MELODÍAS OLVIDADAS, por Gema Gracia

La música clásica ha sido un campo privado y exclusivo para hombres a lo largo de la historia, prueba de ello es la escasa información que tenemos acerca de compositoras en este ámbito. Un olvido que coincide con el de la propia desvalorización de la mujer en lo social, político, religioso y artístico, entre otras áreas. Gracias a estudios recientes se ha conseguido rescatar del silencio figuras femeninas representativas del mundo musical que fueron excluidas de los libros de historia, y de las que no se ha hablado hasta bien entrado el siglo XX. Sobre las mujeres de la Edad Media sabemos muy poco, debido a la antigüedad de los hechos y a lo difícil que es rescatar música de “la noche de los tiempos”, pero hubo 3 compositoras que destacaron cada una a su manera. Kassia  Constantinopla (actualmente, Estambul, en Turquía), 810 – c.867 fue una compositora y poetisa del imperio Bizantino. Kassia nació en el seno de una familia aristocrática de Constantinopla . Alrededor de 843 fundó un convento, y se convirtió en su primera abadesa. Una tradición narra que Kassia fue enviada al exilio por haber ayudado a monjes y creyentes partidarios de mantener el culto a las imágenes durante los conflictos entre la iglesia católica y la ortodoxa. Otra tradición cuenta que Kassia fue candidata a ser desposada por el emperador Teófilo en el año 830: entre las cuestiones a fue sometida en un interrogatorio público para la elección, se incluía una pregunta sobre si prefería de alguna forma a otras mujeres; no entendiendo el sentido de la pregunta, la respuesta de Kassia fue que «efectivamente, prefería a la mujer más grande que nunca hubiera nacido», refiriéndose a la Virgen María, madre de Jesucristo según la tradición cristiana, lo que provocó que fuera rechazada como candidata, al ser interpretada su respuesta en el sentido en que había sido emitida la pregunta.Para la tradición oriental, Kassia es mencionada también como «Santa Kassiana» . Kassia escribió alrededor de cincuenta himnos, de los que 47 son troparias (breves himnos de oración), y 2 son cánones (himno-ciclo de 8 odas); se conservan actualmente varias melodías de los himnos, aunque pueden haber sido modificadas tras las copias manuales que se han ido realizando con el paso de los siglos. Treinta de estos himnos son actualmente usados en la liturgia de la Iglesia ortodoxa oriental.También escribió 261 epigramas y versos gnómicos.

     Aquí os dejo uno de sus himnos –O Phariseos

  Hildegarda von Bingen (16 de septiembre de 1098-Monasterio de Rupertsberg, Bingen, Rheinhessen, Renania-Palatinado, Alemania, 17 de septiembre de 1179).
Hildegarda von Bingen
Fue abadesa, líder monacal, mística, profetisa, médica, compositora y escritora alemana. Está considerada por los especialistas actuales como una de las personalidades más fascinantes y polifacéticas del Occidente europeo, se la definió entre las mujeres más influyentes de la Baja Edad Media. Fue la menor de los diez hijos de Hildeberto de Bermersheim y de Matilde de Merxheim-Nahet, y por eso fue considerada como el diezmo para Dios, entregada y consagrada desde su nacimiento a la actividad religiosa, ahora te llevarían a juicio por abandonar a tus hijos, pero bueno ,de esta manera, fue dedicada por sus padres a la vida religiosa y entregada para su educación a la condesa Judith de Spanheim quien la instruyó en el rezo del salterio, en la lectura del latín y en la lectura de la Sagrada Escritura y en el canto gregoriano. Siendo ya abadesa, afirmaba haber tenido visiones a una edad muy temprana, que continuaron a lo largo de su vida. Estas visiones hicieron que se la tratara como una persona en conexión con lo divino, lo que explica en parte cómo fue capaz de deshacerse de las restricciones de la iglesia medieval con las mujeres predicadoras y dedicarse a la filosofía y a la ciencia, de hecho, la mayoría de las obras de Hildegarda von Bingen se presentan en forma de visiones. Hay algunas teorías que afirman que algunas visiones de Hildegarda eran un truco que usaba para que se tomase en serio su obra, ya que, seguramente la obra de Hildegarda habría sido ignorada o incluso se le habría prohibido dedicarse a la ciencia, música…etc., pero si tienes visiones y actúas como intermediaria de la palabra divina entonces no es tu obra, sino la de Dios así que la iglesia católica te puede dejar un poco en paz. Entre los años 70 y 80 se rescataron sus composiciones