EL CORAZÓN NO ES UNA CAJA QUE SE LLENE. CUANTO MÁS AMAS, MÁS CRECE. Por Izarbe Peña.

Desde hace un tiempo, y cada vez más frecuentemente, se está rompiendo con la monogamia, con la idea de que una relación de dos no tiene que ser lo “normal”, la idea de aumentar esta cifra, dejar la exclusividad y lograr una relación plena y de confianza con varias personas a la vez.

Tener una relación plena con más de una persona al mismo tiempo.

Dentro de una relación poliamorosa todas las partes que la forman están de acuerdo, si no no se daría, ya que para llegar a ella hace falta una mayor conexión y confianza de la que la gente pueda creer; no es una infidelidad cubierta y para ella hace falta una gran comunicación. Todas las partes de la relación deben estar informadas de qué sientas y pienses, la comunicación es clave.

Una explicación más sencilla sería la de tener una relación monógama, pero multiplicada: por dos, tres, cuatro… Por esta misma razón es mucho más duro de llevar, organizar y lidiar.

Las personas dentro de una relación poliamorosa dicen que es inefable la sensación de que una tercera (o el número que sea) persona haga feliz a una de las personas más importantes en su vida.

El poliamor también se ve reflejado en la naturaleza: entre los animales la exclusividad sexual es casi inexistente.

Amor libre, abierto.

En los 90, este tipo de relación se empezó a dar como movimiento social a nivel global. En el año 2013 se estrenó la película Her, y es una cita de la misma la que da título a este artículo. En ella, Theodore se enamora y tiene una relación romántica con la voz femenina de un sistema operativo. Es esta voz la que cita la frase, dando a ver un escenario que ni en esa realidad paralela estaba normalizado.

El poliamor puede ser confundido, erróneamente, con una relación abierta. En éstas últimas, la relación está abierta, generalmente, al sexo. En cambio, en el poliamor también se incluyen vínculos emocionales.

Tampoco es lo mismo que la poligamia, pongamos un ejemplo: En la poligamia un hombre esta casado con varias mujeres, por esto, es polígamo poliamoroso (ya que teóricamente quiere a todas), en cambio la mujer es polígama monoamorosa, porque está en una relación polígama pero solo ama a una persona.

Muchas críticas se basan en que el poliamor es una excusa para la infidelidad o que se está devaluando el significado del amor.

Es lo que a alguien le hace feliz, el hecho de que se nos haya puesto como lo “normal” o lo “lógico” tener una relación monógama no implica que lo demás sea incorrecto o peor. Ceñirte a lo que te han impuesto socialmente no siempre tiene por qué llenarte o no tienes por qué estar de acuerdo con ello. Son simples opiniones, pero la sociedad nos educa de un modo en el que lo que no es estándar se critica, y esto es ridículo.

El poliamor tampoco es ninguna excusa para nada, ya que es lo que tú sientes que necesitas como parte de una relación, no es un capricho para “tener los privilegios de los solteros y los emparejados”. Poliamor no es tener relaciones sexuales con quien te dé la gana sin responsabilidades ante nadie, es querer a varias personas a la vez.

Ínsulas anterior y posterior en el cerebro.

Otro punto que suele llevar consigo confusión es que querer a alguien no significa “no querer al resto”, no existe esa exclusividad, es algo hecho creer socialmente, pero no cierto. Esta misma falta de exclusividad se ve en el propio cerebro: Nuestro cerebro no entiende la atracción sexual y el amor como un “todo” y hay estudios que lo muestran. El cerebro tiene dos detonantes diferentes para cada uno de ellos: los circuitos neuronales que activan el deseo sexual se encuentran en una región del cerebro llamada ínsula anterior, y otro mecanismo diferente situado en la ínsula posterior es el que responde a los sentimientos del amor y nos permite seleccionar a la persona con la que queremos “comprometernos”.

 

Por otro lado, cada vez se devalúa más el significado del amor, ya sea en relaciones monógamas o de cualquier tipo, no es algo que vaya enlazado a ningún tipo de relación, es un hecho simple que la idea del romanticismo se pierde poco a poco (dependiendo de cada persona, claro, pero cada vez es más general).

La monogamia ESTRICTA es minoritaria, mucha gente ha querido estar con varias personas a la vez, pero se ha visto obligado a elegir frente a la situación supuestamente correcta de la monogamia: “Si estando en pareja te enamoras de alguien más, tienes que elegir: o una o la otra; las dos, nunca”.

Con este artículo no estoy queriendo decir que el poliamor sea mejor o peor que otro tipo de relaciones, no existe tal cosa, lo mejor es lo que llene a cada uno y le haga feliz. Así que vamos a querernos y dejarnos querer, dejando los juicios a un lado.