EL PROBLEMA DEL FALSO «FEMINISMO» Por Gema Gracia

EL PROBLEMA DEL FALSO «FEMINISMO» Por Gema Gracia

Un promedio de esperanza de vida de 36 a 50 años. Suena a algo del Medievo, la edad que alcanzaría con suerte un campesino trabajando en las tierras de un señor feudal en condiciones de vida pésimas. Pero en realidad, ese es el promedio de vida de las personas transgénero que murieron en 2018: 50 en España y 36 en Latinoamérica.

“36”, tan solo imagínenlo, salgan de su privilegio cisexual (en el que yo me incluyo) y usemos la empatía, que en estos tiempos hace más falta que nunca. En mi caso me quedarían unos  18 años, la mitad de lo que llevo de vida, que quizás, según de qué perspectiva se mire son bastantes años, pero el tiempo se nos escurre entre los dedos antes de que se dé uno cuenta, los planes del futuro se truncan, y con las crisis actuales, más que vivir, se malvive. Esos dieciocho años, sumados a la discriminación social y el acoso que sufren las personas transgénero día a día, no son nada.

Un acoso constante que se sufre en todos los ámbitos de la vida, desde ser despedido hasta no recibir atención médica. Todo ello por ser lo que eres. Todo esto en sociedades que presumen de ser avanzadas, pero si te sales de lo convencional enseguida te conviertes en el saco de boxeo de una población que se niega al progreso y a la aceptación de que hay que acabar con  la idea de que existe una clase de persona “normal”. Citando a M.Hernández: “Nunca fuisteis muchachos, y queréis que persista/ un mundo aparatoso de cartón estirado,/ por donde el cartón vaya paticojo y turista/ rey entre maniquíes de pulso congelado.”

Con la llegada del movimiento feminista que nos ha traído el valor para luchar contra la opresión y que ha dado luz verde a un movimiento social, que no solo demanda la igualdad de las mujeres, sino de otros colectivos oprimidos como el de las personas de color, se arrojaba un  rayo de esperanza para un colectivo tan maltratado como el trans. Pero dentro de este ha surgido uno de sus mayores enemigos, en concreto el de las mujeres trans: las TERFS.

TERF (Trans-Exclusionary Radical Feminist) que en español significa Feminismo Radical Trans Excluyente es, como su  propio nombre indica, un “feminismo” que niega la identidad de género de las mujeres trans  a las que ven como hombres que intentan oprimirlas y la de los hombres trans, a los que ven como “traidoras”. En resumen, que esto de feminismo no tiene nada, y mucho menos radical, no hay nada de feminista en discriminar a una mujer, en todo caso es más bien un movimiento tránsfobo y machista.

Lo triste del asunto es que muchas de las mujeres TERFs que hay forman parte del colectivo LGBT, que una minoría ataque a otra con la que en teoría debería aliarse me parece repugnante, teniendo en cuenta que las mujeres transexuales (y de color) fueron pioneras en la lucha de los derechos LGBT como las grandes Marsha. P. Johnson y Sylvia Rivera. La transfobia de este grupo les ha llevado en ocasiones a colaborar y pactar con grupos conservadores y homófobos y a intentan erradicar la historia Queer.

A veces tengo la sensación de que le hemos atribuido la cara del feminismo a las mujeres blancas y cisexuales, es por ello que surgen grupos como este. Debemos de aceptar de una vez por todas que la nueva oleada de feminismo es algo más que la lucha por la igualdad de las mujeres. Es un gran movimiento social que tiene que luchar por los derechos de todas las minorías no privilegiadas y lograr así que las personas transgénero tengan la vida larga y plena que se merecen.

“NINGÚN PROBLEMA”… HASTA AHORA  Por Gema Gracia

“NINGÚN PROBLEMA”… HASTA AHORA Por Gema Gracia

Casi parece una de sus películas, pero en este caso el papel de villano lo interpreta la propia Disney, es así como lo ve Shelton Mpala, el activista de Zimbabwe que ha conseguido más de 180.000 de firmas con su propuesta para que Disney renuncie al “trademark” del eslogan “Hakuna Matata” ( “ningún problema” en swahili) que la empresa registró como suyo en 2003. Mpala acusa a Disney de apropiación cultural, colonialismo y robo. La situación es un tanto desconcertante, no sé que es más absurdo, que una empresa pueda patentar un dicho como suyo o que haya que realizar una recogida de firmas en internet para evitar esto debido a la inexistencia de leyes que pudiesen evitar un suceso como el robo cultural.

