«HAY MAS ESCRITORES QUE HABITANTES…» por Ioana Bulmaga y Víctor Gracia

Nacido en el 24/02/1958(Zaragoza), Fernando Lalana es ganador de muchos premios, entre  otros el premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 1991.

Fernando Lalana

Se puede decir muchas cosas de él, pero con unas cuantas será suficiente para despertar vuestro interés.

En primer lugar, no escribe libros de fantasía debido a que este género es apenas un mínimo sector de la lectura universal.

Es un aficionado al teatro, de hecho tiene una gran facilidad para escribirlo.

¿Saben ustedes que ha publicado más de 120 títulos hasta el 2014? E incluso, una de ellas ha sido llevada al cine.

Y por último, ¡en su casa no se come hasta que él prepara la comida!

 

La Voz Del Élaios: ¿Está usted orgulloso por haber obtenido  distintos premios gracias a su escritura?

Fernando Lalana: Más que orgulloso, estoy satisfecho por mi trabajo. He ganado casi todos los premios que se han dado desde que empecé, ya que yo intenté introducirme en el mundo literario a través de la participación en premios literarios.

Fernando Lalana junto a los alumnos de 4ºC y D en la biblioteca

L.V.E: ¿Los premios suponen renumeración económica?

F.L: No; anteriormente, sí había compensación económica, pero actualmente el dinero que recibes te lo descuentan del dinero que deberías recibir por derechos del autor.

L.V.E: Ha estudiado Derecho y ha prestado el servicio militar, ¿fue obligado? De ahí ¿cómo llegó a ser escritor?

F.L: El servicio militar era típico en mi época, todos tenían que pasar por ello. Yo,  la verdad, es que lo intenté retrasar pidiendo tiempo para mis estudios, aunque creo que en realidad, para aquellos que lo atrasábamos, nos seleccionaban a sorteo y nos mandaban a los peores lugares disponibles.

Los alumnos junto a Fernando Lalana

En realidad, acabé siendo escritor de rebote. En un principio quise estudiar  Arquitectura, pero por unos motivos, u otros, no pude y tampoco llegó a gustarme realmente el Derecho. En el tiempo de la universidad,  participé en concursos para ganar algo y descubrí que los premios eran bastante altos y así empecé a escribir. No lo hacía de manera vocacional, de hecho, no me gusta escribir, pero lo hago para ganar dinero y poder mantenerme a mí y a mi familia.

L.V.E: ¿Prefiere dejar de escribir o dejar de leer? ¿En qué formato suele leer?

F.L: Antes de dejar de leer, prefiero no volver a escribir y dedicarme a otra cosa. Respecto al formato, obviamente prefiero el papel, más que por el olor que desprende (según dice la gente) por el placer de tenerlo en la mano, de sentir el propio peso del libro, de ver como avanzas y sentir que ya casi lo has acabado. Eso en el digital no puedes apreciarlo, ¡y daña la vista!

«Moriras en Chafarinas»

L.V.E: ¿Qué le parece que una de sus obras se haya llevado al cine? ¿Hay mucha distorsión entre su historia y lo que la película refleja?

F.L: Por supuesto que hay diferencia, por el simple hecho de que el cine tiene su propia manera de representar un tema que la lectura no tiene y al revés.

Y respecto a mi obra en concreto, hasta la mitad más o menos concuerda más o menos bastante bien, pero a partir de ahí empiezo a distorsionarse como suele pasar en la mayoría de las ocasiones.

Esto es así porque el cine sirve para promover el libro, despertar el interés en las personas para que así lo lean (publicidad).

«La muerte del cisne»

L.V.E: ¿Cuál de entre todas sus obras está más satisfecho por haber escrito?

F.L: De todas mis obras, la que más me gusta es “La muerte del cisne”. No es la más exitosa, pero el resultado final es el más parecido a la idea principal que tenía cuando empecé a escribirla. Era un tema nuevo que me interesaba y, al conseguir llevarlo a cabo, sirvió para que sea una de las que más me gusta.

L.V.E: ¿Tiene pensado algún proyecto en un futuro?

F.L: Siempre tengo proyectos. Pero da mala suerte hablar de ellos, así que os diré uno de los más recientes.