musicales y es autora de uno de los repertorios de música medieval más extensos. Una de sus obras, Ordo Virtutum, dedicada a la virtud, es uno de los primeros ejemplos de drama litúrgico. Además, Hildegarda escribió textos teológicos, botánicos, medicinales y poemas. La mayoría de sus composiciones son audaces y se apartan de los estilos de la época. Son obras que abarcan amplios registros, con melodías muy trabajadas, donde la música es tan importante como la poesía. Hoy los musicólogos valoran mucho su obra, existen grabaciones de su obra completa y curiosas mezclas de sus melodías con ritmos Techno y New age que pueden gustar, o no, pero demuestran lo universal de su genio. Durante sus últimos años su fama continuó extendiéndose por todo el continente. Aquí os pongo uno de sus cánticos en latín, Ave Generosa:  Beatriz de Día o Condesa de Día (ca. 1140 – Provenza, 1212)
Beatriz de Día
Fue la más famosa del pequeño grupo de trovadoras, es un milagro que nos haya llegado parte de su obra siendo trovadora y aun encima mujer. De acuerdo con su vida, estaba casada con Guilhem de Poitiers, Conde de Vienne pero estaba enamorada del trovador Raimbaut de Orange (1146-1173), al que le dedicó algunas de sus obras. Los poemas de Beatriz a menudo eran acompañados por la música de una flauta. Cinco de sus composiciones han sobrevivido. Aquí os dejo una de estas composiciones: Llegamos al barroco, cuando apareció la tonalidad (que es más o menos como el DNI de una pieza musical) y por lo tanto, apareció, por así decirlo, la música occidental, que es una de las bases de la música actual. En el barroco tenemos a Barbara Strozzi (Venecia, 6 de agosto de 1619 — Padua, 11 de noviembre de 1677)
«intérprete con viola da gamba» pintura de Bernardo Strozzi que se cree que representa a Barbara Strozzi
Barbara Strozzi fue una cantante, compositora y uno de los nombres propios de la historia de la música del barroco italiano. Fue hija de Giulio Strozzi. Su madre, Isabella Garzoni, era una de las sirvientas de Giulio. Es más que probable que Barbara fuera hija ilegítima de Giulio,  quien no sólo la adoptó sino que le regaló la posibilidad de acceder a la cultura. Cuando Barbara tenía unos 15 años fue invitada por su padre a participar en las tertulias de la Accademia degli Unisoni, que él mismo había creado en 1637. Giulio animó a Barbara a interpretar piezas musicales. Además de ser una gran intérprete, Barbara llegó a ser una importante compositora. Su género predilecto fue la cantata. En 1644 se publicó Il primo libro de madrigali, la primera recopilación de su obra, compuesta por ocho piezas de gran belleza musical. Desde 1652, fecha de la muerte de su padre y principal protector, hasta su propia desaparición en 1677, Barbara Strozzi continuó cantando y componiendo gracias a la protección de reyes y aristócratas. Poco más se conoce de ella. Aunque no se sabe si estuvo casada, parece ser que tuvo cuatro hijos. Esta es una de sus arias “La Vendetta” del Cantate, ariette e duetti Op.2 En el Clasicismo contamos con Marianne von Martinez y a Maria Theresa von Paradis. Marianne von Martinez (4 de mayo de 1744, Viena – 13 de diciembre de 1812, Viena)
Marianne Martinez , retrato pintado por Anton von Maron en 1786
Marianne, o Mariana ya que estamos, era de origen español, Haydn , que fue su profesor, la llamaba la pequeña española.

Hija del español Nicolás Martínez, nació en Viena, en donde se había instalado su padre tras su estancia en Italia. Como era muy amigo del poeta Pietro Trapassi, más conocido como Metastasio, este se interesó en la educación de su hija, que destacó como niña prodigio, cantante, teclista y compositora. Pietro Metastasio hizo que recibiera clases de música de Porpora, Johann Adolph Hasse y el joven Haydn (1732), 12 años mayor que Mariana. La familia Martínez heredó una importante fortuna del poeta que gestionaron ella y su hermana y que contribuyó a que desarrollaran una importante vida social en Viena; su salón fue uno de los más célebres de la ciudad, y conoció a un Mozart doce años más joven que ella, a Beethoven y al compositor, también de origen español, Martín y Soler. En 1790, abrió una escuela de canto de la que salieron algunas de las más grandes voces de su época. Fue miembro de honor de la Academia Filarmónica de Bolonia y doctor honoris causa en Pavia. Martínez compuso más de doscientas obras, misas, cantatas, música instrumental y obra para clave y pianoforte.

