CHUECA Y MALASAÑA O MALASAÑA Y CHUECA Por Izarbe Peña y Laura Morales

Madrid es la capital de nuestro país, llena de grandes monumentos y exposiciones que admirar pero… ¿y barrios? Además de visitar la famosa Gran Vía y la Puerta del Sol también podemos dedicar el día entero a patear dos de los barrios más famosos de España reconocidos mundialmente: Chueca y Malasaña. La cultura e historia se respiran por sus calles, miles de historias que contar a tan solo unos pasos de la Gran Vía de Madrid.

Malasaña debe su nombre a Manuela Malasaña, una costurera de 17 años ,que murió enfrentándose a las tropas francesas,  durante la la represión que trajo consigo el levantamiento del 2 de mayo de 1808, que dio inicio a la Guerra de la Independencia. Además, durante esa época, en el Parque de la Artillería de Monteleón, en la Plaza del Dos de Mayo, se encontraba un foco de alzamiento y tuvo lugar una de las batallas más sangrientas.

Plaza del Dos de Mayo

Años después, Malasaña fue conocida como el barrio de la Universidad, pero con su traslado, comenzó a decaer. Hasta que, en los 80 surgió la «movida madrileña», y  convirtió esta zona en uno de los puntos más importantes de actividad nocturna gracias a  sus locales, bares, plazas y calles.

En la actualidad,  Malasaña  respira un ambiente artístico y multicultural, que cuenta con  diversos teatros; escuelas de interpretación, música y danza; esculturas a pie de calle y  un sinfín de establecimientos creativos y diferentes:  un barrio visionario, donde se mezcla lo antiguo con lo más moderno.

Ahora tocaría ir enumerando  plazas, hostales, bares y locales que visitar, pero esto no es una guía turística; eso lo puede hacer uno solito con el ordenador y conexión a internet.

Chueca debe su nombre al compositor de zarzuelas de finales del siglo XIX, Federico Chueca.

Este barrio fue, por excelencia, el lugar de encuentro clandestino de personas LGBT desde principios del siglo XX.  Mantuvo su «mala fama» durante los años de la Transición, al convertirse en una zona de prostitución, y tráfico y consumo de drogas. En los 80, se se inauguraron muchos locales enfocados al colectivo LGBT y la vida nocturna comenzó a activarse.

Hoy en día comparte con Malasaña su título de centro de la vida nocturna madrileña.

En conclusión, si buscas un lugar diferente, salirte de la típica visita a Madrid (que de todas formas en algún momento hay que hacer) o en lugar de pasar las noches descansando, salir de fiesta en un ambiente diverso, abierto y vibrante… Chueca y Malasaña son tus barrios.