CONSTRUYENDO UN MUNDO MEJOR. Por Beatriz de Diego

CONSTRUYENDO UN MUNDO MEJOR. Por Beatriz de Diego

El día 12 de marzo vino a visitarnos durante la clase de religión Montserrat García, misionera comboniana. Nos estuvo hablando de su vocación y de trabajo como misionera en México. Posteriormente, el día 15 nos concedió una entrevista en la que pudimos preguntarle cómo ve ella el mundo como misionera.

– Buenos días Montserrat, muchas gracias por concedernos esta entrevista. En primer lugar, ¿podrías hacernos una pequeña  presentación tuya?

-Buenos días para todos y todas. Mi nombre es Montserrat García y soy misionera comboniana. Mi instituto fue fundado por San Daniel Comboni en 1867 y hoy es el aniversario de su nacimiento. Actualmente somos 1300 Hermanas religiosas combonianas que trabajamos en 33 países del mundo en cuatro continentes (Europa, África, Asia y América). Y,o en concreto, he estado en tres países de América (13 años en México, 2 en Guatemala y 6 en Ecuador) y desde hace tres años estoy en Zaragoza.

-¿Trabajas con niños o con adultos?

-Con toda la población. Soy maestra, entonces he trabajado en la educación tanto de niños, como de jóvenes y también de adultos. Sobre todo en Guatemala trabajé en un proyecto de educación para adultos,  ya que allí, como tuvieron 30 años de guerra civil, muchos niños nacidos entre los años 60 y 95 no pudieron ir a la escuela. Cuando se firmaron los acuerdos de paz se abrieron muchas escuelas para adultos, sobre todo de fines de semana en  locales de la  Iglesia Católica. Yo trabajé en este proyecto de alfabetización de adultos con jóvenes y adultos de entre 25 y 50 años que estudiaban quinto y sexto  para sacarse el título de primaria. Como misioneros estamos abiertos a trabajar con todo tipo de población.

-¿En qué consiste tu trabajo?

La misionera Montserrat García, en las instalaciones del colegio Sa Real, donde impartió una de sus charlas

-Depende. Por ejemplo,  en México he trabajado con jóvenes en riesgo de drogadicción o que habían salido de la droga gracias a una educación humana y cristiana. También en la formación de mujeres, porque son las que menos acceso tienen a la cultura. Damos formación humana y cristiana a grupos de mujeres empobrecidas, sobre todo a las indígenas. Ya en Ecuador,  he trabajado más con jóvenes en su orientación vocacional.

– ¿Qué te motivó elegir una vida dedicada a Dios?

-La fe cristiana que recibí en mi familia, ya que soy la quinta de seis hermanos. Mis padres siempre me enseñaron a amar a Dios y ayudar al prójimo. Tengo un hermano misionero que ha estado 15 años en Bolivia. En mi familia se sembró en mi corazón la inquietud por las misiones, que fue madurando en el proceso de mi juventud a través de la escucha de testimonios de otros misioneros y también por la lectura de revistas misioneras que llegaban a mi casa y  leía con mucho gusto. Entonces,  me sentí llamada a esta vocación, y sobre todo como maestra para llevar la educación humana y cristiana a los pueblos más pobres y abandonados.

-¿Puesto que estabas más relacionada con el mundo de las misiones decidiste ser misionera en vez de monja de clausura en un convento dedicada a la oración?.

-Exactamente. También hice una experiencia en un monasterio de clausura, porque me gusta mucho el silencio, la oración, la contemplación; pero me di cuenta de que Dios no me llamaba por ahí, sino que me llamaba a ser contemplativa en la acción, sobre todo en las misiones entre los más necesitados.

-¿Dónde os alojáis y cómo os trata la gente allí?

Los religiosos Montserrat García (España), Esteban Kamanga (Congo), e Ivanildo de Sousa (Brasil), ante el Teide

-Nos alojamos en nuestras propias casas cuando vamos a misiones en las que tenemos viviendas. Cuando  estamos visitando a gente por las montañas, por los valles, por islas o por zonas más abandonadas siempre hay gente que nos acoge en sus casas con mucho cariño y hospitalidad. Desde su pobreza comparten con nosotros lo poco que tienen.

