Si prestamos atención a la palabra adolescencia, definida por la RAE, sería algo así como: “Período de la vida humana que sigue a la niñez y precede a la juventud”. Sin embargo, yo iría más allá de este simple significado.
Como adolescente que soy, podría definir la palabra adolescencia con muchas palabras elocuentes y diferentes, sin embargo, me ceñiré a unas pocas.
Me he tomado la libertad de preguntar a varios compañeros de nuestro instituto, el instituto IES Élaios, que definieran la palabra adolescencia con tan solo una palabra, o que expresaran los primeros sentimientos y emociones que sentían al escucharla. En general, las palabras más escuchadas han sido “incertidumbre”, “presión”, “incomprensión”, “experimentación”. Muchos se han basado en la palabra incertidumbre como definición de adolescencia, ya que es una etapa en la que experimentas cambios de emociones y en la que no sabes qué será de tu futuro, y te tienes que empezar a plantear qué carreras o estudios querrás cursar.
Todos estamos acostumbrados a escuchar que somos insoportables en esta etapa de nuestra vida, que no nos aclaramos, e incluso nos siguen tratando como niños al no dejarnos ser dueños de muchas de nuestras decisiones. Apenas nos dejan experimentar con nuestra vida, en esta etapa en la que, personalmente, creo que la experimentación, la curiosidad por emociones y cosas nuevas, que antes no habíamos sentido, es algo fundamental. Debemos experimentar con sentimientos que nunca antes habíamos tenido, como por ejemplo, las relaciones amorosas y también en esta etapa es cuando se empiezan a definir nuestros gustos de forma más marcada.
No es fácil el no saber qué hacer, cómo vestir, con quién quedar ni en quién confiar. Y, ni mucho menos, es fácil tener la presión de jugarnos todos nuestros conocimientos adquiridos en un examen que decida por nosotros si somos aptos o no aptos para estudiar una carrera, que formará parte del resto de nuestra vida..
Creo que es normal que nos sintamos incomprendidos por el resto de personas, y que busquemos el apoyo y aprobación entre nosotros, los
propios adolescentes, ya que te sientes respaldado por personas que están pasando esta misma etapa y que experimentan los mismos cambios y sentimientos. También es una etapa donde nos damos cuenta de que la sociedad no es tan perfecta, y que existen injusticias y discriminación, por eso, muchas veces, se tiene ese espíritu anti-sistema, que intenta cambiar la sociedad en la que vive.
En resumen, podríamos decir que los adolescentes somos mucho más que personas que están atravesando una etapa de su vida, ya que en esta etapa, es cuando se define el tipo de persona que eres.