«El matarife»

Para febrero tenía preparada una novela. Pretendía que fuera una novela de terror, un subgénero en el que hasta ahora no había escrito, pero al final se ha quedado como una novela de intriga más sangrienta.

El Matarife”, este título lo ha puesto la editorial. El original era “Aquel colegio enfrente del cementerio”, pero lo han cambiado,  debido a que era largo. Admito que soy muy malo poniendo títulos, por lo cual he permitido la modificación de este.

L.V.E: Si la editorial piensa que el título es muy extenso, ¿lo corta?

F.L: Efectivamente, pero lo acortan con permiso del autor. Yo me resisto a que me quiten hasta las comas. Si ponen muchos peros a las novelas, las cojo y las llevo a otra editorial.

Es cierto que a veces tienen razón, pero normalmente no me gusta esta idea. Aun así, en España hay más editoriales que escritores, y más escritores que habitantes, con lo cual no me preocupa mucho.

L.V.E: ¿En dónde busca los nombres de sus personajes?

F.L: Los nombres los recojo de una mezcla previa de los nombres de personajes que han muerto siendo ya muy mayores. De ahí, hago combinaciones de nombres y apellidos hasta que encuentro el nombre ideal.

L.V.E: Gracias por participar en esta entrevista, un placer haber dialogado con usted.

«EN MI PRIMER DÍA DE TRABAJO ESTABA MUERTO DE MIEDO» por Ioana Bulmaga, Laura Morales y Víctor Gracia

El Director Rafael Martínez.

Rafael Martínez, director de nuestro centro, es un hombre activo, aficionado al deporte y responsable. Nació en un pueblo de Burgos y ha vivido gran cantidad de experiencias en sus viajes y trabajos.

La Voz del Elaios- Sabemos que usted es de un pueblo de Burgos, ¿le gustaría volver allí?

Rafael Martínez- Mi mujer y yo somos de un pueblo grande, casi como Huesca y tanto ella como yo hemos estado viajando. Ella estuvo en Bélgica, yo en Palencia, Burgos, Salmanca, Murcia… y nos juntamos en Madrid. Acabamos viviendo aquí, en Zaragoza, cuando a mi mujer le dieron trabajo aquí. Durante un tiempo nos planteamos volver, para tener a la familia cerca, pero mover dos trabajos era difícil. Además, nuestra hija es de aquí y dicen que los padres son de donde los hijos son.

LVE- ¿Del trabajo en Madrid que nos cuenta? ¿Qué tal su experiencia como pizzero?

RM- Trabajé de varias cosas en Madrid: montando cuadros en una galería de arte, como creativo en un periódico, repartiendo pizza, como encargado de una tienda… Cuando me presenté a las oposiciones, después de todas las situaciones que había vivido iba bastante tranquilo, la verdad, porque había vivido y visto varias cosas. Entre ellas atracos, problemas al contar la caja de la tienda… gracias a esto había adquirido experiencia y me ayudó a superar los exámenes. También me enseñó a no pedir nunca en el Telepizza, la organización de un negocio con varios contratos de diferentes horas y  diversidad de  trabajadores.

Los redactores: Laura Morales, Ioana Bulmaga y Victor Gracia entrevistando al Director

LVE- Viaja a menudo al extranjero,¿tiene familia allí?

RM- No, mi mujer estudió en Bélgica, hizo la carrera allí y vamos muchas veces. Además, nos gusta Francia. Ella se encarga de la parte francófona en sus trabajos y eso nos hace estar en contacto con ese país.

LVE- Usted va al instituto en bicicleta y se interesa por el deporte. ¿Qué hace para mantener esa rutina?

RM-  Juego al tenis, voy al gimnasio y corro, pero menos que antes. Mi trabajo lleva mucha dedicación, aunque mi reto actual es poder dedicar tiempo a mi familia y al mismo tiempo ser capaz de trabajar bien. El deporte nos permite estar todos juntos, y a día de hoy para mi es más importante que el cine o cómic.

LVE- ¿Cuál fue su primera impresión al acabar la carrera?

Rafael Martínez.

