Mi interpretación, opinión personal, sobre este libro es que de manera indirecta Cervantes hace una crítica a las clases privilegiadas. O al menos eso es lo que me ha llegado a mí. Dónde creo que se refleja eso, es lo que voy a exponer ahora.
Analizando la psicología de Don Quijote, un hidalgo venido a menos, observo rasgos que me llevan a pensar que lo que tiene el señor Alonso Quijano, a parte de una locura provocada por los libros, es una obsesión por la fama y el reconocimiento. Los libros de caballerías mostraban el poder que se obtiene al luchar en batallas y ganarlas, la grandeza de las hazañas propias y la obtención de recompensas por hacer buenas acciones (como salvar a niños o a damas), todo esto, tapado por un supuesto amor hacia una dama. Y digo supuesto, porque me parece más una tapadera que da carta blanca para meterse en peleas, que un verdadero amor. Lo que quiero decir es que Don Quijote estaba cegado por el poder (como diría Friedrich Nietzsche, “la voluntad del poder”, es decir, que el poder ciega siempre a las personas), por eso se inventa una señora llamada Dulcinea del Toboso, basándose en una aldeana. Se la inventa para poder luchar en su supuesto nombre y así poder ganar. En contra de esto he de decir que Don Quijote jamás pide recompensa alguna (monetaria, territorial…), incluso aborrece el dinero. Sin embargo, aunque no pida dinero o territorios lo que si pide es reconocimiento; de hecho, cuando se entera de que hay otro Quijote que suplanta su identidad, se enfada (aparte de que es una suplantación de identidad) porque puede que vea reflejada su verdadera identidad, y se vea amenazado por otra persona igual que él, arriesgándose a que la gente recuerde más las hazañas de su doble que de él. Claramente sé que no es esto, pero, podría ser otro posible ejemplo del miedo a no ser recordados y que otras personas sí lo sean (gran miedo que aterra a la sociedad de hoy en día). Don Quijote sería como la alta sociedad, que modela a la población como quiere (en este caso sería Sancho la población), a su antojo, les hace creer lo que quiere y después esperan ser estudiados por los alumnos mientras piensas: “Ojala yo fuera él”, refiriéndose a su valentía. Valentía que yo sinceramente cuestiono y que, como todo en esta vida, los importantes hacen que se sepa lo que ellos quieren que se sepa. Pero eso ya es otro tema del que también tengo opinión.
Volviendo al Quijote ahora os hablaré de Sancho. Sancho Panza, un campesino criado en el trabajo y el esfuerzo, representaría las clases bajas. El señor Panza es mi personaje favorito del libro, tiene todo los valores que admiro de las personas. Es sincero, en cuanto a que dice lo que ve a pesar de llevarle la contraria a su “señor”. Aborrece el arte de mandar y afirma que solo los que están acostumbrados a ello podrían hacerlo, aquí se muestra la clase humilde de Sancho. Esto se ve en los capítulos de la ínsula Barataria. Pese a gobernar con generosidad, clemencia y astucia (como el Rey Salomón), odia profundamente las obligaciones de los gobernantes, la comida y sobre todo la fama. Yo, al leer estos capítulos, los interpreté como una crítica a los gobernantes, que se pasan el día comiendo, bebiendo y disfrutando de la buena vida. Esto lo deduzco porque los duques mandan a gobernar a Sancho para quitarse ellos su responsabilidad, ya que están acomodados en la monotonía de no hacer nada, porque todo lo hacen los demás. En contra de esto he de decir que en el capítulo que explica este suceso, se dice que mandaron a Sancho a gobernar para reírse de él. Otro punto que me gusta de Sancho es que es fiel a su mujer, y que no resalta mayoritariamente los rasgos buenos, sino también los malos. Pese a nombrar de forma habitual sus defectos, Sancho quiere a su mujer así, y le promete hacerla duquesa en cuanto pueda (como el filósofo Slavoj Zizek diría: “El amor es reconocer la imperfección. Aceptar esa persona con todos sus defectos.”). Otra característica de la clase popular que veo en Sancho es la tendencia a echar la culpa al pueblo. Quiero decir, cada vez que Don Quijote se mete en un lío es Sancho quien lo paga; como ejemplo podría poner el manteamiento de Sancho en el hostal porque el hidalgo no paga. Y Sancho como buen escudero (clase baja) acepta las reprimendas que su amo le dice sin queja alguna.