No puedo evitar acordarme de un caso parecido que ocurrió el pasado mayo en el que una cadena de comida en Chicago llamada “Aloha Poke Co” empezó a demandar a los comercios locales hawaiianos que usaban las palabras “aloha” o “poke” como nombre. ¿Se imaginan la de garitos que tendrían que cerrar si una multinacional se hiciese con los derechos de “tapas” y mandase a su buffete de buitres a realizar demandas? ¿Tiene razón el anuncio y ahora vamos a tener que comprar expresiones y chistes para poder usarlos? . Aunque tampoco hay que dramatizar ya que si todas las compañías se dedicasen a demandarnos por expresiones de la vida cotidiana con lo extendido que esta el uso del “Co” por estos lares el beneficio económico sería inimaginable.

Pero dejando afuera las divagaciones, el que las empresas ajenas a una región puedan hacerse con expresiones culturales de esta es algo siniestro, que los derechos sobre un lenguaje que no te pertenecen puedan ser obtenidos con dinero se siente como si pudiesen arrancarte un trocito cultural de ti. No puedo evitar la comparación con la “nuevalengua” de 1984 que retiraba palabras y las simplificaba para hacer la mente de los ciudadanos más moldeable. Así pues, que será de la razón humana y la cultura si nuestro lenguaje puede ser arrebatado tan fácilmente.

FUIMOS A LA RAE Y NO CREERÁS LO QUE NOS PASÓ Por Gema Gracia y Pablo Aylagas

FUIMOS A LA RAE Y NO CREERÁS LO QUE NOS PASÓ Por Gema Gracia y Pablo Aylagas

Sede de la RAE

En nuestro viaje cultural por Madrid una de las visitas obligada era, por supuesto, la Real Academia Española de la Lengua, situada justo enfrente del Museo del Prado.

La RAE se fundó en Madrid el año 1713, bajo el reinado de Felipe V, inspirada en el modelo de la Academia Francesa y con el propósito, reflejado en sus primeros estatutos, de trabajar al servicio del idioma español. El escudo de la RAE resume en un lema propio de la época sus fines y obligaciones: “Limpia, fija y da esplendor” a la lengua española.

Desde entonces, la institución se ha dedicado a preservar, mediante sus actividades, obras y publicaciones, el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión que es patrimonio común de casi 500 millones de hispanohablantes, una aspiración también recogida en sus estatutos vigentes, de 1993.

Sala de juntas

La primera sala que visitamos fue la Sala de Juntas donde se reúnen los académicos. La RAE cuenta en la actualidad con cuarenta y seis plazas de miembros de número que ocupan sillas designadas, en   mayúsculas y en minúsculas, con parte de las letras del alfabeto español.

Los académicos son elegidos, en votación secreta y por mayoría de sufragios, por los propios componentes de la institución, previa propuesta de candidaturas por parte de un grupo de tres de ellos, y a partir del sexto mes desde el fallecimiento del anterior ocupante de la silla correspondiente, por una cuestión de respeto. Las normas electorales están recogidas en los Estatutos de la RAE y en el Reglamento que regula el funcionamiento interno de la corporación.

Los académicos se reúnen en sesión plenaria, presidida por el director, todos los jueves del año, salvo en los períodos de vacaciones. Durante la semana, participan también en distintas comisiones de trabajo que estudian enmiendas y adiciones al Diccionario, así como la marcha de los diferentes proyectos.

Desde su creación, y hasta la fecha, la RAE ha tenido treinta directores. El primero de ellos, de 1713 a 1725, fue Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, en cuya casa estuvo ubicada la sede de la institución. El actual, Darío Villanueva, fue elegido el 11 de diciembre de 2014.

Debido a la extensión del español en la actualidad, la RAE sigue una política panhispánica y tiene en cuenta los distintos dialectos de español que hay por todo el mundo. En 1951 se creó en México la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), que agrupa a las veintitrés corporaciones de América, España, Filipinas y Guinea Ecuatorial. Desde su creación, y especialmente en los últimos años, la Asociación ha impulsado una política lingüística que implica la colaboración de todas ellas en las obras y proyectos académicos.

