“PASAR DE UN COMPAÑERO DE CLASE” Por Julia Ortega

Acoso, 1.m “Acción de acosar” . Verbo  acosar, 3.tr. Apremiar de forma insistente a alguien con molestias y requerimientos. Esas son las definiciones dadas por la RAE, definiciones frías, ásperas y distantes.

 El acoso es un tema a la orden del día, que vemos a diario en noticias, series de televisión o películas pero, ¿qué es verdaderamente el acoso?. En muchas ocasiones, cuando hablamos de este acto lo vemos como algo lejano, ajeno a nosotros y a nuestros seres queridos y, sobre todo, ajeno a nuestra vida cotidiana, tanto nuestra vida social como escolar o laboral.

Esto nos lleva al famoso y conocido “bullying”, pues es el acoso que se ejerce en los centros escolares, donde los compañeros someten a un alumno a un constante  acoso físico y psicológico. Sin embargo, esto no queda aquí, pues cuando hablamos de bullying no me refiero a los típicos insultos que se puedan decir dos amigos entre sí, como cuando eras pequeño e insultabas a tu amigo por no haberte dado la pegatina que él tenía y que a ti te gustaba tanto, pero que luego hacíais las paces y continuabais vuestra amistad como si nada. Me refiero a una constante y repetida humillación sinsentido que ejerce el más “valiente” de los compañeros de clase al más “débil”. Digo valiente entre comillas porque al fin y al cabo, no deja de ser una persona cobarde que canaliza sus miedos, problemas e inseguridades de la única forma que sabe, humillando a otro compañero y haciéndole sentir inferior ….¿para qué? La respuesta es sencilla, pues es para crear en la víctima una situación de inseguridad y que llegue a sentirse inferior al resto de los compañeros, pasando a ser el acosador el “guay y duro de la clase”. Por ello, lo más importante no es la acción como tal, sino los efectos que produce entres sus víctimas.

La cosa no queda aquí, puesto que los insultos y agresiones físicas son solo un arte de todo este sambenito. El hecho de “pasar de un compañero de clase”, no querer hacer un trabajo con él, ser al único de clase al que no invitas a tu cumple o acciones tan simples como no ir en el recreo con él ni dejarle jugar a fútbol contigo, son los efectos que provoca este acoso a largo plazo, debido  a que la acción que había iniciado un niño, se va contagiando como una varicela al resto de compañeros que, seguidores del “fuerte de la clase”, se convierten en sus cómplices de forma consciente o inconsciente. En el momento que ves como acosan a un compañero y te unes a ese acoso o pasas por completo del tema, te conviertes en partícipe y pasas a tener la misma culpa que el acosador.De esta manera, la víctima se convierte en el blanco fácil de sus compañeros, pasando a colocarse la etiqueta del “marginado de la clase”,  “el feo de la clase”,  “la gorda de la clase”,…resultando ser una forma ingeniosa para hundir la autoestima y fomentar una sensación de temor de una persona completamente inocente.                                              Así, la víctima deja de tener amigos y en muchas ocasiones, pasa a no tener nadie en el que apoyarse y poder pasar este tormento, tormento que ninguna persona tiene que atravesar nunca, y mucho menos sin el apoyo de alguien.

Y mi pregunta es…¿cómo un niño es capaz de pasar por esto solo?. Fácil, no puede. Por ello, es muy importante hablar, hablar con cualquier persona sobre el tema, con el profesor, con los padres, con el jefe de estudios, con tu vecino, con tu abuela,… con quien sea. De esta forma, dejas de pasar por ello tu solo, dejas de soportar una brutal carga  innecesaria.                              

La base de todo esto se encuentra en la educación, tanto en la que recibimos en casa por parte de nuestra familia, como la que recibimos en la escuela. Es muy importante educar en la diversidad, tanto sexual como de género, cultural y étnica, y sobre todo, educar en la igualdad. Una igualdad donde nadie quede excluido, pero donde se puedan apreciar las diferencias de los demás, viéndolas como algo positivo y no como objeto de burla. De esta forma, evitamos que alguien se crea superior a alguien o que a una persona le puedas hacer pensar que es  más débil que otra.