La identidad sexual en la actualidad es un tema que todavía es polémico y no se ha aceptado completamente en la sociedad. Aún hay muchas personas, homosexuales principalmente, que sufren acoso, chantaje, burla y rechazo solamente por su identidad u orientación sexual.
Por ejemplo, como bien explica el escritor David Lozano en su novela Valkiria, el personaje de Pedro es chantajeado con obedecer a Odín para mantener a sus padres al margen de su secreto: el hecho de ser gay.
La principal causa de rechazo por parte de otras personas es ser educado en el pensamiento de que ser distinto a ser heteroxesual ya define a una persona como alguien diferente; algunos creen que, incluso enfermo, y otros van más lejos, ni siquiera persona. Los padres son la primera fuente educativa de los niños; si se les enseña a los hijos que ser homosexual, bisexual, transexual o intersexual es algo malo, cuando el niño o niña crezca y descubra que es cualquiera de las opciones, se va a sentir muy inseguro en el momento de demostrar quién es.
En mi humilde opinión, creo que no importa realmente el tipo de identidad sexual de cada persona, eso no lo convierte en mejor o peor, en menos ni en más persona de lo que es, simplemente demuestra cómo es su personalidad, lo que le hace ser como es. Hay que respetar a cada quien con sus gustos y y elecciones, porque nadie puede obligar a nadie a ser como quiera.
Además, el mero hecho de ser gay, lesbiana, hetero, bi, etc. nunca debería ser motivo de chantaje emocional, ni desprecio verbal, ni daño físico, lo mismo que pasa con el resto de discriminaciones existentes.
IRENE MARÍN. 4ºESO