A través de un trabajo de intercambio permanente, las academias de la lengua se ocupan de fijar, mediante diálogo y consenso, la norma común -sobre léxico, gramática y ortografía- para todos los hispanohablantes. La aspiración final es favorecer la unidad de la lengua dentro de la diversidad propia del ámbito hispánico.

Nosotros en las escaleras

A continuación, continuamos subiendo unas escaleras en las que hay unos girasoles de metal que se despliegan únicamente cuando el rey visita la Academia. Proseguimos la visita en la biblioteca, donde  pudimos ver las estanterías donde se encuentran todos los libros que la institución posee, entre ellos las más importantes ediciones de diccionarios.

La Academia ha reunido a lo largo de su historia fondos bibliográficos de gran importancia. Su archivo reúne la documentación generada por la corporación desde el año de su fundación, 1713, hasta la actualidad. En julio de 2016 se puso a disposición de los investigadores una aplicación de consulta de los fondos digitalizados –especialmente buena parte de los documentos del s.XVIII-, que se irá actualizando con nuevas cargas de datos.

Biblioteca de la RAE

La biblioteca cuenta con unos 280000 volúmenes de libros y unas 800 cabeceras de publicaciones periódicas. Entre sus fondos, especialmente dedicados a lingüística y literatura española e hispanoamericana, figuran manuscritos, incunables y primeras ediciones de obras de los principales escritores españoles. Además de los ya mencionados legados de Dámaso Alonso y Antonio Rodríguez Moñino, ambos de gran valor histórico, en 2013 recibió también el legado del académico José Luis Borau.

Por supuesto, no podíamos irnos sin ver las dos bibliotecas que abarcan el legado de dos importantes escritores y miembros de la RAE: Antonio Rodríguez Moñino y Dámaso Alonso.

Legado Rodríguez-Moñino

El legado de Antonio Rodríguez-Moñino y su esposa María Brey está constituido por aproximadamente diecisiete mil volúmenes de la colección cedida a la Academia por disposición testamentaria. Reúne cerca de 2660 documentos manuscritos, desde el siglo xv. Destacan las obras de Enrique de Villena y el cancionero de Barrantes, con textos de Juan de Mena, y el manuscrito de El Buscón de Quevedo (hacia 1624). También se conservan autógrafos de personajes de la vida política y literaria española de los siglos XVII al XIX y abundante documentación histórica, notarial y genealógica. Entre los autógrafos del siglo XX sobresale el manuscrito de Una casa en la arena, de Pablo Neruda (1965).

Legado de Dámaso Alonso

La biblioteca particular del profesor y poeta Dámaso Alonso (1898-1990), cedida a la Academia en 1998 por disposición testamentaria, contiene importantes fondos de filología y literaturas románicas, con el interés añadido de que muchas de las obras incluyen anotaciones del propio escritor, quien dirigió la corporación entre 1968 y 1982. Hay, además, objetos personales (condecoraciones, fotos…), manuscritos autógrafos, abundante documentación y una considerable correspondencia con 2913 escritores e hispanistas. Todos estos materiales quedaron instalados, en octubre de 1998, en una sala especialmente dispuesta para ello por la Academia, inaugurada por los Reyes de España el 10 de noviembre de aquel mismo año. Incluye también un fondo documental con manuscritos autógrafos suyos, abundante documentación personal y profesional, y una rica correspondencia con escritores e hispanistas de reconocido prestigio, en particular con los hombres del 27, con los poetas de postguerra, con los escritores exiliados, o con personalidades destacadas del mundo de la cultura. Además, esta sala es lugar de reunión de diversas comisiones y es el rincón favorito de la mayoría de académicos. De hecho, el director de la RAE eligió esta habitación para ser entrevistado el mismo día que hicimos la visita.

Salón de actos

Por último, nos llevaron al salón de actos, al que se accede desde la biblioteca de Dámaso Alonso. Allí nos explicaron el procedimiento mediante el cual un académico toma posesión de su cargo y la disposición de las autoridades políticas y literarias en el acto. El académico electo «tomará posesión leyendo un discurso en junta pública en el plazo improrrogable de dos años a partir de su elección». Los actos de toma de posesión de los académicos, y la correspondiente lectura y edición del discurso son públicos. Además, el salón es el lugar donde se encuentra un retrato de Don Miguel de Cervantes Saavedra, que llegó a la sede en 1911 y preside la sala bajo el retrato de Felipe V. Tras varios debates, se determinó que se trata de una imitación y no del retrato pintado por Juan de Jáuregui, aunque en 1912 Alejandro Pidal, quien fuera por aquel entonces director de la institución, defendió su autenticidad, y en 1949 Enrique Lafuente Ferrari, historiador del arte, defendió su falsedad.