-Respecto a la experiencia que nos contabas de México el lunes, ¿es realmente un infierno vivir con los narcos?

-Pues si, pero gracias a Dios yo no he vivido con los narcos. Sé que los chicos que han estado allí no han salido, la mayoría han sido asesinados porque estas mafias cuando ya no los necesitan los eliminan. La vida para ellos no vale nada, solo sirven en cuanto les sirves a ellos, si ya no les sirves te eliminan.

Yo he trabajado con gente sencilla, gente muy humana, solidaria, muy generosa, con ganas de trabajar y salir adelante. La mayoría de mexicanos son gente como nosotros, con deseos de tener una vida honrada. Sólo hay algunos, muy pocos, que entran en estas mafias.

-¿Qué solución propondrías tú para acabar con las mafias?

-Ni el gobierno sabe. Es muy difícil,  porque las mafias tienen mucho poder político, económico y armamentístico. Manejan armas muy potentes, incluso más potentes que el ejército. Una vez que se entra allí es muy difícil salir.

Lo que nosotros hacemos más que nada es trabajo de prevención.  Ayudamos a los jóvenes, los educamos en valores humanos y cristianos y les damos educación para que tengan unos estudios y profesión que les permitan ganarse dignamente la vida y no tengan que entrar en estas mafias para conseguir dinero fácil y rápido. Porque ya te digo, una vez que se entra es muy difícil salir.

– ¿Ha peligrado alguna vez tu vida en alguna de estas estancias?

-A veces en los viajes. He hecho viajes muy peligrosos tanto por tierra, mar y aire. Allí las carreteras no son tan buenas como aquí; hay muchos barrancos, abismos de 300 metros y la carretera pasa muy cerca de ellos.  En el mar también a veces viajas en embarcaciones muy frágiles, con tormentas en el Océano Pacífico. En el aire también, cuando viajas en avión hemos tenido turbulencias que dan miedo, pero bueno, gracias a Dios, se ve que no era mi hora y aquí estoy todavía.

-¿Y alguna enfermedad rara de esos países que no se vea en España?

-Sí, sobre todo el dengue en los países tropicales. Se transmite por un mosquito, que hay en la selva debido al calor y la humedad. A veces te sube la fiebre a 40ºC, pero yo, gracias a Dios y a que tengo una constitución muy fuerte, nunca he enfermado aunque he estado en zonas endémicas de dengue. Compañeras mías sí que han enfermado.

-¿Has visto algún milagro en tus estancias como misionera?.

-El milagro más grande que he visto es ver salir del abismo en el que están metidos muchos jóvenes y adultos. Sobre todo hombres, ya que es más fácil para ellos entrar en los vicios del alcoholismo y la drogadicción.

Charlas por la celebración del Domund, día de las misiones

Nosotros no hacemos grandes milagros, los milagros los hace Dios. Nosotros inculcamos valores para la superación de sí mismos y para confiar en Dios. En México confían mucho y tienen mucha fe en la Virgen de Guadalupe, su patrona. Con las charlas que les damos y las promesas y oración que hacen a la Virgen mucha gente ha salido del alcoholismo y la drogadicción y ha podido reinsertarse en su familia y en su trabajo. Para mí ese es el mayor milagro.

-¿De qué grado de pobreza  estamos hablando cuando nos referimos a los países en vías de desarrollo?.

-Hay mucha desigualdad social. Estos países no son pobres, sino empobrecidos. Como países tienen mucho petróleo, oro, minerales y toda clase de frutas y verduras. El problema es que la riqueza está muy mal distribuida. Los políticos, los economistas y las grandes multinacionales concentran la mayor parte de la riqueza del país y el resto de la población es pobre. Mucha gente tiene economía de subsistencia, trabaja para sobrevivir, para tener las tres comidas y vestido y para pagar la educación y la sanidad, ya que allí  hay que pagarlas. No hay Seguridad Social. y sólo la educación primaria es gratuita.