Este es el primer movimiento de su sonata no 3: Maria Theresia von Paradis (20 de mayo de 1759 ,Viena -1 de febrero de 1824,Viena)
Maria Theresa von Paradis , retrato dibujado por Faustine Parmantié en 1784
Si ya era difícil ser compositora entonces, imagínate ser también ciega. María Theresia Von Paradis nació el 15 de mayo de 1759 en la ciudad de Viena. Maria Theresia era hija de Joseph Anton Paradis, Secretario Imperial en la corte de la emperatriz María Teresa de Austria. No se sabe por qué razón médica, siendo una niña de poco más de dos años empezó a perder la visión hasta quedarse ciega. Maria Theresia mostró desde bien pequeña un gran talento para la música. Como no podía leer, memorizaba las notas de memoria para poderlas tocar luego en el piano. Parece ser que la emperatriz Maria Teresa la ayudó económicamente y la puso en contacto a la pequeña con los principales compositores de la Viena de su tiempo. Así, pudo aprender de Leopold Kozeluch, Antonio Salieri o Carl Friberth. Con tan sólo once años dio su primer concierto tocando el órgano y cantando,  y a los dieciséis ya era reconocida por los círculos artísticos vieneses como una cantante e intérprete virtuosa. En 1783, se embarcó en una larga gira de tres años por Europa, mostrando su talento en ciudades como París, Londres, Berlín o Praga. En París tuvo ocasión de conocer a Valentin Haüy, uno de los pioneros en la integración de los invidentes en la sociedad. En el tiempo que permaneció en la capital francesa, además de triunfar con sus conciertos colaboró con Haüy en la creación de una escuela para ciegos. Maria Theresia compuso cinco óperas, tres cantatas, conciertos para piano y su famoso concierto Sicilienne. Pudo componer sus obras gracias a un tablero para componer inventado por su compañero Johann Riedinger, compositor y libretista, y a una máquina de escribir para ciegos ideada por Wolfgang von Kempelen. Su obra fue admirada por grandes compositores de su tiempo como Haydn o Mozart, que le dedicó su Concierto para piano nº 18. Con el cambio de siglo, Maria Theresia von Paradis se centró más en la composición que en la interpretación, además de dedicar buena parte de su tiempo a la enseñanza musical. En 1808 fundó su propia escuela para niñas en Viena, donde ejerció como maestra hasta el final de sus días. Falleció en Viena el 1 de febrero de 1824. Aquí os dejo la Sicilienne: Ahora pasamos al Romanticismo, cuando el artista se “independizó” y empezó a crear arte para sí mismo y para el público en general. Esta independencia también hizo que muchas mujeres se pudiesen desarrollar como artistas y tener oportunidades que quizás antes no habrían tenido, aun así, hacerse reconocer ante la sociedad seguía siendo duro. Fanny Cecilie Mendelssohn (Hamburgo, 14 de noviembre de 1805-Berlín, 14 de mayo de 1847)
Fanny Hensel en 1842, por Moritz Daniel Oppenheim.
