Estefanía Sáez Sesma es una sexóloga, diplomada en Educación Sexual que trabaja para Amaltea, un centro especializado en Sexología. A finales de febrero estuvo dando unas charlas en el instituto, para que el alumnado adquiriese unos conceptos básicos acerca de la sexualidad.
La Voz del Elaios- Usted trabaja para Amaltea, un centro especializado en Sexología, y que imparte una serie de charlas a los alumnos, ¿no es cierto? ¿A qué cursos en concreto?
Estefanía Sáez Sesma– En función de las necesidades que cada centro nos plantea, tratamos de adaptar y contextualizar el programa. En el caso del vuestro, trabajábamos en 2º de la ESO y, este año, por primera vez, en 2º de Bachiller. En la ESO se hace lo propio del Programa Afectivo Sexual, mientras que en 2º de Bachiller estamos trabajando un programa al que llamamos Construyendo Relaciones Saludables, que se ocupa del trato y de evitar las malas relaciones y la violencia.
LVE-¿Qué nos puede decir de esas charlas en concreto?
ESS– En 2º de la ESO, como arranque, lo primero es asumir el momento evolutivo que tienen estos chicos y chicas en estas edades. La realidad, las dudas e inquietudes que pueden surgir en este momento de la adolescencia y contextualizarlo con su realidad personal. La idea es ampliar sus conceptos de sexualidad, dar modelos amplios de chicos y chicas: que entiendan que no hay una buena manera de ser chico o chica, ni de tener una sola relación; que hay tantas personalidades como personas y, por lo tanto, tantas sexualidades como sexos. También, que se sientan acogidos y que sea un espacio de reflexión.
Con 2º de bachiller, como evolutivamente están en otra situación, utilizamos una metodología interactiva. Les vamos presentando casos y ellos aportan diferentes alternativas de solución que tienen que ver con sentimientos, como estar enamorados y también con emociones relacionadas, como los celos, el compromiso, el respeto a la intimidad del otro… Los alumnos van haciendo planteamientos de resolución y manejo de situaciones a las que se pueden enfrentar.
LVE-¿Cuál es la actitud de los alumnos?
ESS– En aquellos que han recibido una educación afectivo- sexual en el colegio o en la ESO, se nota mucho la actitud a la hora de hablar del tema y tratarlo frente a los que no han recibido ningún tipo de curso o programa, pero todos se adaptan enseguida. Es verdad que en este centro estamos arrancando y afianzando.
LVE-¿Qué conclusión final se alcanza?
ESS-Yo creo que la clave es asumir que la sexualidad es algo real, algo que debe de estar en la educación de las personas y que además debe darse desde etapas muy tempranas. A veces, creemos que solo debemos hablar de estos programas en la adolescencia y no es verdad. En Primaria, hay muchas cosas que manejar y es donde está la base de toda formación, época en la que los niños están viviendo un cambio físico muy potente. Es un momento en el que deberíamos trabajar de una manera muy directa. Acompañamos a las personas durante su crecimiento personal y ello les supone adquirir habilidades de una manera más ágil que si las tuviese que adquirir él por su cuenta de una manera autónoma. Siempre desde el respeto y el tratamiento rigurosamente profesional y científico. A nosotros no nos corresponde meternos en la moral, opiniones religiosas…
LVE-¿Cómo se imparten estas clases? ¿Sigue siendo un tema tabú?
ESS-Estamos siguiendo nuestra propia metodología. Como psicólogos, vamos a dar una serie de informaciones, pero la clave es que el foco lo ponemos en el grupo y no en la persona que está dando el curso. De forma interactiva, que sean los alumnos quienes vayan construyendo su propio aprendizaje, de forma diferente en cada grupo. Planteamos preguntas y responde quien quiere, generando filtros para seleccionar la información. Si algo tiene esta sociedad es un bombardeo de información, que a veces puede resultar contradictoria. Por eso, no tiene sentido que demos solo información, sino generar filtros para ver lo que es válido para cada uno. Lo que a veces se habla en un grupo no se toca en otro, porque cada uno nos lleva por un camino diferente, con determinados temas, aunque el arranque haya sido el mismo.
LVE-Usted ha sido responsable desde 1999 del programa “Educación para la sexualidad” para jóvenes, familias, profesorado y sanitarios. ¿Cree que es la mejor forma de educar a la gente sobre estos temas?
ESS-Yo creo que lo ideal sería una educación continuada, no de forma puntual y que abordase no solo determinados años, sino considerando la sexualidad en un sentido global; pero vamos a jugar con la realidad que tenemos. Los jóvenes se desarrollan en un ámbito educativo, con sus amigos y con sus familias. Si podemos trabajar en todos los ámbitos donde cada chico y chica vaya a desarrollar su personalidad, el trabajo será mucho más integral. No solo se trata de trabajar con los chavales, también con sus familias y los tutores para que se vea como un tema más.
LVE-¿En Amaltea solo trabajan con jóvenes en especial?
ESS-Cuando hablamos de educación casi siempre pensamos en niños y en adolescentes y no es verdad; la educación se desarrolla a lo largo de toda la vida del individuo; por lo tanto, nuestros programas de educación abarcan a adultos y a sectores de la tercera edad. La formación debe darse hasta el último momento de la vida.
LVE-Por último, ¿cómo ha sido la experiencia de nuestro instituto?
ESS-Pues la verdad es que ha sido muy agradable; pese a que llevabais varios años haciendo el programa de educación sexual en el centro, ha sido la primera vez que venía de forma directa al instituto. Como responsable del área educativa, me gusta conocer todos los centros, aunque mi agenda a veces no me lo permite. Las referencias que tenía del Élaios eran muy positivas, pero lo cierto es que se han visto corroboradas, sobre todo en 2º de bachillerato, nivel en los que los chicos y las chicas muestran un gran interés. La verdad es que sus reflexiones eran muy potentes y había alumnos muy concienciados.
En cuanto a 2º de la ESO, en general se considera que hay que entrar a clase con la espada, que son difíciles de tratar. Sin embargo, trabajar con ellos ha sido casi maravilloso. Cada grupo ha mostrado una participación totalmente diferente, con evoluciones diversas. Han sido chavales muy atentos, respetuosos, con una actitud impresionante… Como detalle, por ejemplo, sonaba el timbre del recreo y no se movían, me decían que era recreo y que no pasaba nada. La sensación que tenemos siempre de que los adolescentes son unos batalladores y generan caos, yo no lo creo. Por el contrario, cuando los chavales son adolescentes, si se les dan espacios, se sienten escuchados y piensan que el tema va con ellos, responden muy positivamente. A nivel de profesorado, la acogida ha sido maravillosa; los tutores siempre preguntando por sus grupos y por cómo manejar el tema. Desde el grupo de orientación todo han sido facilidades. En cuanto a la asistencia de padres, nos quedamos impresionados en positivo, plantearon sus dudas y opiniones… La verdad, me voy con muy buen sabor de boca.