Son muy creativos, por ejemplo muchas mujeres se dedican a hacer tortitas de maíz o cualquier tipo de comidas y las venden en la calle y con eso van viviendo el día a día.

– ¿Cómo es el gobierno en México?.

– Es un gobierno «dictatorial» ,porque aunque en teoría hacen elecciones cada seis años casi siempre saben quienes van a ganar, bien porque hay un único candidato o porque hacen alternancia entre el PRI y el PAN. Casi siempre gobierna el PRI.

– ¿Son de derechas o de izquierdas?.

-No se sabe. Son capitalistas que únicamente piensan en enriquecerse. Son más que nada populistas con mucho poder económico que favorecen a los de su familia, pero que del pueblo se acuerdan poco.

-¿Y respecto a la religión?.

– Teóricamente en estos países son bautizados entre el 80 y el 85% de las personas, pero a la hora de vivir la fe cada cual la vive como quiere. La mayoría son católicos de nombre, porque se bautizan, o católicos de las cuatro estaciones (bautismo, comunión, boda y defunción), pero ahora están teniendo mucha fuerza las corrientes protestantes enviadas por EEUU. Esto está creando mucha división entre las familias y entre el pueblo, llegándose incluso a la ruptura familiar.

Hna. Manoli Martín y Hna. Montse Garcia, misioneras combonianas, con Dña.. Ana González, Delegada de Misiones de Tarragona en Zaragoza

Nosotros como católicos tratamos de trabajar la evangelización y el desarrollo humano de los pueblos y que las personas tomen conciencia de que su superación está en manos de Dios y en las de ellos mismos, que tienen que esforzarse para seguir adelante y que tienen que exigir a sus gobernantes que los impuestos que están pagando generen estructuras de desarrollo en el pueblo.

-¿Llegaste a vivir en México cuando Donald Trump llegó al poder?.

-No, ya estaba aquí en Zaragoza. Pero lo de Trump es una continuidad de lo que han hecho otros presidentes en América Latina, imponiendo muchas restricciones a la emigración de latinoamericanos, que ven a EEUU como el paraíso terrenal. Todo el mundo quiere ir allí para tener mejor trabajo, mejores salarios, etc. Antes de que Trump llegara al poder, los anteriores presidentes ya habían construido un muro de 2.000 km, pero los mexicanos son muy inteligentes y construyen túneles por debajo del muro o atraviesan el río Rojo o el río Bravo que hacen de frontera. Hay 20 millones de mexicanos viviendo en EEUU, que son los que tienen los peores trabajos y los que no quieren hacer los norteamericanos. Gracias a los latinoamericanos EEUU está saliendo adelante.

-¿Qué es peor, el muro de EEUU o la valla de Ceuta y Melilla?

-Pues no lo sé. Yo estoy en contra de los muros y de las vallas,  porque pienso que las personas desde el comienzo de los tiempos siempre se han movido buscando mejores condiciones de vida, sean los africanos que quieren venir a Europa, sean los latinoamericanos que quieren ir a EEUU. Estas personas son capaces de dar su vida con tal de buscar mejores condiciones de vida. Dicen «que más nos da morir en el Mediterráneo, en el desierto del Sahara o en nuestros países que hay guerra y hambre, pues nos arriesgamos».

Tiene que haber un control migratorio, porque los países tienen derecho a defenderse de las mafias, de los terroristas. Que se establezca un control de la migración está bien, pero que no pongan esas restricciones tan duras.

-¿Cómo ves el mundo desde tu punto de vista de misionera?

Día del Domund

-Con esperanza, porque un cristiano, como dice el Papa, siempre tiene que vivir con esperanza y con alegría. Hay cosas negativas en el mundo. Hoy día se podría acabar perfectamente con el hambre, con la injusticia y con la guerra y los intereses económicos que tienen los dirigentes políticos, pero estos nos quieren. Les interesa que siga habiendo guerras para el comercio de las armas, que siga habiendo hambre, injusticia,… Pero también hay mucha gente que estamos poniendo nuestro granito de arena para hacer un mundo mejor, más justo, más fraterno, donde todos podamos vivir con la dignidad de hijos de Dios.