Como anécdota, merece mención el hecho de que cuando estábamos en las puertas de la RAE unos periodistas de Telecinco nos entrevistaron preguntándonos respecto a nuestra opinión de la introducción de nuevas palabras, y acabamos saliendo en el telediario de esa noche.

Antonio, Pablo e Irene siendo entrevistados
UNIENDO LA MODA Y GOYA Por Gema Gracia y Laura Morales

UNIENDO LA MODA Y GOYA Por Gema Gracia y Laura Morales

«Black Silence»

El pasado 28 de septiembre de 2018 tuvo lugar  la II edición del concurso de diseñadores de moda organizado por la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Zaragoza y el Centro de Diseño Superior de Diseño de Zaragoza. Se trata de La Aguja Goyesca,  inspirada en la vida y obra del artista de donde parte la inspiración para el diseño de las diferentes colecciones de moda.

El concurso contaba con dos distintas categorías:  estudiante y profesional, en las participaban las seis colecciones finalistas en un desfile anterior, organizado en la Plaza del Pilar, por el que obtuvieron un premio de 300 por categoría.

Alexis Jimenez preparando a una modelo

En esta ocasión,  los ganadores   eran dotados con 3.000 euros, en la categoría profesional) y 1.000, en la estudiante.

El concurso estuvo abierto al público, que pudo disfrutar de los diferentes desfiles y las interpretaciones de cada artista.

En la categoría estudiante el mejor puntuado fue Alexis Jiménez con la colección Black Silence, que hace referencia las largas horas de silencio que Francisco de Goya tuvo que soportar en los últimos años de su vida.

La colección «Silenzio»

Respecto a la categoría profesional, la ganadora fue Pilar Sicilia con su colección Silenzio. Más tarde,  tuvo lugar un desfile de colecciones de marca de El Corte Inglés para la temporada de otoño 2018.

Este concurso tiene como objetivo repasar la historia y vida de Goya, además del contexto histórico en el que le tocó vivir, entre los siglos XVIII y XIX,  con la Guerra de la Independencia,  y sus problemas más personales.

El evento fue un despliegue de originalidad y creatividad, plasmada en sus colecciones y que, un año más, deja buen sabor de boca y ganas de una tercera edición.

GENERADORES DE RECUERDOS Por Gema Gracia

«El Objeto de la Memoria»

Caos, pero sobre todo, recuerdos. Esa son las primeras sensaciones que nos causa ver la interminable hilera de estanterías llenas de objetos de todo tipo una vez hemos entrado en la exposición. Con “El Objeto de la Memoria»,  el artista Vicente García Plana nos hace reflexionar sobre la historia personal, y la compartida, además de sobre el sentido de lo que somos, fuimos y seremos a través de objetos de la vida cotidiana.

Vicente Gracía Plana comenzó a recopilar objetos desde muy pequeño, al principio de forma desordenada y sin una intención en particular. Poco a poco, esta actividad fue evolucionando hasta convertirse en su modo de expresión artística.

«Acumulaciones verticales»

La exposición comienza con el enorme archivo de objetos que vertebra su taller en una paradoja de orden y caos. Las estanterías están alineadas, con toda clase de cosas “ordenadas” por tipos, pero la multitud de distintos cachivaches nos hace perdernos en la inmensidad. Los objetos se apilan de la misma manera que se acumulan los recuerdos en nuestra memoria, muy cerca unos de otros, separados por el brevísimo espacio de tiempo en el que pasamos de una idea a la otra, de un recuerdo a otro. La mayor parte de los objetos aquí expuestos carece de valor material o histórico. Su fuerza reside en presentarse como generadores de recuerdos, que activan una memoria personal o colectiva.

«Cajas de la Memoria»

En las distintas colecciones a continuación, los juegos y series de objetos están ordenados por tipo, no como en el caótico principio; sin embargo, el espíritu es el mismo. Objetos de la vida cotidiana, que pasan cada día por nuestras manos. Algunos se separan del resto y se atesoran por su enorme valor, otros se salvan por su carácter sentimental. De estas series destacan las» Cajas de la Memoria», pequeñas colecciones en cajas de costura donde el artista guarda determinados objetos junto a reflexiones y recuerdos: la infancia, la familia, el viaje, la amistad, el devenir de la vida….etc. Temas trascendentales que cohesionan esta exposición acompañándonos en un viaje por la vida a través del río de las cosas.

