son las oposiciones, aunque imperfectas, son mejor que la adjudicación de un puesto de trabajo a dedo. En la concertada no las hay, por lo que existe la posibilidad de que el Estado pague a una persona que no ha probado sus capacidades educativas ante un tribunal.

Con el modelo privado también tengo discrepancias. El pagar por una educación nos podría hacer pensar que va a ser mejor, o al menos los contactos que vas a hacer son más poderosos que en los otros modelos de financiación educativa. El problema surge cuando solo pueden acceder a esta educación en principio superior unas élites económicas minoritarias. El resultado es que se crea una espiral viciosa, que retroalimenta la desigualdad social.

Teniendo en cuenta los argumentos expuestos queda claro que mi apuesta es una educación pública y de calidad para todos,  fundamental para conseguir una igualdad de base, como ya he comentado anteriormente.

Se puede escuchar a muchos políticos que la educación es un gasto muy grande. Lo primero que tenemos que tener claro es que no es un gasto como he dicho, es una inversión. “Gastar” dinero en formar a un país no es tirarlo; a la larga, si se emplea bien debemos tener por seguro que va a repercutir económicamente de forma favorable en el país. Y lo más importante, en el nivel cultural de una sociedad.

Lo que sí es un derroche de dinero es formar a profesionales para que después se vayan fuera de nuestro país. Esta es la triste realidad de fuga de cerebros que está ocurriendo en España. Es objetivo de todos generar un mercado laboral donde estas personas puedan incorporarse y aportar los valiosos conocimientos por los que todos hemos pagado.

Otra forma de invertir en educación son las becas. Personalmente, creo que son una muy buena opción para intentar conseguir una igualdad de oportunidades. Las becas por renta son importantes, pero también las de excelencia.

¿GASTAR en educación? No, INVERTIR en educación

Cuando se recorta se quitan primero las becas para los mejores estudiantes. ¿No se dan cuenta de que tal vez esa mente brillante es pobre?

Estudiar consume tiempo, pero dependiendo de cómo lo empleemos, éste puede ser más o menos rentable. En España tenemos un grave problema con los horarios, tanto escolares como laborares; hay varios estudios que demuestran que  España es uno de los países donde más se trabaja, pero donde menos productivas son las horas.

Aquí tenemos el concepto de que trabajar es una actividad que te puede ocupar todo el día, y que puedes “vaguear” durante el trabajo. La mentalidad nórdica es “cuanto antes lo haga, antes me podré ir”.

No estoy diciendo que el pensamiento del norte sea mejor; los españoles seguimos siendo uno de los pueblos más felices del mundo. Lo único que quiero hacer ver es que tal vez deberíamos cambiar nuestra forma de entender el trabajo.

Esta mentalidad se extrapola a la educación. Solo tenemos que ver que hay momentos en los que “perdemos” el tiempo en clase, y luego hay otros conceptos que cuesta más asentar y debemos dedicar mucho tiempo en casa.

Nuestros horarios deberían ser más flexibles y adaptarse mejor a la realidad para conseguir una mejor eficiencia, atendiendo al número de horas invertidas.

Voy  acabando ya este artículo, no sin antes recordar al lector que ha llegado hasta aquí, que la educación es de todos y para todos. Todos tenemos el deber de que siga mejorando, y de que no haya nadie que venga y se la cargue. Todos tenemos derecho a ser formados en igualdad de condiciones y  tener libertad de elección en nuestros estudios, independientemente de nuestra condición social y económica.

AL AUTOR, ES MEJOR NO CONOCERLO por Ioana Bulmaga

Miguel Ángel Sanz, profesor de Filosofía del IES Élaios

Miguel Ángel Sanz Loroño, nacido en 1984, es investigador en el Departamento de Historia moderna y contemporánea de la Universidad de Zaragoza.

Su ámbito de investigación es la posmodernidad y su relación con el pensamiento histórico y utópico.

Actual profesor de Filosofía, Historia y Valores éticos en el IES Élaios.