-¿Desde otros países cómo se ve a España?.

-La vemos muy bonita. Creo  que los únicos que no queremos a España a veces somos los españoles. Toda la gente ve a España como el paraíso terrenal, donde tenemos toda clase de servicios gratuitos, acceso a la educación y a la salud, buenas carreteras, buenas comunicaciones, no nos falta de nada para ser felices. Pero a veces también nuestros políticos…, hay corrupción, los políticos tienen un salario desorbitado  comparado con la mayoría de la población española. Pero a pesar de todo, yo estoy orgullosa de ser española, pienso que tenemos cosas maravillosas como un bellísimo clima, paisajes,… No somos felices, porque no valoramos lo que tenemos.

-¿España colabora enviando misioneros?.

-España tiene alrededor de 13.000 misioneros que estamos trabajando por los cinco continentes entre los pueblos más pobres y abandonados. Es el  país del mundo que más misioneros tiene. España también tiene ONGs, tanto de la Iglesia Católica como de fuera de ésta, que estamos trabajando por el bien de la humanidad. Yo he visto en México, Guatemala y Ecuador programas de ayuda del Gobierno Español y de Manos Unidas.

-¿Y la religión en España?.

-Estamos de capa caída, estamos en crisis porque está de moda ser ateos, ser todo el mundo como borregos. Hay que atreverse a ser diferentes y vivir a contracorriente, decir yo soy cristiano por la gracia de Dios,  ya que Jesús de Nazaret ha dado la vida por nosotros y es el que da sentido a nuestra vida y a nuestra muerte.

Llevando las misiones y las enseñanzas de Jesús a los más jóvenes

-¿Qué podemos hacer para mejorar la vida de las personas y el mundo?.

-Poner cada uno nuestro granito de arena, ser conscientes de la misión que tenemos. Los misioneros tenemos una misión. Pero también los laicos, los médicos, los profesores,… tienen su misión. Cada uno debe ser consciente de los dones que tiene y si los pone al servicio de los demás, juntos construiremos un mundo mejor y más fraterno para todos.

EL HUMOR, A ALGUNOS LES FUNCIONA Y A OTROS, NO. Por Laura Losilla Fernández

Laura Losilla Fernández, alumna de 1ºBachillerato D, autora del artículo.

A todos nos gusta el humor;a fin de cuentas es una de las cualidades que más nos atraen a la hora de conocer a una persona, pues el hecho de ser gracioso requiere cierto ingenio y rapidez mental, cierta inteligencia que siempre resulta atractiva. No obstante, el humor no solo nos parece interesante en lo referente a relaciones, sino también cuando aparece en otros ámbitos como la literatura, el cine y hasta la música, podríamos decir. Sin embargo, no a todos nos hacen gracia ni reaccionamos igual ante las mismas situaciones, ya sea por nuestra madurez, nuestras experiencias o, simplemente, nuestra personalidad.

Dicho esto, antes de proseguir, habría que comentar la definición de humor, la cual vendría a ser: “modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas”. Otras de sus acepciones (no todas) son “disposición en que alguien se halla para hacer algo” y “estado afectivo que se mantiene por algún tiempo”, aunque no son en las que nos centraremos.

Volviendo al inicio del texto, ¿por qué nos atrae más alguien capaz de hacer una buena broma que alguien carente de chispa? Bien, como hemos dicho antes, el humor es una muestra de inteligencia y la inteligencia es otro rasgo que nos suele fascinar. Esto se debe a que una persona inteligente es alguien con una complejidad que no podemos abarcar en una conversación trivial, dejándonos con las ganas de seguir conversando para conocerla más, pues lo desconocido también es algo atractivo. Pero, ¿cómo se relacionan la inteligencia y el humor? Es sencillo. El humor relaciona la realidad con elementos cómicos o ridículos. A la hora de hacer dicha relación, debemos ser lo suficiente perspicaces y rápidos para ver esa conexión antes de perder el hilo de la situación, siendo necesarios entonces nuestra agudeza y agilidad mental.