Fanny Mendelssohn fue una compositora y pianista, hermana del también compositor Felix Mendelssohn. Fue la mayor de los cuatro hijos del banquero y filántropo Abraham Mendelssohn y su esposa, Lea Salomon, ambos procedentes de distinguidas familias judías. Su padre pronto se fijó en las actitudes para la música tanto de Fanny como de su hermano Felix , que demostraron un talento excepcional para la interpretación y la composición musical desde pequeños, y decidió darles a ambos una formación específica: tanto Fanny como Felix estudiaban desde las cinco de la mañana hasta las últimas horas de la tarde. (RIP) Pero cuando crecieron, los roles sociales preconcebidos para hombres y mujeres truncaron la carrera de Fanny. Mientras que su hermano Felix pudo continuar con su carrera musical, ella tuvo que aceptar que la música, como dijo su propio padre, sería para ella un mero “ornamento”. Fanny Mendelssohn contrajo matrimonio en 1829 con un pintor de la corte prusiana, Wilhelm Hensel. Allí tuvo que aceptar su nuevo rol de esposa y madre de un único hijo. Tuvo suerte sin embargo, pues su marido aceptó que Fanny continuara componiendo y organizando uno de los salones culturales más famosos de la ciudad en el que se dieron cita otros compositores e intérpretes como Franz Liszt o Clara Schumann (de quien hablaré más adelante). Con el apoyo incondicional de Wilhelm, Fanny publicó en 1837 una de sus canciones firmadas con su nombre, aunque la mayoría de veces que quiso publicar sus obras tuvo que hacerlo con el nombre de su hermano. Debido a esto cuentan que cuando la reina Victoria I de Inglaterra escuchó por primera vez una canción titulada Italien, quedó tan conmovida que quiso felicitar personalmente a su autor, Felix Mendelssohn. Invitado a Buckinghan Palace por la monarca en 1842 para que interpretara la pieza en su honor, debió pasar un momento bastante embarazoso al confesar que dicha canción en verdad la había compuesto su hermana Fanny. En general la relación con su hermano era muy buena; él la admiraba muchísimo, ya que ella era mejor pianista. Félix siempre valoró las críticas que ella le hacía en todo sentido y cada vez que componía una nueva obra acudía a Fanny para que le diese su opinión. Además, Fanny debutó en público en 1838, interpretando el Concierto nº. 1 para piano de su hermano. Un año antes de su muerte, Fanny publicó una compilación de canciones. Poco disfrutó de la notoriedad pública como compositora. El 14 de mayo de 1847 falleció a los cuarenta y un años mientras interpretaba una obra de su hermano. Felix, impresionado con la muerte de su hermana, nunca se recuperó de su pérdida. Moría seis meses después. Antes pudo terminar su última obra, un cuarteto de cuerda dedicado a Fanny. Este es su Notturno en Do menor: Clara Schumann (Leipzig, 13 de septiembre de 1819-Fráncfort del Meno, 20 de mayo de 1896)
Clara Schumann en 1850
Aunque hoy en día solo suele ser conocida como la mujer de Robert Schumann (al igual que Felix Mendelssohn, uno de los grandes compositores románticos), en su momento fue una gran concertista más famosa y reconocida que su marido( aunque no como compositora, sino como pianista), además de que le debemos a ella que hoy en día conozcamos la obra de Robert. Clara Wieck fue la hija menor de Friedrich Wieck y Marianne Tromlitz.. Friedrich Wieck, que era un profesor de piano, estaba obsesionado con que sus métodos de enseñanza fuesen reconocidos en toda Europa aunque sus «métodos» consistían principalmente en practicar con horarios muy intensos y rigurosos, además de que utilizaba a su mujer,que era cantante y pianista como “publicidad” para mostrar que sus métodos funcionaban mientras que Marianne tenía que cuidar de 3 hijos y encargarse del hogar. Ella se hartó y , después de que Clara naciese, Marianne Tromlitz se largó, así que Friedrich se volcó en preparar a su hija para ser una gran concertista de piano bajo su enseñanza, le inculcó una férrea disciplina y actuó como su agente promotor para conseguirle presentaciones en Europa y encargarse de sus giras. Cuando Clara tenía 11 años, llegó un músico nueve años mayor que ella a estudiar con Friedrich Wieck. Se trataba de Robert Schumann, quien era entonces un personaje desconocido con inclinaciones literarias, se iniciaba en la composición y que quería seguir la carrera de concertista. Robert se quedó a vivir en casa de su maestro, cosa frecuente en la época. Para entonces, Clara ya era bastante