VIAJE ALREDEDOR DE LA MEMORIA Por Gema Gracia y Laura Morales

VIAJE ALREDEDOR DE LA MEMORIA Por Gema Gracia y Laura Morales

Claudia Enguita, una de las artistas del proyecto y exalumna del Elaios

Este sábado tuvimos el placer de asistir a la exposición realizada por alumnos de distintos centros de Zaragoza, como la Escuela de Artes, el IES Andalán y el IES Goya, que estuvo expuesta durante los días 29 y 30 de septiembre de 2018 en un espacio cultural e histórico tan importante como es el Palacio de la Aljafería, en concreto en el foso.

La elección de este lugar no es fruto del azar, sino que pretende jugar con la herencia cultural de la Aljafería, ya que se hace un viaje en el tiempo por los distintos periodos que han marcado la historia de Aragón: la Edad Media Islámica, la Edad Media Cristiana, la Edad Moderna y por último la Edad Contemporánea. Todo ello en un recorrido que nos invita a reflexionar.

La primera de las cuatro instalaciones: “SOMOS”, desarrollada por los alumnos de 1º de Bachillerato A de la Escuela de Artes, junto a la artista Inés Peña y los profesores Silvia Guillén y José Carlos Vegas, nos habla sobre uno de los periodos históricos en los que se ha dividido el proyecto: la Edad Media Islámica.

Este periodo comprende cerca de 400 años en los que fuimos parte fundamental de los territorios del Islam, primero como territorio perteneciente a Al-Andalus y posteriormente, como Taifa independiente hasta la conquista de la ciudad en 1118 por Alfonso I El Batallador. Esta instalación pone de relieve el legado de este periodo en nuestra cultura, a la vez que lanza un mensaje contra la discriminación en cualquiera de sus términos (género, orientación sexual, cultural, religiosa, etc.) y para ello se emplean dos de los sistemas simbólicos y estéticos de representación esenciales de la tradición islámica: la vegetación y la caligrafía.

«SOMOS»

De esta manera, la instalación SOMOS reflexiona sobre como este periodo ha determinado el transcurso de nuestro territorio y de nuestra concepción colectiva como descendientes de grupos étnicos que convivieron en los espacios de nuestra ciudad (árabes, yemeníes, sirios, bereberes, muladíes, judíos, mozárabes, etc.)

Cubriendo la actual lámina de césped del foso con sábanas blancas se pretende evocar el aspecto original del palacio hispano musulmán y de la antigua capital de la Taifa de Saraqusta,  conocida popularmente como Al-Madinah al-Bayda, que podemos traducir como “La Ciudad Blanca”, por el brillo del mármol de sus murallas y por la abundancia de sus encalados y enlucidos.

Además, los colores utilizados son especialmente representativos en los territorios donde la población islámica era la mayoritaria, ya que el verde es el color propio del profeta Mahoma y el blanco el color de los Omeya de Damasco y de los Almohades, estando ambas dinastías estrechamente ligadas a nuestro pasado andalusí.

Destacando en color verde, entre las sábanas blancas, se deja ver el césped que nos invita a recorrer un camino que simboliza la historia de todos.

Este camino sinuoso dibuja una línea continua verde que es, a la vez, camino y palabra. Una palabra que construimos en nuestro caminar, pero que nos es difícil leer desde este plano. Será necesario superar el foso, subir a la parte de arriba y recorrer el mismo tramo para poder leer este palíndromo; SOMOS. Una palabra que nos permite descifrar nuestro recorrido, y su simbología, ya sea de derecha a izquierda o a la inversa, haciendo alusión a la escritura árabe y latina y su relación identitaria secular.

«FE CIEGA»

La instalación ubicada en el sector meridional del Palacio corresponde a la Edad Media cristiana y ha sido realizada por los alumnos de 1º de bachillerato C del IES Andalán, junto al artista Valentín Silva Bolea y la profesora Mónica Calonge.