Durante su vida hasta hoy, ha escrito varios artículos, informes e incluso libros relacionados con su ámbito (7 publicaciones).

De hecho, el día 16 de Febrero (2017) ha participado en una conferencia: “La revolución rusa en su centenario” (Después de 1917: Historia interna y política exterior en la Unión Soviética).

Recientemente ha escrito dos volúmenes basados en su tesis doctoral.

 

La Voz del Elaios: ¿Cómo se titulan sus dos libros más recientes?

Miguel Ángel Sanz: El libro es una adaptación a partir de mi tesis doctoral, que al ser tan larga lo he dividido en dos.

Uno de los libros se titula: “La posibilidad de lo imposible, Lógica dialéctica de un Hegel tardío”.

Y el segundo: “Más allá del muro: Las huellas de la guerra fría en la razón postmoderna”.

V.E: ¿A qué se deben estos títulos? ¿De qué tratan?

Hayden White

M.A.S: Se deben a mi interés por ambos temas inspirados en mi tesis doctoral. Esta trata de un filósofo norteamericano (Hayden White), pero como la tesis es muy larga (más de 800 páginas) la he dividido en dos partes. Curiosamente ninguno de los dos libros trata del filósofo en cuestión, sino que uno trata de Hegel, y el otro, sobre la época de la guerra fría, la filosofía de la guerra fría (al haber estudiado sobre el liberalismo estadounidense, me interesa saber sobre todo si la guerra fría ha dejado algún tipo de huella o rastro en nuestro pensamiento actual, lo cual he confirmado que así es.

V.E: ¿Los libros ya están publicados?

M.A: No, pero espero poder entregarlos a la imprenta a finales del verano de este año.Calculando que tardan un año, saldrán en el 2018 aproximadamente.

Miguel Ángel Sanz Loroño

V.E: ¿Qué intenta transmitir a los lectores?

M.A.S: El primer libro es uno muy especializado, con lo cual está destinado fundamentalmente a filósofos e historiadores interesados en el pensamiento filosófico.

Lo que trato de transmitir con el libro de Hegel (el primero) es una defensa de la lógica propia del filósofo, que actualmente está algo abandonado, y que ha sido sustituido por Spinoza (filosofo holandés).

Con el segundo libro, lo que intento es analizar las hipotecas culturales e intelectuales que nuestro pensamiento actual tiene respecto a la guerra fría.

V.E: ¿Sabe con qué editorial va a publicar los libros?

M.A.S: En principio hay dos, pero como ha pasado tiempo desde que publiqué la tesis (más de dos años), ahora tengo que volver a contactar con Akal (editorial especializada en libros de historia, filosofía, ciencia política…) y con Libros de la catarata (para el otro libro), y en su defecto, lo publicaré en Prensas Universitarias de Zaragoza.

V.E: ¿Cuál será su precio aproximado?

M.A.S: Exactamente no lo sé, porque depende de la cantidad de páginas me vayan a cortar (más de 100 en cada uno). Pero llegará a los 20 € cada uno, más o menos.

V.E: ¿Intenta obtener algún beneficio económico al escribirlo y posteriormente publicarlo?

M.A.S: No, es todo por amor al arte. De hecho,  no voy a obtener beneficio económico porque apenas se venden y es probable que al ser un libro de muchas páginas Akal (editorial) no quiera publicarlo y tendré que llevarlo a Biblioteca Nueva (editorial), en la que incluso el autor tiene que poner dinero, con lo cual, beneficio económico no busco ninguno.

V.E: ¿A qué se debe su interés en la ideología de Hegel?

