NUESTRO GRUPO DE FENANÓMENOS EN LA NOCHE DE LOS INVESTIGADORES 2017. Por Andrea Ortega.

El viernes 29 de septiembre de 2017, el grupo de alumnos formado por Jorge Muñoz, Andrea Ortega, Irene Cortés, Saúl Escartín y Gonzalo Herranz fuieron invitados a participar en una exposición en la Noche de los Investigadores tras ganar la segunda edición del concurso de nanociencia «Fenanómenos».

El pasado curso el conjunto de estos cinco alumnos decidió presentar una idea al concurso de nanociencia, del cual habían sido informados por su tutora y profesora de Física y Química, . Prepararon un vídeo explicando cómo pretendían desarrollar su idea sobre el proyecto «Recovering life». En este proyecto los alumnos querían diseñar algún método para poder alejar el petróleo de las costas cuando hubiera un vertido  en el mar. Su idea era espumar el petróleo con materiales espumificantes y que le dieran al crudo propiedades magnéticas (después de muchos experimentos se decantaron por serrín y limaduras de hierro) para poder confinarlo posteriormente con boyas que contenían imanes de neodimio, los más potentes del mercado gracias a las propiedades magnéticas conseguidas en el crudo y que tienen los imanes.

Grupo del Élaios junto a su nanomentor y su presentación del día de la final.

Tras ser seleccionados entre los 15 mejores vídeos de los que se habían presentado en total para participar en el concurso, los chicos se pusieron a trabajar y a experimentar para conocer las propiedades del petróleo. Por parte de la organización del concurso recibieron la ayuda de un nanomentor, profesor de la universidad, que les daría consejos para preparar su exposición en la final.

El día de la final, nuestros Fenanómenos se presentaron en el edificio Etopía con sus materiales junto a los demás grupos seleccionados. Tras mucho rato de espera, los jueces llegaron a su mesa y nuestros chicos expusieron su trabajo. Una de las cosas que más llamó la atención a todos los participantes y personas que estaban viendo la final fue la maqueta que llevó nuestro grupo del Élaios, donde se representaba una playa y un vertido de petróleo (también sorprendió el hecho de que hubieran podido trabajar con petróleo de verdad ya que no es fácil de conseguir). Tras finalizar las exposiciones de todos los grupos y deliberar el jurado, se finalizó la gala con la mejor de las noticias, ¡nuestros chicos habían sido los ganadores del concurso! Recibieron la enhorabuena de parte de todos los jueces y les dieron el cheque regalo por ser ganadores.

Irene Cortés y Andrea Ortega explicando su trabajo a los niños

Gracias a todo este trabajo hecho unos meses atrás, el equipo del concurso contactó con los jóvenes para participar en una exposición de los trabajos ganadores de concursos a nivel de Aragón para celebrar la Noche de los Investigadores. Todo el grupo no pudo ir, pero tres representantes se acercaron al edificio Etopía para participar en tan fructífera actividad. Allí, prepararon de nuevo una pequeña maqueta similar a la de la final y llevaron para exponer algunos materiales, pero el fin de esta exposición ya no era explicar el trabajo a un jurado con tecnicismos, sino llamar la atención de la gente, sobre todo niños, que iban a ir a verlo y dejarles participar. Por eso, llevaron materiales de sobra para poder vestir a los niños como ellos y tomar las mismas precauciones (bolsas de basura, guantes, gafas, mascarillas, etc). Los niños se sintieron muy atraídos por el puesto de nuestros chicos, porque no era teórico y era el único donde podían entender cómo lo hacían probándolo ellos mismos y mover, gracias al instrumento con imanes creado por los estudiantes, la masa de petróleo.

Jorge Muñoz, Andrea Ortega e Irene Cortés en la exposición en la Noche de los Investigadores

No solo los niños se acercaron a saber qué hacían y de qué iba el proyecto, muchos adultos se interesaron por el tema y comentaron que les parecía una gran idea y lo más importante, algo muy útil. «¡Qué guay, deberíais patentarlo!», «nos ha encantado, os llamaremos para que deis charlas en nuestro colegio sobre esto para que los niños pudieran aprender de forma más práctica y entretenida» comentaban algunas personas que se acercaron a ver la exposición. En conclusión, el resultado de la exposición fue excelente, todo salió genial y consiguieron atraer la atención de los niños, muy complicada de lograr a veces.

En nombre de todo el grupo, queríamos agradecer a todos los profesores que no nos han puesto pegas a la hora de saltarnos alguna clase para preparar las exposiciones pero, en especial, a la profesora que nos ha respaldado todo este tiempo, Lidia Ranz, sin cuya ayuda no habríamos podido llegar a presentar nada. Queremos agradecerle todas sus tardes en el instituto y horas extra junto a nosotros para ayudarnos, así como el haber estado siempre disponible para cualquier cuestión o fallo en todo momento.

El grupo al completo recibiendo el premio.

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