madura, probablemente por las experiencias que había tenido en su vida de concertista profesional; así que entre Robert y Clara se forjó una cálida amistad a pesar de la diferencia de edades. Pronto la amistad se transformó en amor y en 1837 pidieron permiso al padre de Clara para casarse, pues ella era menor de edad y tenía que esperar hasta cumplir 21 años o contar con el consentimiento de los padres, pero Friedrich Wieck se opuso, argumentando que Robert era un partido indeseable. Esto causó una batalla legal ya que Friedrich no quería que le arrebatasen a Clara,  que había sido su “inversión más cara”. Al final “el amor triunfó” y Clara y Robert pudieron casarse en 1840. Debido a este matrimonio, Clara tuvo que dejar de componer. Como mujer en aquella época, debía de encargarse del cuidado de los ocho hijos que llegó a tener y además Robert era bipolar, probablemente también esquizofrénico y tenía mucha tendencia a la depresión. Además de todo esto, para mejorar su situación, Robert no podía tocar sus composiciones (como solían hacer los compositores entonces), ya que, durante el periodo de tiempo en el que había estudiado con Friedrich Wieck, se había lastimado la mano utilizando un aparato para “fortalecer los dedos”, muy comunes entonces, lo que hizo que sus sueños de convertirse en virtuoso se truncaran y tuviese que dedicarse a la crítica musical y a la composición. Debido a la precaria situación familiar,  Clara se convirtió en la principal fuente de ingresos realizando giras y conciertos y además, dando a conocer la obra de su marido. En 1853, a la casa de los Schumann llegó un joven Johannes Brahms que por aquel entonces tenía unos 20 años y no era muy conocido. A Robert y Clara les encantaron sus composiciones y forjaron una gran amistad con él. En Brahms se forjo algo más que una amistad, porque se enamoró locamente de Clara. Cinco meses después, cuando Robert había estado pasando por varios periodos depresivos y teniendo alucinaciones, no pudo soportarlo más y se arrojó al Rin. No llegó a suicidarse, pero después de que le rescataran,  pidió que le ingresasen en un psiquiátrico donde murió 2 años después. Esto supuso un golpe muy duro para Clara, ya que ahora estaba sola, con 8 hijos que cuidar y la obra de Robert desprestigiada (era el siglo XIX  y lo de las enfermedades mentales no se veía muy bien). Así que con la ayuda de Brahms que actuó un poco de “niñera” con sus hijos, se dedicó a la enseñanza y a dar giras por toda Europa para mantener a su familia y dar a conocer la obra de su marido. Durante todo este periodo de conciertos constantes Clara vio morir a 4 de sus hijos (uno de ellos también acabó en un psiquiátrico), pero aun con todo siguió luchando y continuó adelante. En 1890, se retiró de los escenarios y de la enseñanza debido a su dedicada salud hasta que murió en 1896 con 77 años. Debido a unos retrasos en la entrega de telegramas, Brahms, que fue su amigo durante toda su vida, no pudo llegar a tiempo al funeral y el mismo moriría seis meses después con 63 años. Aquí os dejo con su Concierto para piano op.7 (el tercer movimiento en el minuto 12:00 está chulo) Cécile Louise Stéphanie Chaminade (París, 8 de agosto de 1857 — Montecarlo, 13 de abril de 1944)
Cécile Chaminade en 1910
Pianista y compositora francesa. De la mano de su madre, pianista y cantante, recibió sus primeras lecciones de música. Dado que su padre se oponía a su entrada en el Conservatorio de París, Chaminade estudió primero de forma privada con Savart, Félix Le Couppey y Benjamin Godard. Compositora precoz, a los ocho años ya escribía piezas de música religiosa. Dio su primer concierto cuando contaba dieciocho años. Realizó diversas giras de conciertos por Francia y otros lugares, entre los que destaca Inglaterra, país del que se convertiría en visitante regular tras su primera aparición en junio de 1892. Su música se hizo tan popular allí que desde 1892 fue invitada de honor de la Reina Victoria. Chaminade también adquirió una enorme popularidad en los Estados Unidos de América. En otoño de 1908 realizó una gira exitosa por este país, en el que recorrió doce ciudades, desde Boston a St. Louis. Recibió varios premios, entre ellos la Légion d´Honneur francesa en 1913, que por primera vez fue concedida a una mujer compositora. En 1901 se casó con Louis-Mathieu Carbonel, un editor marsellés que murió en 1907. A partir de su boda con Carbonel y hasta 1914, su actividad compositiva decayó y