Georg Wilhelm Friedrich Hegel

M.A.S :Hegel es el filósofo más fascinante que he leído (dando por hecho que Marx es algo más que un filósofo). Su obra es sencillamente inabarcable. «La Fenomenología del Espíritu» es un libro apabullante. Y su «Ciencia de la lógica» es un monumento que desafía cualquier reducción o intento de resumen. La de Hegel es una lógica de la contradicción que permite pensar lo que no podía ser antes pensado. Permite concebir la posibilidad de lo imposible. Lo que hace Hegel es llevar a Kant al otro lado de la Revolución francesa, es decir, Hegel logra introducir en el pensamiento occidental la historicidad de un modo definitivo. Una historicidad, una marcha de la historia, que va a seguir un patrón de comportamiento basado en la contradicción entre elementos que antes no se pensaba que fuesen antagónicos. Hegel nos presenta una realidad imantada, como un campo de fuerza en el que todo tiene lugar y función, pero en el que, por la contradicción misma que organiza ese campo, puede pasar cualquier cosa. Por ello, su lógica te asoma a lo inesperado. Mucho antes de que se pusiese de moda eso que llaman pensamiento lateral, Hegel lo convirtió en lógica, una lógica que desafía cualquier definición vulgar de realidad. Hegel es un desafío contra lo que se conoce como sentido común. A la luz de la dialéctica hegeliana nada es lo que es, nada es lo que parece ser. Es la torsión máxima del pensamiento. Eso es lo que siempre me ha interesado de Hegel: su desafío permanente. Allí donde Kant tuvo que enmudecer, él dio un paso más y pudo hablar. Este es el gran legado de Hegel,  que Marx se encargó de llevar a las ciencias sociales. Lo pulió, corrigió y lo puso del revés, ya que Hegel era, desde el punto de vista filosófico, idealista. El libro Miseria de la filosofía (1847) o el análisis de lo que Marx llamó «fetichismo de la mercancía», al que dedica los primeros capítulos de El Capital, es un ejemplo perfecto de lo que Marx aprendió del método de Hegel y sigue siendo la mayor y más hermosa destrucción que se haya realizado de las verdades «eternas» de la economía política liberal. En un tiempo como el nuestro, que parece querer decirnos que todo ha sido siempre «así»; que pretende convertir en natural lo que no es sino una producción histórica de un momento dado; que quiere decirnos que esto, el modo de producción capitalista, es todo lo que siempre ha habido y siempre habrá, Marx y Hegel pueden interpelarnos de un modo sorprendente y revolucionario. Solo hay que estar dispuesto o dispuesta a aceptar ese desafío.

V.E: ¿Cómo acabó siendo profesor en el Élaios?

M.A.S: Yo hice la tesis, me marché a Buenos Aires, y estuve viviendo ahí dos años y cuando volví (porque mis padres enfermaron) no tenía trabajo en la universidad de Zaragoza y me presenté a las oposiciones de secundaria en Filosofía, ya que tengo licenciatura en Historia, el doctorado doble (en Historia y en Filosofía) y luego tengo estudios de máster en Matemáticas (pero estas no me habilitan para enseñar matemáticas) y he acabado aquí por azar.

V.E: ¿Tiene otros proyectos, ensayos, investigaciones para el futuro?

M.A.S: Para el futuro tengo preparados dos libros, cuando acabe con estos dos.

Uno es un libro de la historia de la Filosofía, y el otro es un libro de la historia de la Historiografía, que es la forma en la que se ha escrito la historia desde hace 200 años aproximadamente.

 

V.E: Para finalizar, ¿dará charlas sobre sus libros e incluso, una firma de ellos? ¿Y en nuestro instituto?

M.A.S: Sí. Cuando publicas con una editorial es obligatorio presentarlo. De hecho,  son presentaciones muy agradables y no tienen nada que ver con la televisión ni nada por el estilo.

Aunque pienso que de una entrevista se espera mucho, el autor no tiene por qué decir algo interesante. Y si pretende serlo,está engañando tanto al público como a sí mismo. Creo que al autor es mejor no conocerlo.

Con respecto al instituto, por supuesto, si estoy en España y el Élaios está de acuerdo, asistiré sin ningún problema.

LA «NUEVA» SEXUALIDAD, TRAS LA LLEGADA DEL MÓVIL… por Silberio Sáez.

