¿SON LAS TRADICIONES ETERNAS? Por Laura Morales.

La RAE (Real Academia de la Lengua) define maltratar como la acción de tratar con crueldad, dureza y desconsideración a una persona o a un animal, o no darle los cuidados que necesita. A partir de este concepto podemos deducir y reflexionar, preguntarnos hasta qué punto sabemos cuándo alguien está siendo maltratado. En este caso me voy a centrar en los animales.

En muchos circos y espectáculos está presente el maltrato animal

Todos aquellos que tenemos mascotas somos capaces de decir cuándo nuestro amigo está triste, incómodo, hambriento… tan solo hace falta observar el lenguaje corporal. Es algo obvio que se puede percibir a simple vista, tanto si conoces al animal o no, pero es que además aquellos individuos que son capaces de hacer daño a un ser vivo e incluso crear un “arte” a partir de ello están a favor de la violencia. La violencia suele definirse como un acto intencionado dirigido a dominar, controlar o agredir a otros, que casi siempre es ejercida por las personas de mayor jerarquía, las que se sienten y tienen un mayor poder sobre otros.

«Cualquiera que esté acostumbrado a menospreciar la vida de cualquier ser viviente está en peligro de menospreciar también la vida humana», Albert Schweitzer, premio Nobel de la Paz 1952.

Si este maltrato se encuentra amparado por la ley o no, es algo en lo que no me voy a meter, sin embargo cabe destacar la inactividad de muchos partidos políticos  ante la creciente demanda social en pro de los derechos animales y cómo suele justificarse como tradición de nuestro país, cuando todos sabemos que ninguna tradición cruel sobrevive eternamente ante el progreso de una civilización.

Todo tipo de peleas entre animales ilegales es maltrato animal

Si nos basamos en la definición de maltratar, observamos la presencia de la palabra crueldad que es, sin duda alguna, el deleite de hacer sufrir y complacerse de los padecimientos ajenos. A partir de este bombardeo incesante, pero necesario, de datos e información se pueden elaborar ciertas preguntas que vosotros mismos podéis formular.

Y ahora es el turno de las tradiciones españolas que inundan la vida social de nuestro país, todas las celebraciones importantes como Navidad las hacemos en una mesa, comiendo, haciendo gala de nuestra gastronomía. La cuestión es si esto es igual siempre, y no cambia con el tiempo.

Sabemos de sobra que si algo existe o ha existido es porque sirve para algo, ¿o no? Los animales son el eslabón más débil de la cadena, los que excusan el maltrato animal bajo la tradición (porque “siempre se ha hecho así”),  es hora de que tengan en cuenta el sufrimiento que les están provocando.

Esto es MALTRATO ANIMAL

Hasta ahora he evitado usar los toros, pero es el momento. Es una tradición que se remonta a antes de la Edad Media, y yo creo que de esa época a la actual han pasado unos añitos y que las cosas han cambiado. Pues los toros, no. Muchas de las costumbres que se tenían ya están extintas y han sido reemplazas por otras nuevas, es un hecho que las sociedades evolucionan y que la tendencia mundial en general es abandonar ciertas tradiciones. Y para muchos es hora de que los toros sean prohibidos, o cualquier práctica semejante tanto corridas, como concursos de recortadores, peleas de gallos, de perros, pingüinos, tortugas… todo aquello que se traduzca en sufrimiento animal que cause placer a las personas, satisfacción de ver a un ser tan poderoso y fuerte como el toro siendo humillado y derrotado hasta el último resuello.

Porque, quien diga que ha visto a un toro sonreír en una corrida de toros, debería ir a un especialista. En la actualidad no vemos gente apoyando la esclavitud, se crean leyes en contra… ¿por qué la tortura animal debería ser diferente? Todos somos seres vivos que habitamos el mismo planeta y respiramos el mismo aire, por mucho que algunos digan lo contrario.

Se podría tratar este tema mil y una veces, diferentes argumentos y teorías que no se van a tratar aquí yo solo dispongo de un corto espacio para reivindicar que el maltrato no debe ser apoyado ni amparado por ninguna institución, en ningún ser vivo. Dejo mi humilde reflexión en este lugar, a disposición del que lo lea y se atrevaa a reflexionar acerca del tema, informarse y formarse su propia opinión.