El periodo histórico en el que se basa esta instalación comienza entorno al año 1000 d.C en los valles pirenaicos, donde unas pocas tribus cristianas. apoyadas por los reyes francos, emprendieron su lucha armada hacia el sur en un proceso de crecimiento, independencia y alejamiento del poder europeo, arrebatando territorios a Al-Andalús y constituyendo el origen del actual Aragón. Desde entonces hasta prácticamente cinco siglos después, cuando el matrimonio entre Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla,  dio paso a la unificación de ambas coronas, numerosos monarcas ocuparon el trono de la Corona en una lucha por el poder que comprendió pactos, conflictos y matrimonios a partes iguales, en los que la religión jugó un papel determinante.

«FE CIEGA»

Para los alumnos participantes en el proceso, el foso encarna algunos de los valores más negativos de dicha época: las relaciones de vasallaje y soberanía, la imposición de las creencias, el miedo a la intolerancia y, en definitiva, a la muerte. Por eso, frente a esta concepción del foso como lugar donde ahogarse o morir por el ataque de las fieras, la instalación plantea otra visión. Esta consta de más de 3.000 bolsas de plástico llenas de agua cristalina, refleja el cielo al ser vista desde el paso superior y no podría contener un animal más grande que un pez de acuario.

El agua es uno de los elementos más importantes en términos identitarios de Aragón. Del agua del río Aragón tomaron el nombre los primeros señores feudales al discurrir como este hacia las tierras del Ebro. Es por ello que los cierres de las bolsas en rojo y amarillo reflejan sobre el agua las bolsas de los colores de la seña real que constituye nuestra bandera y la de otros territorios que formaron parte de aquella unión política y religiosa.

«FE CIEGA»

Ambos elementos, el agua y el pez contienen una fuerte carga simbólica que remite a la dependencia y comunión política entre el poder religioso y territorial. En la Baja Edad Media las imágenes figurativas (prohibidas en el arte islámico, es decir, en el arte del enemigo) inundaban cada momento de la vida (rituales, escudos, arquitecturas, relatos visuales, etc.), ya que eran consideradas fundamentales para expandir la palabra de Dios y para conectar las esferas humana y divina. Sin embargo, el uso de estas imágenes no era siempre el esperado, llegando a ser la causa de otros desenlaces.

El ichtus o ichthys es un símbolo cristiano que nos habla de dichos enlaces, cuando era utilizado como código secreto para identificarse como creyente. La imagen consiste en dos arcos que se intersectan y que representan a un pez aludiendo a la figura de Jesucristo (identificado con dicho animal en varios paisajes bíblicos), así como la persecución que sufrieron los primeros cristianos debido a la intolerancia de la sociedad romana del momento.

Unos siglos después, bajo la ideología de las cruzadas contra el Islam, el Judaísmo y la herejía y con el apoyo ideológico del papado, los reyes aragoneses avanzaron hasta el Levante y el Mediterráneo en su expansión sirviendo a Dios y a los intereses de su representante en la tierra y alcanzando nuevas aguas que supondrían el auge de su poder: el Mar Mediterráneo.

Torre del Trovador

La tercera instalación de nuestro viaje alrededor de la memoria del palacio corresponde al periodo histórico denominado “Edad Moderna” y ha sido desarrollada por los alumnos de 1o de bachillerato C del IES Goya,  junto al artista Ion Ander Somovilla y el profesor Alfredo Carrascón.

La Edad Moderna comienza en 1492 y en España suele considerarse acabada en 1808, con la Guerra de la Independencia. Este es un gran momento para el arte en general y para las letras y las artes escénicas en particular, siendo las óperas, las funciones de teatro, los conciertos o las danzas algunas de las expresiones artísticas más accesibles y populares para la población. Por ello,  los alumnos decidieron que el medio para la creación de esta instalación fuera el sonoro.

«Libranos del silencio»

Sin embargo, la situación socio-económica, cultural y política no siempre acompañó a este esplendor cultural, al menos en los antiguos territorios de la Corona de Aragón que vivieron el deterioro, sino la aniquilación de algunas de sus instituciones más emblemáticas. El Palacio de la Aljafería es tal vez el mejor testigo y testimonio de este pasado de luces y sombras, siendo objeto durante esta época de una profunda reconversión que lo transformará en fortaleza militar, sede de la Inquisición y prisión, menoscabando su esencia hasta dejarlo prácticamente en ruinas.

La instalación resulta a primera vista invisible, como las vivencias de todas las personas, colectivos y minorías que, aunque no aparezcan en los libros de Historia, siguen haciendo eco en los grafitis, las melodías, los silencios o los gritos que podemos advertir en espacios como la Torre del Trovador.