Silberio Sáez, co-director de Amaltea

No soy experto en nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), pero sí sé algo sobre educación sexual y jóvenes.   Desde mi campo de conocimiento, y con un ánimo absolutamente positivo, quiero compartir con mis compañeros del IES Élaios, algunas cuestiones novedosas que ha generado la llegada el móvil a la vida de nuestros jóvenes.

El tamaño “sí importa”.

Ingenuamente creímos que la gran revolución había sido la generalización del uso de internet; pero no preveíamos, que tan determinante cómo aquello, iba a ser el cambio de soporte con el que acceder a la “red de redes”.

El paso del ordenador al móvil, ha sido el paso de la casa a la portabilidad total: del mueble al bolsillo.

La casa es un espacio compartido, aunque haya espacios de privacidad; de hecho los muebles no pueden salir fuera de ella.

Pero el bolsillo es un espacio de privacidad, aunque haya momentos de uso en compañía. El “cómo” se usan y “con quién”, ha variado de forma total.

Hoy nos referiremos a alguna de esas posibles consecuencias, y si hace falta, nos veremos en próximos números hablando de “otras más” si fuera menester.

 La intimidad “Expandida”.

La intimidad es una necesidad de todo ser humano; pero nos hace vulnerables, porque tenemos que compartir nuestra información más delicada.

No se puede “intimar con otros” hablando solo de frivolidades y cuestiones triviales. Intimamos contando con algo más de atrevimiento lo que pensamos, cómo somos, lo que opinamos; y sobre todo, qué sentimos, como nos encontramos, qué hacemos y con quién.

A su vez, los otros, ponen a nuestra disposición información del mismo tipo.

La sexualidad es una información que va de lleno a este “tipo de intimidad” del que hablamos. Tiene que ver con quién nos gusta, cómo nos gusta y por qué nos gusta; que deseamos y no deseamos, qué hacemos y qué no hacemos. Esta información es de índole absolutamente reservada y a los ojos de “otros ajenos a mí”, pondría al descubierto mi mundo más preciado y personal.

La intimidad requiere de tiempos, de encuentros, de dedicación, de compartir con discreción… Esto requiere de un tiempo que no siempre tenemos para el encuentro directo en la vida real; pero que sí podemos encontrar en el mundo virtual.

¿Qué pasa con la comunicación en WhatsApp, Instagram, Facebook o plataformas similares?

Son una vía de acceso a la intimidad, nuestra y de los otros, a una velocidad mucho mayor a la que podríamos tener en la vida real con el contacto real.

De este modo, se multiplica el número de personas con las que podemos y nos pueden compartir contenidos íntimos.Al depender de la discreción y el tacto de más personas, solo por pura estadística, es más probable que suframos algún atropello indeseado ante dicha intimidad compartida. O, tampoco se puede olvidar, ser nosotros quienes atropellemos la intimidad de otras personas.

No se trata de asustar a nuestros lectores. Los tenemos en la más alta consideración. Solo animarles a reflexionar sobre “quiénes” tienen acceso a nuestra información íntima… ¿Son los mismos a quiénes haríamos participes de nuestra intimidad en nuestra vida real?

Te dejamos con la pregunta. Tuya es la respuesta.

 

FIGURAS OCULTAS por José María Sorando

Imágenes de la película Hidden figures

Con tres candidaturas (mejor película, mejor actriz secundaria Octavia Spencer y mejor guión adaptado), la película Figuras ocultas (Hidden Figures. Theodore Melfi. 2016) pudo haber sido una de las triunfadoras en la gala de los Premios Óscar de este año. De haber sido  así, el hecho hubiera tenido una especial significación en estos momentos, cuando el despacho oval de la Casa Blanca está ocupado por un reconocido misógino y racista que desprecia la ciencia y la cultura. La anterior descripción del nuevo césar americano no es un juicio de valor, sino un simple resumen de sus declaraciones machistas, supremacistas, negacionistas del cambio climático y ofensivas respecto de los artistas. Precisamente Figuras ocultas visibiliza y pone en valor la contribución a la carrera espacial de unas mujeres de raza negra que trabajaban en ciencia, hasta ahora para casi todos desconocidas.