Otros personajes que aparecen en la novela son los duques. De estos caracteres me quedaría con el motivo por el que acogen en sus dominios a Don Quijote y a Sancho. Este es la diversión. Los duques los acogen únicamente por la diversión que les causan. Aquí se podría ver reflejada la discriminación que hay dentro de las propias clases altas por dos posibles motivos. Uno sería la discriminación por las penurias que pasa para sobrevivir el hidalgo, y que por eso les causa tanta gracia. Y otro sería que Don Quijote expresa lo que siente. A menudo la gente que tiene algún tipo de poder no puede expresar sus pensamientos, o tiene miedo a hacerlo por ser juzgado de alguna manera. Creo que la envidia es lo que empuja a los duques a meterse con él.
Para terminar con los personajes, no creo importante mencionar a algún otro de la historia, pero sí que voy a recordar una teoría propuesta por Hegel llamado “el amo y el esclavo”.
- Según Hegel la historia comienza cuando los individuos A y B tienen dos deseos incompatibles. A desea ser el objeto de deseo de B, es decir, A desea que B desee a A, y B desea ser el objeto de deseo de A, esto es, B desea que A desee a B.
Esto, reflejado a la novela, se vería en que Don Quijote desea que Sancho quiera ser su escudero; y a su vez, Sancho anhela que Don Quijote lo quiera como escudero.
- La intrincada red de deseos de A y B no marcha bien, de modo que deciden entrar en pugna, con el objetivo de someter al contrario y obligarlo a reconocer al vencedor. A intentará someter a B y B a A. Sin embargo, ocurre que en A, pongamos por caso, el miedo a morir en la pugna supera su deseo de ser deseado por B, por lo que ante el peligro de la muerte se somete a B, en quien el deseo de ser deseado por A tiene más fuerza que el miedo a la muerte. Así que B somete a A y A desea a B. Nacen así el amo y el esclavo.
Aplicando esto a El Quijote, se puede ver en el momento en el que el hidalgo y el campesino hablan, hacia el final de la segunda parte, sobre los deseos de ambos de ser deseados por el otro (en forma de escudero y amo claro). Don Alonso Quijano , quien sería el amo en esta historia, manifiesta la idea de que quiere que Sancho sea su escudero, pero en una menor medida que Sancho, que desea con todas sus fuerzas que Don Quijote le aprecie como escudero (esclavo). Al final, el campesino cede y pasa a ser esclavo, ya que su miedo a no ser deseado por el amo, es menor al miedo de dejar de ser su escudero, por lo que Sancho acepta su posición de esclavo.
- Pero no termina aquí la cosa, puesto que B que por fin es deseado por A no se siente realizado. En efecto, B se da cuenta de que es deseado por A no porque sea muy guapo, sino porque el miedo a la muerte que tiene A le ha llevado a someterse, renunciado a su ansiado deseo de ser deseado por B. Así que, obviamente, el deseo que tiene A por B no termina de satisfacer el deseo que tenía B de ser deseado por A.
Desgraciadamente aquí no encuentro semejanzas en el texto, ya que al volver a casa, Sancho sigue apreciando a Don Quijote, y este a Sancho; ya fuera de su posición de amo y esclavo.
Por último y antes de acabar mi crítica personal, tengo que decir que es un libro que me ha gustado bastante y que sin duda, y aquí lo dejo manifestado, me encantaría leer al completo. No me perdería la oportunidad de leer un libro que ha servido de inspiración para tantos autores importantes, y que ha contribuido a la creación de innumerables obras.