RM- Cuando la acabé tenía bastante claro que no iba a ser profesor. Para entonces había sido monitor de natación y de arte en escuelas municipales. Tras un par de años haciendo un posgrado, la crisis me llevó a interesarme  po la docencia; empezó a gustarme y nada más sacar las oposiciones en Murcia,  me puse a trabajar. Mi primer día no fue sencillo y estaba muerto de miedo. No sabía si organizaba bien las clases, porque lo sepáis o no, cuando una clase entera  te está mirando, impresiona. También había cosas en la educación que me gustaban, como cuando te encuentras con alumnos que no son como tú y que no tienes su modelo. Yo pienso en la gente que es como yo, pero hay que explicarlo de manera para que todos lo entiendan. Si eres capaz de motivar y enseñar a gente que no es como tú, entonces es cuando te sientes un profesor. Poco a poco llegué a tener esa sensación y luego ha habido momentos geniales en la educación, pero al principio, sobre todo, miedo.

LVE- Respecto al Elaios, ¿encuentra colaboración con el equipo directivo?

RM- Sí, cuando yo me presento a director, lo hago creyendo que las condiciones son buenas. Es un centro con buena tradición y con las cosas bien organizadas gracias a los directores y equipos directivos anteriores. Algunos de los que forman parte del equipo directivo actual ya tienen experiencia y me aprovecho de ello. Me abrigo de las experiencias y cuando me presenté, todos me aceptaron. En cuanto a los profesores, yo estoy muy contento. Hay mucha gente que tiene ganas de hacer cosas, que quieren trabajar.

LVE- ¿Y con los alumnos?

RM- Voy echando de menos el aula, ya que poco a poco voy conociendo menos a los chicos por las pocas horas de docencia. Por supuesto, si soy director es porque me gusta, pero echo de menos esa relación con vosotros que a veces resulta trabajosa y difícil, pero la esencia de mi trabajo es eso. Mi motivación es intentar establecer un ambiente cómodo y organizado.

Antonio Poves y Rafael Martínez en Grecia

LVE- ¿Qué le animó a apuntarse al viaje de Grecia?

RM- Creo que es una actividad muy chula, que organiza Antonio Poves desde hace muchos años y que conviene conocerla de cerca y cuidarla. También voy con la intención de ver cómo se planifica para darle continuidad. Me parece interesante que el viaje de estudios del Elaios no sea Benidorm o a las islas a beber. Antonio habla griego y lleva muchos años haciéndolo y es difícil estar a su altura.

 

LVE- El primer profesor que supo de su intención de ser director fue Antonio Poves, ¿mantiene una cierta amistad con él o es la relación laboral que se ha formado durante años?

RM- Tú puedes tener un compañero y tener una relación cordial. Con Antonio han sido muchos años juntos en el Departamento y pienso que cuadramos bien. Aunque tenemos opiniones diferentes, respetamos nuestras decisiones y acuerdos.

Rafael Martínez en la Gala de la Gola dando a conocer uno de los premios del concurso de microrrelatos.

LVE- Respecto a la política, ¿Qué opinión tiene en cuanto a la ley de Educación que ha causado tanta polémica?

RM- Esa ley está en cuestión y se está revisando por la situación política actual. El problema es que estamos empezando a funcionar sin seguridad ni estabilidad legislativa, ya que cada año es diferente, se tienen condiciones nuevas….

Es un desastre para los alumnos, porque es difícil darles una información que dura dos minutos. Estos cambios constantes creo que no son favorables, pienso que la situación es como un terremoto. Estáis viendo cambios cada dos por tres, buscando el camino para llegar a vuestro objetivo por encima de la ley. Lo que yo opino  es que lo que necesitamos es un pacto por la educación.

LVE- Y para finalizar, ¿qué le parece el proyecto del periódico? ¿Cree que alcanzaremos nuestro objetivo o no tiene muchas expectativas?

RM- Tengo muchas expectativas por vosotros, por las profesoras que lo llevan, y porque es un proyecto del centro que está apoyado y que tiene antecedentes de otros periódicos y revistas.

El proyecto es ambicioso ya que mezcla niveles, roles, y los interesados sois vosotros y los profesores. Sois la esencia y aprenderéis con el tiempo.