En 1957 la URSS puso en órbita el Sputnik, primer satélite de la historia. El hecho causó gran conmoción en los EE.UU., que se vieron superados por la superpotencia rival. La NASA, agencia espacial norteamericana, recibió la orden presidencial de adelantar a los soviéticos en la carrera espacial por todos los medios.

Un gran equipo de ingenieros dedicó todos sus esfuerzos a esa tarea en Langley (Virginia). Pero todavía no contaban con ordenadores (en la película se ve la trabajosa puesta en marcha de los primeros IBM 7090), así que los complejos cálculos de cada misión debían ser realizados manualmente por personas con grandes dotes de cálculo, las llamadas “computadoras humanas”, principalmente mujeres. Estas computadoras trabajaban en dos equipos, separadas por razas.

En los años 60 todavía había discriminación racial en EE.UU. a todos los niveles: en los transportes, en los lavabos, en las escuelas, en las bibliotecas incluso. Las tres protagonistas de esta película fueron tres de esas mujeres de talento que tuvieron que sortear desprecios y trabas para poder progresar académica y profesionalmente. Se trata de:

– Katherine Johnson, que en 1959 calculó la trayectoria de la primera misión tripulada de la NASA, la del astronauta Alan Shepard, y en 1962 confirmó la validez de los cálculos de la primera computadora electrónica de la NASA. Su dictamen decidió el lanzamiento del astronauta John Glenn, primer norteamericano que completó una órbita alrededor de la Tierra. También fue de gran importancia su trabajo en las misiones Apolo 11, para el retorno de la tripulación desde la Luna, y en la Apolo 13, para el rescate tras la explosión en la nave.

– Dorothy Vaughan, primera supervisora de raza negra en la NASA, que se adelantó a la llegada de los IBM estudiando el lenguaje de programación Fortran y reconvirtiendo a su equipo de computadoras humanas en programadoras de ordenador.

Resolviendo un complicado problema en la película Hidden figures

– Y Mary Jackson, que consiguió ser la primera mujer negra ingeniera aerospacial. Para ello tuvo que ganar en un juicio su derecho a estudiar en una escuela técnica para blancos.

La discriminación duró hasta hace bien poco, siendo silenciada su valiosa aportación en aquella histórica empresa, hasta que en 2015 fueron públicamente homenajeadas por el Presidente Obama.

La película aporta algo muy positivo: dar a estas mujeres el lugar que merecen en la historia, no solo de la carrera espacial sino también de la conquista de los derechos civiles. Como crítica, tal vez el carácter amable (complaciente incluso) con que se ha reflejado una historia de discriminación. Ciertamente, sus protagonistas no la viven con intensidad dramática, aunque sí con determinación, del mismo modo que los blancos dominantes no se nos presentan como los «malos» sino como peones de un sistema injusto que viven con aceptación. Pero, como dice Mary Jackson al juez que puede permitirle estudiar “Alguien tiene que ser la primera” y ella tuvo el coraje de reclamarlo.

Mujeres matemáticas, pese a todo.

Pocas veces hemos visto en pantalla las dificultades que hasta hace bien poco han sufrido las mujeres científicas para poder desarrollar y expresar su talento. El sistema patriarcal, todavía presente en tantos aspectos, las relegaba al hogar y a los cuidados familiares. Recuerdo cómo, todavía en la década de los 80, intenté sin éxito convencer a un padre (la madre no tenía voz) de que su hija, alumna muy brillante en el Bachillerato de Ciencias, merecía seguir estudios universitarios.

De siglos anteriores solo nos ha llegado el legado de unas pocas mujeres matemáticas. Dos destacadas son la francesa Sophie Germain (1776-1831) y la rusa Sofía Kovalevskaya (1850-1891).

Sophie Germain sabía que los trabajos firmados por una mujer no serían publicados y por tal motivo llegó a firmarlos con el seudónimo masculino de Antoine Auguste Le Blanc. Ya años antes, como alumna, se disfrazaba como un muchacho para poder entrar en las clases de Matemáticas. Cuando intercambió correspondencia con el gran matemático Joseph-Louis Lagrange (1736-1813), este quiso mantener una entrevista con el Sr. Leblanc. En ese momento Sophie debió revelar su identidad. A partir de aquel día, Lagrange intentó abrirle puertas.