De todas formas, esto último también depende de la clase de humor que está utilizando el emisor y si es acorde con la mentalidad del receptor. Por ejemplo, difícilmente haremos reír a alguien maduro con un chiste escatológico, o por lo menos no de la misma manera que a un individuo cuya manera de ver las cosas sea más simple o infantil. Quizá a una persona más intelectual este chiste le resulte burdo y poco ocurrente, haciendo que a sus ojos parezcamos alguien simple y de mente corta. Asimismo, no es lo mismo utilizar humor negro ante alguien que no conocemos, que sea más sensible o se tome las cosas demasiado en serio, que si lo hacemos ante un amigo cercano, con el que tenemos confianza; ciertos temas son delicados y por muy graciosa que sea nuestra aportación, la persona con la que hablamos puede acabar con una mala impresión sobre nosotros. Teniendo en cuenta también la situación, un comentario más o menos cómico puede resultar ingenioso, inapropiado o irrelevante. Póngase por caso,  un funeral o una entrevista de trabajo; hay que saber adaptarse.

Aun así, el contenido de lo que digamos tampoco es siempre lo más relevante. El carisma, la actitud, la confianza y los gestos también ayudan. Hay personas que con solo empezar a hablar ya hacen que se nos salten las lágrimas de la risa, cuando quizá lo que nos estén diciendo ni siquiera sea tan gracioso, pero su carácter nos influye de tal manera que no podemos controlar reírnos. En esos casos, o se tiene o no se tiene. No hay mucho que se pueda hacer al respecto.

Arlequin: Personaje de la antigua comedia del arte.
El club de la comedia, programa televisivo con monólogos de numerosos comediantes.

Todo esto nos lleva a la conclusión de que el humor es y siempre será algo muy subjetivo. A lo largo de la historia, la idea de lo que podía ser o no hilarante ha ido cambiando. Por ejemplo, en la Época Clásica y la Edad Media gustaban los arlequines y lo payasos, con burlas y chistes que seguramente ahora parecerían aburridos e inmaduros, algunos incluso crueles. El contexto histórico es muy importante, al igual que el nivel cultural de la sociedad, pues a día de hoy la libertad de expresión favorece que se traten temas más polémicos con sorna, de manera que en esas épocas hubiesen sido escandalosos, hasta innombrables. De igual modo, existe la posibilidad de que en unas décadas las generaciones futuras se sorprendan de lo que ahora vemos en shows como Club de la Comedia o series como La que se avecina.

Laura Losilla recibe el premio del Concurso de artículos de opinión de manos de la profesora Raquel Yuste.

Sea como sea, habría que hacer un pequeño comentario en relación al humor y lo “políticamente correcto”. Cierto es que hay personas excesivamente susceptibles, cuya misión en la vida parece ofenderse. También es cierto que determinados temas (como los roles estereotipados del hombre y la mujer, por ejemplo, un clásico de los monólogos, inclusive en la actualidad) deberían ser superados por su poco aporte a la sociedad y el daño que puedan causar. Este es el punto en el que la gente opina que de seguir así no se podrá hablar de nada, que somos todos extremadamente delicados y hasta un poco amargados, si cabe. Bien, no tiene porqué ser así, hay muchos temas de los que se pueden hablar haciendo gracia igualmente, aunque de manera inevitable siempre existirá ese alguien con ganas de mostrar lo increíblemente atacado que se siente. Todavía más, requiere ser mejor comediante el tener la capacidad de hacer reír sin ofender a nadie pues caer en el insulto fácil es mucho más sencillo y requiere mucha menos originalidad. Tampoco es tan difícil esforzarse un poco más.

En definitiva, el humor es algo fascinante, una capacidad que a todos nos encantaría poseer. Sin embargo, aunque la vida ya es suficientemente dura de por sí y no viene mal que nos la alegren de vez en cuando, no está de más que seamos conscientes de lo que nos rodea. Una que otra vez, el afán por ser el graciosillo del grupo nos ciega  y nos da igual que, lo mejor, quizá sea callarnos.