Chaminade comenzó a realizar grabaciones, muchas de ellas en pianolas. El olvido progresivo del gusto por el Romanticismo francés tardío provocó que sus casi 400 composiciones cayeran en el olvido. Cécile Chaminade es sobre todo célebre por sus piezas para piano y por sus «mélodies», obras vocales con acompañamiento pianístico, de gran expresividad y lirismo y muy adecuadas para los salones parisinos donde solían ser interpretadas. A principios de 1880,  compuso su primer Trío para piano op.11, que fue muy bien acogido por el público. Sus incursiones en la música orquestal comenzaron con la Suite d´orchestre op.20 (1881), a la que siguió la sinfonía lírica Les Amazones (1888) y su Concertstück op. 40 para piano y orquesta. La compositora francesa escribió asimismo obras para la escena como la ópera cómica La Sévillane y el ballet Callirhoé op. 37. Tras 1890, Chaminade compuso casi exclusivamente mélodies, con la excepción del Concertino op. 107, encargado a la compositora por el Conservatorio de París en 1902 y de su única Sonata para piano op. 21 de 1895. Su estilo es elegante y asequible, con melodías memorables y texturas claras. Muchas de sus obras parecen haberse inspirado en la danza. Este es su Concertino para flauta op 107: Ethel Mary Smyth, (Londres, 23 de abril de 1858 – Woking, Surrey, 8 de mayo de 1944)
Ethel Smyth en 1922
Ethel Smyth fue una compositora inglesa y una de las líderes del movimiento sufragista. Sus trabajos incluían sinfonías, trabajos corales, música de sala y óperas. Cabe destacar sobre todo sus óperas, siendo la más famosa The Wreckers y la más original, Fête Galante. Ambas tuvieron mucho éxito. Su padre, de formación militar, no estaba de acuerdo en que su hija estudiase en el extranjero, pero esto fue posible gracias a Alexander Ewing, un oficial de la Army Service Corps, que sería su primer profesor de composición. El papel de esta persona será crucial para Ethel, ya que convenció a su padre del talento que poseía su hija y la introdujo en el mundo de la composición, mandándole leer tratados de orquestación y enseñándole la música de grandes compositores. Ewing no fue el único de sus profesores en destacar su talento, sino que George Henschel escribió en sus memorias: «Ethel Smyth estaba destinada a convertirse en la compositora más notable y original de la historia de la música». En 1910,  Smyth se unió a la Unión social y política de mujeres, (Women’s Social and Political Union, WSPU), una organización militante sufragista, abandonando la música durante dos años para dedicarse a la causa. Su The March of the Women (La marcha de las mujeres, 1911) se convirtió en el himno del movimiento sufragista femenino. Cuando la líder de la WSPU,Emmeline Pankhurst, llamó a los miembros a romper las ventanas de los políticos anti-sufragistas como protesta, Smyth (junto a 108 mujeres) lo hizo. Cumplió dos meses en la prisión de Holloway. Cuando Thomas Beecham (un director de orquesta) fue a visitarla allí, se encontró a sufragistas marchando en un cuadrángulo y cantando mientras Smyth se apoyaba en una ventana y conducía la canción con un cepillo de dientes. Muy comprometida con las causas sociales, durante la Primera Guerra Mundial ejerció como asistente de radiología en el Hospital de Vichy. Esta experiencia casi le cuesta la vida, ya que acarreaba problemas auditivos y en noviembre de 1918 sufrió una doble neumonía y pleuritis que superó ya en Inglaterra.En 1922 fue condecorada por la Orden del Imperio Británico. Ethel era proclive a grandes pasiones románticas, la mayoría de ellas con mujeres. A los 71 años de edad se enamoró de Virginia Woolf, quién, alarmada y divertida a la vez, dijo que era «como ser presa por un cangrejo gigante», pero las dos se hicieron amigas. Su oído se deterioró en sus últimos años, y escribió muy poca música. Estos problemas auditivos ya los acarreaba desde 1891, pero progresivamente fueron empeorando hasta que al final de su vida ya le costaba mucho oír. Murió en Woking a los 86 años de edad y sus restos fueron incinerados. Para finalizar os dejo La marcha de las mujeres, ¡Feliz día de la mujer trabajadora! Hay más mujeres en el mundo de la música que destacaron y otras que fueron olvidadas o ignoradas como Amy Beach, Alma Mahler, Lili y Nadia Boulanger,Maria Anna Mozart…etc. y la lista sigue. Así que de ahora en adelante intentemos no olvidarlas ya que muchas de ellas son grandes figuras de la historia y deben de ser recordadas.