Cuando llegamos al sector occidental del foso encontramos un espacio vacío y una estructura monolítica ubicada bajo la Torre del Trovador, escenario y leit motiv de la ópera de Giuseppe Verdi “Il Trovatore” y de la instalación.

«Libranos del silencio»

“Libranos del silencio” emplea dicha ópera como conductora del sentimiento de la época en el palacio, en concreto el Deserto sulla terra del acto I, que acontece en el foso de la misma. Partiendo de la interpretación original del Metropolitan en 1961, el sonido se expande por el espacio del foso expresando el contexto sociocultural de la época y en particular de la Aljafería, que abandona su uso como Palacio (placer) y se convierte en sede de la Inquisición y cárcel (dolor).

La obra interactúa con los visitantes, activándose cuando ellos se salen del recorrido marcado por el camino de adoquines para curiosear el monolito que se ubica bajo la torre.

En ese momento,  el sensor, ubicado en el mismo, les hace partícipes de la expresión artística de la época, deformando grotescamente la lírica de Verdi. Si el espectador se acerca todavía más al monolito y lo señala, este castiga al resto de los espectadores, mediante sonidos que representan las angustias sufridas por las personas disidentes del sistema de la época, brutalmente reprimidas por la religión cristiana y el poder monárquico.

«Contracorriente»

Como el recorrido planteado es circular, el viaje acaba con la instalación que el grupo D de 1º de Bachillerato de la Escuela de Artes ha realizado, junto a la artista Eila Siverio y la colaboración de Silvia Guillén e Ignacio Mendiara.,  para el tramo del foso que se sitúa en la fachada principal.

Formalmente, el inicio de la Edad Contemporánea en España se sitúa en el estallido de la Guerra de la Independencia, aunque en Francia había comenzado ya en 1789 con la Revolución Francesa. Desde entonces hasta nuestros días, la historia comienza un proceso de aceleración que se caracteriza por constantes idas y venidas políticas, guerras, alzamientos, huelgas y revoluciones.

«Contracorriente»

Dentro de este territorio histórico tan amplio y aprovechando la oportunidad de generar una instalación impactante y actual en la fachada principal de las Cortes de Aragón (donde reside el poder democrático) los artistas decidieron realizar una obra que hablara de nuestra propia generación, de nuestros precedentes y sus reivindicaciones y retos.

En este momento donde la ruptura de las disciplinas clásicas y el surgimiento de nuevas técnicas y tecnologías conllevan que todo pueda ser arte si su creador y el número suficiente de público lo convienen, se decidió que el sistema de representación fuese el cuerpo.

Desde mediados de los años 60, una serie de artistas convirtieron sus propios cuerpos en el medio y la herramienta sobre el cual representar e intervenir en la realidad. En base a este espíritu de innovación y experimentación, de ruptura con lo establecido y con los canales del propio arte se ha decidido partir del propio cuerpo para la creación de una instalación que remitiera a todo ello.

Conforme avanzamos en el tiempo y en el arte,  este cuerpo individual de artista –o performer- se reconfigura y se convierte en cuerpo social (sustentado en la creación comunitaria) o en cuerpo político (en el contexto de las sociedades de masas y de las dictaduras de los años 60 y 70) para emprender una lucha artística colectiva de acción, agitación y resistencia.

Contracorriente es un homenaje a nuestro tiempo y una invitación a poner el cuerpo frente y en el lugar de la obra de arte. Mediante la instalación de decenas de cuerpos en la lámina del césped se trata de revertir las connotaciones negativas asociadas al foso y reflexionar sobre los valores de una igualdad real en cualquiera de sus términos.

«Contracorriente»

Aquí nuestros cuerpos surcan la democracia, ocupan los espacios públicos, nadan las barreras que nos separan y conquistan juntas sus libertades individuales y colectivas.

Tras la exposición, hemos tenido la oportunidad de compartir unas palabras con la presidenta de las Cortes de Aragón, Violeta Barba, que inauguró el proyecto junto al director del proyecto Álvaro Albajez.

Uno de los fines del proyecto ha sido exponer instalaciones artísticas de artistas jóvenes en el foso: un espacio verde, poco utilizado y que se está recuperando para la ciudadanía. Además, la presidenta, nos comunicó que se están poniendo en marcha varios proyectos para promover el uso de espacios urbanos en Zaragoza y llenar de cultura cada rincón de la ciudad.