Sophie Germain

Sophie Germain realizó importantes contribuciones tanto a la teoría de números como a la teoría de la elasticidad.

Se dice que un número natural p es primo de Germain si 2·p + 1 también es un número primo. El mayor primo de Germain conocido hasta ahora es 2.618.163.402.417·21.290.000-1, un número de 388.342 cifras. Existe la conjetura, todavía no demostrada por tanto, de que los primos de Germain son infinitos.

En la larga cadena de trabajos matemáticos a lo largo de 350 años que culminaron en 1995 con la demostración por Andrew Wiles del Último Teorema de Fermat, un paso notable fue el dado por Sophie Germain al demostrar que su enunciado se cumple para estos especiales números primos a los que luego se dio su nombre.

Sophie Germain consiguió ser la primera mujer, no esposa acompañante, en asistir a la Academia de Ciencias de París.

Por su parte, Sofía Kovalevskaya nacida en una familia adinerada, con ascendencia aristocrática y gitana, fue un talento precoz, que con solo 11 años ya garabateaba ecuaciones en derivadas parciales en las paredes de su habitación. Se formó intentando descifrar libros que nadie le explicaba, pese a la oposición de su padre. Los estudiaba en secreto por las noches, mientras todos dormían. En ese esfuerzo autodidacta, Sofía fue capaz de interpretar el significado de los símbolos trigonométricos. En palabras del vecino que le había prestado el libro, “había creado toda una rama de la ciencia, la trigonometría, por segunda vez”.

En la Rusia zarista no les estaba permitido a las mujeres estudiar en la universidad ni salir del país si no era con permiso paterno o como esposas. Para vencer esas prohibiciones, a los 18 años Sofía se casó en un matrimonio de conveniencia con el paleontólogo Vladimir Kovalevsky, quien iba a seguir sus estudios en Alemania. Así consiguió estudiar como oyente en las universidades de Heildelberg y de Berlín. Puede decirse que Sofía se casó por amor… a las matemáticas.

Fue la primera mujer doctora en Matemáticas, a los 24 años, y tendría que esperar diez años más para poder impartir clases en la Universidad de Estocolmo, donde llegó a ser la primera catedrática de Matemáticas de la historia. También fue la primera directora de una revista matemática de primera línea, el Acta Mathematica. En 1888 logró el prestigioso Premio Bordin de matemáticas, siendo la primera mujer que lo lograba. Nada de esto fue suficiente para que se le permitiera la docencia en su patria. El motivo, ser mujer.

Sofia Kovalevskaya

Carl Friedrich Gauss (1777-1855), tal vez el más portentoso matemático de la historia, apodado El Príncipe de las Matemáticas, reconocía así el mérito de Sophie Germain:

“Cuando una persona del sexo que, según nuestras costumbres y prejuicios, debe encontrar muchísimas más dificultades que los hombres para familiarizarse con estos espinosos estudios, y sin embargo tiene éxito al sortear los obstáculos y penetrar en las zonas más oscuras de ellos, entonces sin duda esa persona debe tener el valor más noble, el talento más extraordinario y un genio superior”.

En las anteriores palabras, el elogio del talento y del mérito conlleva el reconocimiento de que la ciencia, al igual que cualquier otra actividad de prestigio estaba vetada para las mujeres que no tuvieran “un genio superior”. La falta de una educación regular en matemáticas descartaba a las mentes menos geniales que, si de hombres se tratara, podrían al menos desarrollar matemáticas en un escalón inferior. Conviene no olvidarlo para no permitir que la historia dé ni un paso atrás en la igualdad de derechos.

Para terminar, una curiosidad: en el barrio de Las Fuentes, la calle Andrea Casamayor homenajea a una matemática zaragozana del siglo XVIII, una auténtica pionera.